
Jeannette Jara se impone en las primarias y da histórica victoria al PC en medio de crisis oficialista
Favorita de última hora en la contienda oficialista, la exministra del Trabajo consolidó un triunfo con sabor histórico para su partido que -por primera vez- liderará a la izquierda en la contienda presidencial contra las derechas en noviembre.

Jeannette Jara Román (51 años), candidata del Partido Comunista y Acción Humanista, obtuvo un contundente triunfo en las primarias de este domingo, en unas elecciones marcadas por una baja participación: 1.372.513 personas, menos del 10% del padrón electoral, con prácticamente el total de las papeletas escrutadas.
La baja votación, alrededor de 400 mil votos menos que las primarias de 2001 -en que el candidato frenteamplista, Gabriel Boric se impuso a Daniel Jadue (PC)- abre un escenario de incertidumbre en La Moneda y el oficialismo y refuerza el favoritismo de la derecha en las elecciones presidenciales del próximo 16 de noviembre, incluida la posibilidad de que dos de sus candidatos -Evelyn Matthei y José Antonio Kast- pasen al balotaje.
La exministra del Trabajo y Previsión Social se impuso con un 60,16% (825.716 votos) a su excompañera de gabinete, Carolina Tohá, su principal rival, quien logró un escuálido 28,07% (385.331 sufragios), propinando una dura derrota al Socialismo Democrático que no imaginaron ni en sus peores pesadillas.
Tal como indicaban las encuestas, el abanderado del Frente Amplio, Gonzalo Winter, ocupó el tercer lugar, con un 9,02% (123.809 sufragios). Y muy detrás de él, Jaime Mulet, de la Federación Regionalista Verde Social, quedó en último lugar, con un 2,74% (37.657 preferencias).
Jara -quien obtuvo casi 130 mil votos más que Jadue en 2021- prometió anoche poner todas sus energías en resguardar la unidad en la centroizquierda para enfrentar a la derecha en la primera vuelta.
“Las diferencias no son un problema, son una oportunidad”, dijo en sus primeras palabras, desde el Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz (ICAL), donde esperó los resultados junto a su equipo de confianza.
“Este es un proyecto colectivo”, subrayó la administradora pública y abogada de 51 años, desde un escenario instalado en el local en Avenida Cumming 350, sin banderas rojas del PC, acompañada de Tohá y Winter (Mulet no alcanzó a llegar desde Copiapó, donde votó), quienes llegaron a felicitar a la triunfadora en la fría jornada electoral -tal como se había acordado previamente.
Momentos antes la llamó por teléfono el Presidente Boric, para felicitarla. El Mandatario -que durante la primaria declaró prescindencia y que esperaba una participación contundente de su sector- optó por esa fórmula y no por un encuentro personal.
Pero La Moneda sí envió a una delegación de ministros al ICAL para saludar a la ahora carta única del oficialismo. Llegaron Adriana Delpiano (PPD), Carlos Montes (PS), Antonia Orellana (FA) y los PC Camila Vallejo, Nicolás Cataldo y Jaime Gajardo.
Desde el equipo de Jara aseguran que hoy (lunes) recibirá el apoyo formal del PS, el PPD, el Partido Radical y el Partido Liberal. También habría apoyos de exmilitantes de la Democracia Cristiana.

Un triunfo histórico para el PC
Tras una -a ratos- agria campaña, que la enfrentó a su excompañera de gabinete, Jara logró una de las victorias electorales más grandes en los 102 años de la historia de PC.
El gran hito del partido en su historia más reciente era la elección parlamentaria del 2009 que marcó el regreso del partido al Parlamento y su reinserción en el establishment político. Esta, en tanto, es la primera vez que una militante comunista enfrentará una primera vuelta presidencial con el apoyo de un gobierno y su coalición.
"Por primera vez, una comunista competirá encabezando una gran coalición de centroizquierda, más allá de los que puedan desertar a última hora”, señala Cristián Pérez, historiador de la Escuela de Periodismo de la U. de Playa Ancha.
“El triunfo de Jara en las primarias es el triunfo de un notable liderazgo personal y es también el triunfo de las nuevas generaciones comunistas a las que abrió camino Guillermo Teillier dentro del PC, las que han madurado políticamente, adquiriendo a la vez capacidades de gestión estatal y cultura de coalición en los gobiernos de Bachelet y de Boric”, explica el historiador de la UC, experto en el PC, Alfredo Riquelme.

La pugna interna
Aunque anoche toda la dirigencia del PC se volcó a celebrar el triunfo de Jara, lo cierto es que al interior de la colectividad está instalada la posibilidad de que suspenda su militancia con miras a asegurar el apoyo de los sectores oficialistas que miran con reticencia al PC.
Jara, además, debe resolver la controversia interna que mantiene con el líder de su partido, Lautaro Carmona, quien fue resistente a su nominación como candidata y hasta el último día torpedeó su opción, poniendo en la agenda el tema de Cuba y de un nuevo intento por hacer una nueva Constitución.
Paradójicamente, mientras Jara y su equipo intentaban llevar la campaña hacia la moderación, ocultando la marca comunista, Carmona hacía lo contrario, poniéndole freno de mano a su candidatura.
No obstante, desde el “jarismo” valoran que Daniel Jadue no haya torpedeado su candidatura, como lo hicieron Carmona y el dirigente Juan Andrés Lagos, desde las sombras. “Vamos con Jeannette en primera y en su segunda vuelta”, dijo el exalcalde en su programa en YouTube del pasado 11 de junio.
El fantasma del anticomunismo
Aunque desde La Moneda y en el oficialismo ayer dieron señales de unidad, soterradamente existen dudas, e incluso preocupación, por la militancia comunista de Jara que, como muchos dirigentes del Socialismo Democrático reconocen en privado, podría ser un hándicap frente a los candidatos de la derecha que hoy son los favoritos.
Desde que Jara fue ungida como candidata el pasado 9 de abril, muchos dirigentes partidarios de Tohá advertían off the record que los chilenos no votarían por una comunista, y que sectores del centro político podrían animarse a levantar un candidato.
En su campaña, Jara dijo que aquellos comentarios pertenecían más bien a una “lógica propia de la Guerra Fría” y que no comulgaba con “las campañas del terror”.

Una campaña sin la hoz y el martillo
En poco menos de tres meses, Jara fue imponiendo un estilo empático y cercano, apoyada por una muy buena campaña en redes sociales y un petit comité -integrado por los alcaldes Javiera Reyes y Fares Jadue y el economista Fernando Carmona (hijo de Lautaro)-, y militantes comunistas que ocupan cargos claves del gobierno -Bárbara Sepúlveda y el subdirector de la Secom, Sebastián Fierro y el sociólogo Darío Quiroga.
Un cohesionado equipo trabajando desde las sombras y parte de la energía que ella imprimió a su campaña -según reconocen desde los cuatro comandos- la puso en la pole position en la recta final, prendiendo las alertas en el Socialismo Democrático.
Jara enfatizó su origen popular -creció en la mediagua de su abuela en la población El Cortijo, en Conchalí- y su historia de esfuerzo -estudio en colegios públicos y luego en la Usach- como la primera profesional de su familia. “No vengo de la élite, vengo del Chile real”, repitió en estos meses.
Otro de los ejes de su campaña fue destacar sus logros como ministra del Trabajo y Previsión Social (2022‑2025), entre ellos la Ley de 40 horas, el aumento del salario mínimo, la Ley Karin y la reforma previsional.
Respecto a su programa, el cual fue criticado por sus oponentes por tener solo siete páginas, se concentró en cosas muy concretas, más que promesas.
Tren en regiones, 70% gratuidad universitaria, inyectar recursos a la salud pública, salario vital de alrededor de $750.000, seguridad preventiva y fortalecimiento policial en los lugares de mayor vulnerabilidad.
También tomó distancia de temas polémicos, como los regímenes en Cuba y en Venezuela, que puso sobre la mesa Carmona.
En mayo pasado, cuando la campaña comenzaba a tomar forma, el timonel comunista reivindicó la defensa del PC al régimen en la isla, diciendo que era una “democracia avanzada” que sufría constantemente “el acoso sin nombre de parte del imperio”.
Fuentes del PC revelan que la directiva envió un mensaje a la candidata, precisando que el apoyo a la isla era un acuerdo del reciente congreso de la colectividad, el cual había que respetar.
En el llamado “jaduismo” le recriminaban, además, haber acordado con la derecha una reforma de pensiones que, contra la idea original, terminó fortaleciendo a las AFP.
La estrategia de Jara, sin embargo, fue insistir en que haber allanado el camino para la reforma beneficiará a una gran cantidad de chilenos y chilenas, y que el acuerdo con la derecha se produjo en un Congreso en que el oficialismo no tiene mayoría.
Tanto en el comando de Jara como en su círculo de hierro existe molestia con Carmona y sus orejeros. También en algunas estructuras del partido, que dieron vuelta la página en la disputa interna cuando Jara se posicionó como una candidata competitiva. Por ello, muchos dirigentes no lograban comprender la insistencia del timonel comunista por perjudicar a la abanderada de su propia tienda.
Las interrogantes que vienen
Una de las interrogantes es cuál será la actitud que adoptará Carmona y sus principales socios en la colectividad ante el aplastante triunfo de su “compañera”.
“Hay diferencias políticas de fondo con Jara. Ellos piensan que ella, Marcos Barraza, Camila Vallejo, Karol Cariola e Irací Hassler, entre otros, están poniendo en peligro la línea política del partido”, cuenta una fuente del PC.
“Jara y las nuevas generaciones comunistas deberán resolver la paradoja de haberse convertidos en hegemónicos en la coalición, sin serlo hasta ahora en su partido, como lo ha demostrado el persistente contrapunto entre las posiciones de la candidata y Carmona”, afirma Riquelme -autor de Rojo atardecer. El comunismo chileno entre dictadura y democracia-.
Otra incógnita es qué harán los candidatos outsiders, que tenían previsto arremeter y buscar el descontento en la izquierda más radical con un triunfo de Tohá, entre ellos el gobernador de Valparaíso, Rodrigo Mundaca -quien anunciará su decisión en los próximos cinco días- Marcos Enríquez-Ominami y Eduardo Artés -quienes se encuentran juntando las 35 mil firmas para poder figurar en la próxima papeleta.
El estancamiento de Matthei en las encuestas y la posible destitución del gobernador metropolitano, Claudio Orrego -quien era visto como una opción alternativa ante un mal rendimiento de Tohá en las primarias- también ha abierto el apetito por el centro.
Harold Mayne-Nicholls estaría a poco de lograr sus firmas y han aparecido otros nombres, entre ellos el exintendente metropolitano Marcelo Trivelli.
Aunque el expresidente lo ha descartado en forma tajante, en algunos sectores de la DC no descartan volver a consultar al expresidente Eduardo Frei.

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