Política

Jara asume histórica derrota de la izquierda y llama al sector a ser una oposición “responsable”

La carrera presidencial de ocho meses de la exministra del Trabajo se frustró este domingo al perder con José Antonio Kast en el balotaje. Su camino no estuvo exento de polémicas, pues hubo flancos que se abrieron desde su propia colectividad y enfrentamientos abiertos con el gobierno de Boric que enredaron su apuesta por llegar a La Moneda.

Santiago, 14 de diciembre 2025 La candidata Jeannette Jara se refiere al resultado de las elecciones presidenciales 2025 en su comando Sebastian Cisternas/ Aton Chile SEBASTIAN CISTERNAS/ ATON CHILE

Antes de que el Servicio Electoral (Servel) emitiera su primer cómputo, el ánimo en el Hotel Fundador era de derrota.

Allí la candidata presidencial del oficialismo, Jeannette Jara (PC), esperó los resultados del balotaje en el que José Antonio Kast, el abanderado de la oposición, alcanzó el 58,16% de los votos, en desmedro del 41,84% conseguido por la exministra del Trabajo.

En el oficialismo sabían que la tendencia era favorable a la oposición. Sin embargo, el comando de la candidata se aferró a la posibilidad de que la distancia entre ambos presidenciables no fuera tan holgada. Pero la esperanza se diluyó con rapidez.

Apenas el Servel emitió el primer cómputo, con menos del 5% de las mesas escrutadas, una figura del equipo de Jara, el diputado Eric Aedo (DC, encargado de las relaciones con los empresarios), reconoció a La Tercera que el resultado era “irremontable”.

Eran solo las 18.52 horas.

A esa hora la candidata seguía los cómputos junto a su familia en los pisos altos del Hotel Fundador. Ese mismo núcleo la acompañó a votar -junto a vecinos de Conchalí- poco antes del mediodía. Las únicas figuras políticas que estuvieron con ella a esa hora fueron los alcaldes de Maipú, Tomás Vodanovic (FA), y de La Cisterna, Joel Olmos (independiente).

Luego, Jara fue a almorzar con su hijo en su casa en Ñuñoa. Ahí se preparó para encontrarse con su equipo en el Hotel Fundador a las 17.53 horas, donde se instaló un escenario de tamaño evidentemente menor al que se usó en la primera vuelta del 16 de noviembre.

Mientras la exministra esperaba los cómputos, en el tercer piso del hotel se congregaron dirigentes de los partidos políticos que respaldaron su nominación a la Presidencia. Allí sorprendió, entre otras cosas, el retorno de Darío Quiroga, el principal estratega de su campaña en primera vuelta, ideólogo de la dura ofensiva en contra de Kast de cara al balotaje, quien fue removido el jueves 20 de noviembre por sus antiguos dichos contra el PDG y Zandra Parisi, hermana del excandidato presidencial de ese partido.

Cuando ya estaba claro que el próximo presidente de la República será José Antonio Kast, Jara lo llamó para felicitarlo. Enseguida bajó para hacer una arenga a su equipo.

Quienes fueron testigos de ese mensaje aseguran que la exministra del Trabajo llamó a la unidad del sector a todo evento y les pidió a los partidos que sean una oposición “responsable”. De todas maneras, enfatizó en que no se puede aceptar un retroceso en los derechos sociales.

Al respecto, el diputado y jefe de seguridad del comando de Jara, Raúl Leiva (PS), indicó a este medio que la derrota “se tomó con altura de miras, con la responsabilidad que tiene ser oposición. No dejar de lado que de cada 10 chilenos, cuatro nos dieron su apoyo. El llamado que hace Jeannette es ser una oposición con seriedad, responsabilidad, no retroceder en derechos sociales, pero en caso alguno ser obstruccionistas”.

A las 20.08 Jara salió por la puerta principal del hotel para enfrentar a sus partidarios que la esperaban en la calle. Varios de ellos gritaban insultos contra Kast. Jara incluso tuvo que hacer un llamado a calmar los ánimos. “Somos un solo país” que no está por la “odiosidad”, sostuvo.

En su discurso recalcó el llamado a ser una oposición responsable y pidió la unidad del sector. En el escenario estuvieron los timoneles y secretarios generales de todas las tiendas que respaldaron su candidatura, incluso el Partido Popular.

“Nos va a tocar ser oposición y quiero decirles que el camino de la unidad es el único que vale la pena”, dijo Jara. “Las propuestas que formulamos durante la campaña son mucho más que promesas electorales, son las banderas que orientarán nuestro trabajo hacia adelante. Y para eso la unidad será fundamental, unidad que no solo hay que preservarla, sino que, además, hay que ampliarla y fortalecerla”, agregó.

Tras su alocución, Jara tomó un auto junto a su pareja, Claudio Rodríguez, y parte de sus asesores de confianza, para partir al comando de Kast en Las Condes. Llegó junto a su jefa de campaña, Paulina Vodanovic (PS); su estratega, Daniel Núñez (PC), y su principal vocero, Ricardo Lagos Weber (PPD). Constanza Martínez (FA) también estaba contemplada, pero no alcanzó a llegar por un taco en la ruta.

El futuro de Jara

Tras su derrota presidencial de este domingo, Jeannette Jara se prepara para pensar en su futuro político.

Ha dicho que quiere descansar. El 2025 fue, sin lugar a dudas, su año más intenso. Se inició con la etapa final de la tramitación de la reforma de pensiones y terminó ayer con las elecciones donde se impuso Kast.

Una de las interrogantes abiertas es el rol que jugará ahora. Los dos últimos candidatos del sector que fueron derrotados en un balotaje, Alejandro Guillier (2017) y Eduardo Frei Ruiz-Tagle (2009), tomaron distancia de la primera línea política. En el caso de Jara, de solo 51 años, hay dudas. Una parte del oficialismo empuja la idea de que ella se mantenga con un rol articulador en el sector y algunos la proyectan incluso como una figura presidenciable de cara a las presidenciales del 2029.

Fernando Carmona (PC) es uno de los que adhieren a ambas ideas. En entrevista con La Tercera dijo este sábado que “si alguien puede ayudar a articular una oposición a Kast es Jara”, y que la exministra “va a seguir siendo una opción por un buen rato más para la izquierda, pensando en desafíos como la presidencial”.

En el discurso de anoche la ahora excandidata habló del futuro: “En los días que vienen nuestro deber es mantener vivo el proyecto que representamos. Seguir alimentando con ideas, trabajo, cariño y abrirlo a otros sectores. (...) La derrota siempre es breve, mañana se vuelve a trabajar y seguiremos luchando con coraje por las urgencias de Chile, para que en este país se pueda vivir bien. En ese camino nos volveremos a encontrar”.

Parte de lo que ahora debe despejar Jara es su militancia en el PC, colectividad con cuyos principales liderazgos se enfrentó en más de una ocasión durante su campaña presidencial. La exministra se desgastó con esos conflictos, por lo que parte de su entorno duda que asuma un rol interno en la tienda de Vicuña Mackenna 31, más que integrar la comisión política y el comité central.

El largo camino de Jara

El primer hito que marcó el camino de Jara a convertirse en la candidata del oficialismo fue la promulgación de la reforma de pensiones el 20 de marzo. Ahí, en el Centro Cultural Chimkowe de Peñalolén, tuvo su consolidación como presidenciable, con el hito que celebró el acto y donde bailó cumbias en vivo con el diputado Aedo.

En esos días el presidente del PC, Lautaro Carmona, no escondía su reticencia a que ella fuera la carta del partido. Tras ser consultado por la ovación que recibió Jara, respondió que la colectividad de la hoz y el martillo no define a sus cartas presidenciales según el “ranking“.

El dardo en ese momento no fue menor, pues por esas fechas en el oficialismo ya se había instalado la idea de una primaria amplia y el PC se encontraba ante dos alternativas: Jara, a quien en la interna, por medio de una declaración compartida por WhatsApp publicada por este medio, se le trató de “socialdemócrata” con un uso peyorativo, y Daniel Jadue, rostro de la colectividad en las presidenciales del 2021 y representante del ala más dura del partido.

Finalmente, a inicios de abril, la entonces ministra dejó el gobierno para competir en primarias con la exministra del Interior Carolina Tohá (PPD), el diputado Gonzalo Winter (FA) y Jaime Mulet (FRSV). Inició varios pasos atrás, pues la favorita era la extitular del Interior, quien también renunció al gobierno y tuvo la bendición de prácticamente todos los inquilinos de La Moneda, partiendo por el mismo Presidente.

Jara se impuso el 29 de junio. Al ganar la primaria comprometió una ampliación de su programa y se enfrentó a una de sus primeras decisiones políticas: remover de su equipo al entonces encargado de los contenidos, Fernando Carmona, hijo del timonel del PC, a quien llegó a cuestionar públicamente por sus salidas de libreto.

La noche de las primarias, como publicó este medio, Jara también tomó otra decisión, en conjunto con la directiva del PC: separar aguas con su colectividad y asumir mayor independencia para tomar las decisiones que ella estimara conveniente.

Con esto, Jara reorganizó su comando, abandonó la sede del ICAL -centro de pensamiento del PC- que usó como oficina y se instaló en Londres 76, el mismo centro de operaciones que usó Tohá en las primarias.

En su nuevo equipo dio un paso al frente Quiroga, quien diseñó la estrategia tanto de primera como de segunda vuelta. Él buscó contener la distancia con el resto de abanderados, cuidar su puesta en escena, potenciar su despliegue por Chile con una gira de casi un mes y elevar el tono en contra de Kast en el balotaje.

El día de la primera vuelta Jara ganó, pero por un margen estrecho, que asestó un duro golpe a las huestes del oficialismo. Por lo mismo, esa noche, como contó este medio, la abanderada buscó arengar a sus principales asesores de campaña en una cita nocturna en su domicilio de Ñuñoa.

Pero a Jara le llovió sobre mojado. Sus primeros días de campaña para la segunda vuelta fueron mal evaluados por su equipo. El paso en falso de la candidata se consolidó con el anunció de su “comando 2.0”, que fue opacado por la integración del cantante urbano “Balbi el Chamako”, quien solo duró horas como parte del equipo luego de que este medio publicara una causa vigente por VIF. El día previo a esto, además, la exministra removió a Darío Quiroga.

Tras la partida en falso, las riendas de la campaña las tomó un quinteto liderado por Paulina Vodanovic. Sin embargo, a esas alturas la suerte ya estaba echada y la candidata apostó por revertir las proyecciones con un duro tono en contra de Kast en los debates, lo que según el comando rindió frutos, pero no alcanzó.

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