Llegó en el momento en que todos pedían ordenar la campaña. Y a su arribo se fijaron vocerías y un diálogo más institucional con los partidos de Chile Vamos.

Diego Paulsen (RN) lleva 45 días desde que se confirmó que sería el jefe de la campaña de Evelyn Matthei y todavía no logra dejar conforme al bloque con cómo se ha enfrentado la contienda electoral.

Y es que, pese a su arribo y la incorporación de voceros temáticos, Matthei continúa haciéndose parte de todos los debates en un escenario en que el abanderado del Partido Republicano, José Antonio Kast, está al acecho y acercándose en las preferencias presidenciales, según las encuestas.

Que la exalcaldesa de Providencia interviene en casi todos los temas quedó de manifiesto el lunes, cuando inscribió su precandidatura ante el Servicio Electoral (Servel). En esa puesta en escena, el diseño era que Evelyn Matthei hablara sobre el “vamos” de su candidatura y luego Paulsen respondiera a las preguntas de contingencia.

Mientras el expresidente de la Cámara de Diputados se refería a los cuestionamientos de la ministra vocera de gobierno (S), Aisén Etcheverry, por la postura de Matthei frente a la modificación a Punta Peuco anunciada por el Presidente Gabriel Boric en la cuenta pública, la candidata interrumpió la respuesta de Paulsen y tomó el micrófono.

“Yo le pediría a la vocera que se quede callada alguna vez (...). Ojalá se dedique a la ciencia, porque como vocera, pucha que lo ha hecho mal”, señaló.

Pese a la notoria sorpresa del generalísimo frente a la actitud de la exalcaldesa y la situación incómoda -que dicen en los partidos que la candidata lo dejó-, en RN, la UDI y Evópoli aseguran que la relación entre ambos se ha afiatado y que hay confianza de parte de la candidata en las decisiones que adopta el generalísimo.

Ideólogo de la precandidatura

Parte de la confianza que se ha ido generando entre Matthei y Paulsen, dicen en Chile Vamos, se vio reflejada en la decisión de inscribir su precandidatura ante el Servel: el exdiputado se asesoró por el exsubsecretario Máximo Pavez (UDI) y la secretaria general de Renovación Nacional (RN), Andrea Balladares. Junto a ellos exploraron distintas vías para mantenerse en “modo campaña” de acá a agosto y con la primaria del oficialismo en la vereda de enfrente.

Así se llegó a esa figura electoral. Una que previamente solo había sido utilizada por la ex DC Carolina Goic y Marco Enríquez-Ominami en la carrera presidencial de 2017. El mecanismo legal calzaba con los intereses del comando: poder desplegar a la candidata a lo largo del país. Dicha formalidad permite la recepción de aportes de campaña, la rendición de gastos y actividades con adherentes.

La precandidatura fue lo que habilitó para realizar la masiva actividad del día miércoles en el centro de eventos Alto San Francisco. Ese día, antes de que Matthei saliera a escena, el generalísimo dio su primer discurso con un tono más político, con una crítica directa al gobierno de Gabriel Boric: “Hoy enfrentamos a un gobierno que llegó con promesas de dignidad, pero ha gobernado con improvisación”.

El protagonismo de Paulsen durante la jornada fue valorado por el sector. Esto, porque sus escasas apariciones al inicio despertaron internamente algunos cuestionamientos en Chile Vamos, ya que creen que él debería lograr “blindar” más a Matthei y evitar que ella esté con sobreexposición mediática.

Esos reparos, en todo caso, también se hicieron sentir al interior de la coalición en la organización del acto de campaña, donde se hizo ver que solo se pidió convocar a la militancia y no se socializaron con antelación los detalles más finos del evento.

Paulsen ha transmitido a su entorno más cercano que las primeras semanas requirieron que se “aclimatara” a la maquinaria del comando. “Él quería saber en qué fundó Evelyn Matthei su promesa de crecer al 4%. O por qué (Matthei) habla de la creación de cierta cantidad de empleos”, dicen allegados a la campaña.

Desde hace algunas semanas, Paulsen reclutó para su equipo a Constanza Castillo, la exjefa de la división jurídica de la Segpres, quien ya estaba participando en el área programática de la campaña que lidera Juan Luis Ossa. La cientista política es una asesora de plena confianza del exdiputado: fue su jefa de gabinete cuando llegó a la testera de la Cámara de Diputados.

Así, el generalísimo ha intentado subsanar su débil presencia mediática con tres entrevistas radiales durante esta semana, y en las comunicaciones internas con los partidos. De esta forma, ha sostenido reuniones con las bancadas de diputados y con la militancia de los tres partidos de Chile Vamos.

El encuentro con Matthei

Desde fines del año pasado que el nombre del exparlamentario estaba en el radar de la candidata de Chile Vamos.

En una de las visitas de la candidata a La Araucanía a fines del año pasado, Paulsen -en su rol de presidente del directorio de Corparaucanía- le propuso sostener un encuentro en su residencia, con empresarios de la zona, para abordar temas como el crecimiento económico y el emprendimiento en una zona golpeada por la violencia de grupos radicales. Matthei aceptó.

Su traslado a Santiago ha modificado la rutina del exdiputado que, hasta fines de abril, se había abocado por completo a sus negocios y estaba distante de la política.

Cada viernes, si las actividades de la candidata lo permiten, intenta viajar a la IX Región. Y es que tras aceptar incorporarse al equipo de la exministra, su decisión no contempló trasladar a su familia a la Región Metropolitana.

Con la precandidatura en marcha, Paulsen sigue afinando las piezas de lo que será el comité político de Evelyn Matthei. Uno que, de momento, está conformado por los presidentes y las secretarías generales de Chile Vamos. Si en algún momento el diseño que se pensó era crear una nueva instancia, con representantes de los partidos y la sociedad civil, la decisión fue mantener el poder de los partidos y sumar nuevas voces.

Así, fracasó el diseño original que tenía pensado.