Política

Leonidas Montes: “Jara es militante del PC, cuya historia y mal uso de la democracia es conocido por todos”

El director del CEP analiza el escenario de cara a las presidenciales de fin de año: cree que ahora empieza la competencia “de verdad” para la candidata oficialista, y en la derecha, que “la Evelyn más espontánea, auténtica, es mejor que esta pauteada por una serie de voceros”.

15 Julio 2025 Leónidas Montes Lira D Director del Centro de Estudios Públicos (CEP) y Profesor de la cátedra Adam Smith en la Universidad Adolfo Ibáñez, Chile. Foto Pablo Vásquez R. Pablo Vásquez R.

Para el director del Centro de Estudios Públicos (CEP), Leonidas Montes, el escenario del país tras las primarias del oficialismo en que triunfó ampliamente la abanderada del Partido Comunista (PC), Jeannette Jara, es uno donde esa tienda política “se comió al Frente Amplio (…) y enterró al Socialismo Democrático”, tomando la posta de la hegemonía en la izquierda. Como lo grafica, “es el turno de los compañeros, no de los jóvenes universitarios de Ñuñork” y el turno del “comunismo amplio”. Pero eso, para bien y para mal, porque pese a que le reconoce a Jara su condición de buena candidata -“yo creo que es mejor” que Michelle Bachelet”-, estima que será muy difícil para ella sacudirse de la historia reciente del PC en Chile.

Por lo mismo, para este economista y filósofo ahora empieza “de verdad” la competencia de cara a las elecciones de fin de año, y sigue previendo que la derecha lleva las de ganar, aún con sus divisiones y fuego cruzado. En ese sector, desliza su preferencia por Evelyn Matthei y, más allá de su caída en los sondeos, considera que todavía “hay espacio para que se rebaraje el naipe”.

¿Cómo está viendo la situación del país de cara a las elecciones de fin de año?

-Habría que dividirlo. En términos económicos sabemos que estamos viviendo momentos difíciles. Lo de la emergencia del empleo es real. No obstante, y esto es lo interesante de lo que se lee en nuestra encuesta, es que en los que están en empleos formales hay muy buen ambiente laboral. En crecimiento económico va a ser la pelea por centésimas para ver si este gobierno crece un poquito más que Bachelet 2. Y la verdad es que las percepciones de la ciudadanía respecto al país económicamente son malas.

En términos políticos, creo que lo que sucedió con el triunfo de Jeannette Jara es que el Partido Comunista (PC) se comió al Frente Amplio (FA). Hay un renacimiento del Apruebo Dignidad y vuelven los espíritus refundacionales. Hoy día el pandero lo lleva el Partido Comunista, evidentemente: es el turno de los compañeros, no de los jóvenes universitarios de Ñuñork. Esa es la efervescencia que hay en el mundo de la izquierda.

Pero el triunfo de Jara también pulverizó al Socialismo Democrático, ¿no?

-Yo diría que enterró al Socialismo Democrático. Y si uno lo mira políticamente, ese era uno de los objetivos del Frente Amplio. El FA siempre criticó a los protagonistas de la Concertación y a su legado. Ahora bien, sin saber o con saberlo, lo que hicieron es sepultar al Socialismo Democrático, porque el emblema era Carolina Tohá. La Concertación llegó a rescatar al gobierno y terminó hundiéndose, lo que es una ironía de la historia. Hoy día el Socialismo Democrático quedó huérfano, sin liderazgo y frente al terrible dilema de votar por Apruebo Dignidad, ahora dirigido por el PC, o por una centroderecha, una derecha o una extremaderecha.

¿Cuán competitiva ve a Jeannette Jara frente a las derechas que usted menciona?

-En este país que es siempre sorprendente, todo es posible. Pero no hay que perder de vista que el triunfo de Jeannette Jara es sólo de un 9% de la población, y como dice el dicho, una golondrina no hace verano. Queda mucho tiempo y enfrentar la presidencial con el PC para Jeannette Jara va a ser muy difícil. Entonces, yo creo que se ha producido una euforia un poco exagerada.

¿Tiene que decantar la novedad Jeannette Jara?

-Claro, tiene que decantar, y ella va a tener que entrar a competir ahora. El suyo fue un triunfo avasallador, sin duda. Nadie esperaba que más que doblara a Carolina Tohá, lo que simbólicamente, como ya hablamos, tiene un sentido. Y esto es bien irónico, ¿no?: si se piensa, la política es más cruel que el mercado en ciertos aspectos, porque la expresidenta Bachelet no apoyó a Carolina Tohá. Y la guaripola de Bachelet 2 fue Carolina Tohá. Entonces, yo creo que ahí los temas humanos también juegan un rol. Debe ser bien desilusionante.

Sin embargo, Lucía Santa Cruz dijo recientemente que no debían cantar “victoria los que creen que por el mero hecho de ser comunista, Jara va a perder la elección”….

-En las elecciones y en política, y en Chile en particular, que es un país bien único y always surprising, y el always lo uso en los dos sentidos, all ways y always, en términos de espacio y tiempo, no hay que descartar nada. Además, hay un conjunto de la ciudadanía, que es apolítico, que se puede inclinar más por las emociones que por los programas. Yo creo que los programas en esta elección no van a jugar el rol que venían jugando antes.

¿Qué encarna Jeannette Jara, en ese sentido?

-Dicen que es muy parecida a Michelle Bachelet. Yo creo que es mejor. Porque es más simpática y más empática. Es una muy buena candidata. ¿Pero cómo va a funcionar este, llamémoslo, comunismo amplio? Porque ahora no es Frente Amplio, sino que es un comunismo amplio. A mí me parece un desafío muy difícil y tengo dudas de que vaya a poder deshacerse de lo que ha sido la historia reciente del PC en Chile, con Lautaro Carmona, Daniel Jadue. Creo que eso va a tener un peso en la elección. El PC fue el partido que no firmó el acuerdo por la paz y una nueva Constitución, que atizó la violencia y que explícitamente quiso derrocar al presidente Piñera. Ella va a tener la presión del PC y el debate va a estar marcado por esas tensiones.

Al respecto, ha habido un debate entre Lucía Santa Cruz y el rector Carlos Peña, donde ella plantea que hay que considerar de dónde viene y a quién representa Jeannette Jara, y él ha señalado que esto no va de ideologías, sino que de programas. ¿Dónde se inscribe usted?

-En teoría el rector Peña puede tener buenas razones, pero en la práctica estoy completamente de acuerdo con Lucía Santa Cruz. Jara es militante del PC, cuya historia, cuyo legado y cuyo mal uso de la democracia es conocido por todos y todas. Y vuelvo a lo que fue Chile hace pocos años, sin necesidad de ir a Cuba, a Venezuela, Corea del Norte, Nicaragua, etc. La instrumentalización que hacen de la democracia es sólo con el afán de alcanzar el poder. Entonces, en eso estoy de acuerdo con Lucía: no hay que ignorar que es miembro del PC.

Pero de ganar, no sería un gobierno del PC, sino de una coalición...

-…liderada por el PC. Hoy el FA está sometido, por conveniencia, por incompetencia, al PC. En la sede del FA se está enseñando economía política marxista, para formar a los jóvenes. ¿Por qué sucedió eso? Bueno, porque probablemente la agenda del FA y la experiencia del PC y su trabajo, tal vez, fueron clave en eso. Los marxistas tienen una valoración muy alta del trabajo.

Por lo tanto, para usted, ¿está lejos de que sea inocuo un eventual gobierno liderado por el PC?

-Para mí no es inocuo que en Chile la presidencia, porque este es un país presidencialista no de régimen parlamentario, esté a cargo de un militante del PC. Me parece una señal muy potente.

¿Preocupante?

-Preocupante, sí, pero todavía estamos en el frenesí de los resultados de una primaria donde sólo participó un 9% de la población y cuando quedan aún cuatro meses. Ahora empieza la competencia de verdad. Jeannette Jara no ha tenido espacio para equivocarse todavía. Falta tiempo.

¿El ámbito económico es el talón de Aquiles de la candidatura de Jara?

-El énfasis en seguridad y economía, llamemos por economía crecimiento económico y empleo, son los grandes temas. Se lee de la encuesta nuestra, que hay un anhelo de volver a crecer. Creo que la ciudadanía va a tomar ese punto y va a ser más complejo para ella. Por ejemplo, lo del sueldo vital: es bueno para una campaña, pero los datos muestran que las empresas grandes no dan el salario mínimo, prácticamente. Son las pymes, y eso perjudica al empleo. Y está la permisología, donde la gran mayoría de la gente se ha dado cuenta que este no es un tema que afecta -solo- a las grandes mineras y forestales, sino al que quiere poner el boliche en la esquina y no le dan la patente o el permiso. La gente percibe cómo el Estado ha ido ahogando la iniciativa individual y no veo que el programa de Jeannette Jara vaya a ir en esa dirección, sino que, por el contrario, va a tratar de fomentar la importancia del Estado.

¿Y cómo ve el desembarco de economistas del Socialismo Democrático en su campaña para moderar el programa? Hasta ahora ninguno de peso se ha sumado, al contrario, han marcado distancia.

-El poder siempre atrae y es probable que algunos se sumen. Pero para un economista que entiende cómo funciona la economía, sumarse a ese programa es un poco traicionar los principios básicos de una economía sana.

Pero de todas maneras va a tener que moderar sus propuestas.

-¿Y qué va a decir el PC? ¿Qué es moderar desde el punto de vista económico? Va a ser muy difícil articular ese programa, porque este es el Apruebo Dignidad pre Convención, y el Chile de hoy me da la impresión que está pidiendo otras cosas. Ahora, si ella logra moverse hacia eso, bueno, vamos a ver cómo reaccionan los miembros del comité político del PC.

En todo caso el PC es un partido muy táctico…

-Muy táctico, muy trabajador y comprometido. Si se analizan los resultados de la última elección, eso me sorprendió muchísimo: ellos son 45.000 militantes y cada uno movilizó a 18 personas. El FA, en cambio, que tiene como 60.000 afiliados, dos cada uno. Se quedaron en la casa.

¿Y cree que Jara tiene capacidad para captar a un votante menos de izquierda?

-Sí, la tiene. Creo que la estrategia de ella va a estar por su carácter, por sus atributos humanos, emotivos. Esa va a ser su bandera de lucha para buscar al apolítico. Ese 40% que todavía está indiferente.

Ante un eventual triunfo de ella, ¿que podría pasar a nivel económico, de los inversores? ¿Habría una salida de capitales?

-Eso va a depender de la composición del Congreso y yo creo que no van a ganar el control de las cámaras. Sería la fuerza de la democracia la que moderaría los impulsos. Lo mismo que con el FA. Si el Presidente Boric... fíjese lo que prometió. En su programa de gobierno no existía la palabra de crecimiento. El Congreso en este país juega un rol importante y si existe ese contrapeso, yo no creo que sería una tremenda crisis.

Situación en la derecha

De todos modos, por ahora, si uno mira el comportamiento de los mercados financieros en Chile, pareciera que la apuesta sigue siendo que ganará un candidato de derecha.

-Sí.

¿Esa es su visión también?

-Predecir nunca ha sido lo mío, pero evidentemente es muy probable, y es lo que todos han dicho, que sea un gobierno de derecha. Y es mi expectativa también.

¿Y su voto ya lo tiene decidido?

-Sí, absolutamente, pero el voto es privado.

Usted se define como un liberal clásico. De los actuales candidatos de derecha, ¿quién encarna mejor esa mirada?

-A mí siempre me ha gustado el centro, y por una cuestión desde Aristóteles. ¿Qué indica el centro? Moderación. Hay un equilibrio, porque no hay extremos. Y siempre me ha parecido que es un gran anhelo. Pero ahora el centro está huérfano. Lo vimos en la izquierda, con la socialdemocracia que quedó sin representación. En la derecha todavía hay una centroderecha, una derecha y una extremaderecha.

¿En Chile existe un anticomunismo, como se quejan los comunistas?

-Claro que sí, ¿por qué no? Hay un antiextremaderecha también. ¿Cuál es el problema? Eso es la democracia, que haya puntas. Yo creo en la diversidad. Me imagino que si a un pinochetista le hablas del comunismo, te va a decir que es anticomunista. Y si a un comunista le hablas de Pinochet, te va a decir que es anti Pinochet. ¿Y por qué no hay derecho a estar en contra de algo? El anticomunismo refleja una postura política que tiene muchas buenas razones. Si se ve la historia del comunismo, es una tragedia humana.

¿Y también le parece una tragedia que todavía haya gente que apoya a Pinochet?

-Por supuesto que me parece una tragedia, por todo lo que sucedió. Ahora, estuvieron las reformas económicas que fueran muy buenas y no podemos olvidar todo lo que hicieron los Chicago Boys, que es lo mismo que está haciendo Milei ahora en Argentina.

Volviendo a su postura, dice que es un hombre más bien de centro…

-De centroderecha.

De acuerdo a ello, parece evidente que su mejor candidata es Evelyn Matthei, la más cercana al centro de las tres derechas.

-Que juzgue el lector (risas).

Dada la falta de unidad, ¿hay peligro de que la derecha se farree esta elección?

-Eso es parte de la historia de la derecha, ¿no? La derecha, cuando tiene el poder en bandeja, pelea. Eso ha sido siempre así. Pero cuando empiece a decantar la euforia de las primarias oficialistas, espero que esto se empiece a articular de mejor manera.

En el caso de Evelyn Matthei, ¿todavía estima que puede repuntar?

-Creo que sí. Todo está abierto. Todavía ni siquiera empiezan los debates.

¿A qué atribuye su fuerte retroceso de las últimas semanas?

-Pienso que Kast ha hecho una campaña notable, muy enfocada en lo que es seguridad y crecimiento. Y los que apoyan a Kast son mucho más ordenados y orgánicos. Al contrario, Evelyn Matthei tiene un conglomerado de partidos donde todos tienen opiniones y eso ha costado más. Me parece que la Evelyn más espontánea, auténtica, es mejor que esta tironeada o pauteada por una serie de voceros.

¿Y aún hay tiempo para que esa Evelyn más auténtica aparezca, resurja?

-Sí. Hay un desgaste natural, evidentemente, porque lleva mucho tiempo, pero como esta es una maratón, creo que hay tiempo. En política uno no puede descartar nada.

O sea, ¿la candidatura de Evelyn Matthei no está muerta?

-No. En esto hay que confiar en la persona que está representando a ese grupo. Todavía hay espacio para que se rebaraje el naipe.

Y en ese contexto, ¿cómo aprecia al empresariado? ¿Lo ve más inclinado hacia una u otra candidatura dentro de la derecha?

-No me gusta hablar por los empresarios, porque son tantos y tan distintos todos. Pero si bien percibo preocupación dado el año electoral, me da la impresión de que hay mayor optimismo respecto a la economía. El hecho de que la reforma de pensiones se haya zanjado, de que se haya avanzado en permisología, de que empiece a volver la inversión y de que termine este gobierno, incide en el animal spirits. Hay un ánimo de que esto debería mejorar.

Ahora, si Jara sigue a tranco firme, ese ánimo podría decaer…

-Claro, por supuesto.

A ocho meses de que concluya este gobierno, ¿cuál es su evaluación del Presidente Boric?

-Creo que Boric al final fue un socialdemócrata. Después del avasallador fracaso de la Convención Constitucional y el triunfo del Rechazo cambió su agenda y poco a poco se fue adaptando, y se refugió en la Concertación. Si uno hace el balance, claro, económicamente fue un paréntesis, pero no fue un tan mal presidente. O sea, Petro (de Colombia) para mí es un pésimo presidente, porque se mantuvo cegado en lo que cree, un fanático. Mal que mal, Boric acogió las demandas de la ciudadanía.

Con hartos tropezones…

-A ver, hubo falta de experiencia, hubo una serie de tonteras que a uno le cuesta explicar. Lo que sucedió con la casa de Allende es realmente inexplicable, en lo de Monsalve hubo un muy mal manejo, y faltó prudencia en algunas cosas. Pero el balance tampoco ha sido desastroso si uno considera cómo estábamos al comienzo de este gobierno y cuál era su programa. En ese sentido, hay que reconocer que el Presidente Boric aceptó las demandas de la ciudadanía y, entre otras cosas, puso nuevamente sobre el tapete la importancia del crecimiento. Ahora, la gran pregunta es si lo cree o no. Eso no lo sabemos.

¿Qué percepción tiene al respecto?

-Hoy día el Frente Amplio está en una situación muy difícil y su futuro líder evidentemente va a ser (Tomás) Vodanovic, que es distinto a esta otra camada. Este grupo que llegó al gobierno saltó muy rápido del patio de la universidad y de los recreos, a cargos de mucha responsabilidad. Entonces el FA va a tener que vivir su propia catarsis. Hoy día, en los hechos, el FA claudicó electoralmente o está sometido al PC. Esa es la verdad. Yo creo que el PC, por así decirlo, absorbió al FA con la figura de Jeannette Jara.

Y en el caso específico de Boric, ¿le cree a su cambio y que eso se vaya a reflejar, por ejemplo, si vuelve a estar en la oposición?

-Yo espero que sea una oposición más constructiva, porque hicieron mucho daño. Además, vamos a ver cuántos representantes tiene el FA en el Congreso. Y el Presidente ha madurado, ahora es padre y tiene responsabilidades.

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