
Marcelo Trivelli: “Veo en las candidaturas de Tohá y Matthei algo muy parecido a lo que pasó con Alvear en 2005”
El exintendente metropolitano cree que un eventual triunfo de Jara en las primarias abrirá un espacio para un candidato presidencial moderado, de filo DC, donde él dice estar disponible. "Nuestro objetivo es tener las firmas al 31 de julio", asegura.

Hace justo dos décadas Marcelo Trivelli, entonces jefe de la campaña presidencial de su camarada DC Soledad Alvear, vivió en carne propia las dificultades de la excanciller para imponerse como candidata en las primarias de la entonces Concertación.
Pese a su experiencia política, la fortaleza que tenía en ese momento su partido y su destacado rol en los gobiernos de Patricio Aylwin y Ricardo Lagos, Alvear no pudo imponerse a la irrupción de Michelle Bachelet (PS), quien terminó siendo la primera presidenta mujer de Chile.
Hoy, el exintendente metropolitano -entre 2001 y 2005-, quien tiene intenciones de volver a la trinchera política, cree que se ha configurado un escenario político-electoral similar al de 2005, con actores diferentes, obviamente.
“Mirando hacia atrás, veo en las candidaturas de (Carolina) Tohá y (Evelyn) Matthei algo muy parecido a lo que paso y vivimos con Alvear en 2005. Una candidata con un partido, la DC, que había sido exitoso, pero sin renovación y con fracturas internas; con un número importante de parlamentarios, pero incapaces de trabajar en equipo y privilegiando sus proyectos personales. Lo mismo veo hoy en Socialismo Democrático y Chile Vamos”, sentencia.
“Ese año (primarias del 2005) Bachelet fue mucho más que el PS, hoy Jeanette Jara es mucho más que el PC y José Antonio Kast es mucho más que su propio Partido Republicano”, agrega el ingeniero civil industrial.
¿Cree que ambas candidatas podrían seguir la misma suerte de Alvear?
Sí. Los dados ya están echados y no se ve cómo pudieran cambiar de rumbo a esta altura de carrera presidencial. Jeanette Jara y Kast captan hoy la atención porque son directos y claros en lo que plantean. La centroizquierda (Tohá) y la centroderecha (Matthei) representan dos conceptos vacíos, porque sus partidos, que dicen ubicarse en ese espacio, ya no son de izquierda ni derecha, respectivamente. Han diluido su doctrina y su ideología para intentar captar el voto “péndulo”.
¿A qué atribuye que Matthei y Tohá hayan perdido la pole position, según indican las encuestas?
Se confiaron en su liderazgo en las encuestas y aplicaron sin reflexionar el popular dicho: “Si con agüita va avanzando, agüita siga dando”. Creo que eso, además de la falta de renovación de los partidos que las apoyan.
En busca de un espacio por el centro
Un eventual triunfo de la candidata comunista en las primarias del próximo 29 de junio y la consolidación del abanderado republicano en la oposición abrieron el apetito a Trivelli para volver a ser candidato presidencial (lo intentó en 2010).
“A comienzos de año recibí varias consultas de al menos de tres políticos importantes y amigos, de partidos distintos, de si estaría disponible para ser candidato parlamentario. Mi respuesta fue que no. No me veo como diputado ni como senador, mi vida ha sido más de hacer, innovar y emprender. De ahí que se abrió este nuevo horizonte”, cuenta Trivelli, quien en 2018 decidió alejarse de la política, enfocándose en su Fundación Semilla -dedicada a fomentar la participación ciudadana y acercamiento entre comunidades y proyectos públicos y privados-.
“Si Tohá pierde, como creemos que va a suceder, se abre un espacio gigantesco que buscará reemplazar la centroizquierda que ella representa. Es ahí donde nuestra candidatura cobra mayor sentido. Algo parecido al efecto que tuvieron las declaraciones de Óscar Landerretche”, agrega.
¿Cuál sería la novedad de su propuesta?
Introducir una nueva propuesta que permita liberar el potencial que tiene Chile que, veo y siento, está taponeado por intereses que se protegen mutuamente, con normativas obsoletas, mecanismos de veto y por una política muy bipolar: izquierda-Estado y derecha-mercado. Siento que hoy nadie se atreve a incomodar a los suyos. En ambos lados hay una actitud defensiva que teme cambiar el equilibrio de poder, aunque ese equilibrio ya no produce justicia social, crecimiento económico ni propone futuro.
Usted ya tuvo una aventura presidencial fallida, ¿qué podría cambiar en esta oportunidad?
Efectivamente la vez anterior no me fue bien. La diferencia es que ahora no estoy militando. He estado conversando con muchas personas, de los más diversos espacios culturales, económicos y políticos, para escuchar lo que piensan de por qué los sectores en que se desenvuelven no están desarrollándose a su total potencial. Los he invitado a identificar cuáles son los tapones que hay que sacar para liberar ese potencial y el desarrollo.
Por ejemplo…
Hay muchos. Yo destacaría cómo muchos médicos reconocen que su propio gremio, el Colegio Médico, es un tapón para solucionar los problemas básicos de atención; o cómo las personas ligadas al futbol ven como las malas prácticas asociadas a las sociedades anónimas, las casas de apuestas o los agentes (representantes de futbolistas) protegen sus intereses en vez de los de la actividad. En política pasa lo mismo, se protegen las decisiones y actuaciones de sus propios sectores.
Un mes de plazo para ver si su propuesta vuela
Vamos a cosas prácticas. ¿Cuenta con recursos?, ¿cómo busca reunir las firmas?
Cuento con suficientes recursos para una primera etapa hasta el 15 de agosto (fecha de inscripción de las candidaturas). La próxima semana solicitaré al Servel mi postulación para poder recibir patrocinios y desplegaremos nuestra estrategia para recolectar firmas, a partir del 1 de julio.
Pero se ve cuesta arriba, Harold Mayne-Nicholls y Marco Enríquez llevan varios meses recolectando firmas...
Tengo convicción de que mi propuesta es atractiva y convocante. Nos hemos dado un mes de plazo para tener las firmas. Es decir, si al 31 de julio mi propuesta no prende, no tiene sentido seguir insistiendo para entrar a la carrera presidencial como un candidato más de un lote sin destino.
El legado de Boric, según el ex-DC
Su apuesta es a un centro político que ha resultado muy esquivo para muchos presidenciables anteriores...
En Chile, a mi juicio, el centro político, como tal, ya no existe. Es un concepto muy manoseado y vacío de contenido. Para mí existe un humanismo cristiano y un humanismo laico, que pone en el centro a la persona humana. Fui formado en la Doctrina Social, que el Papá Francisco agregó el tema ambiental, que, creo, sigue plenamente vigente y es orientadora de política pública. Esto es, Estado y mercado al servicio de las personas y no al servicio del poder.
¿Por qué cree que Amarillos, Demócratas y en su momento Andrés Velasco, con un discurso parecido, no lograron conquistar a este electorado?
Porque el centro político, que le reitero es un concepto muy manoseado, no es el punto medio entre la derecha y la izquierda, sino un espacio con doctrina e ideología más centrado en las personas a las que quiero llegar.
Para finalizar, ¿cuál es, a su juicio, el legado que dejará el Presidente Boric?
Primero, que ha gobernado bajo el principio de que “el todo es superior a las partes”, es decir ha mantenido el bien común por sobre intereses particulares. Segundo, restringió sus expectativas y trabajó por una economía sana. En ambos casos fue capaz de cambiar sus prioridades y flexibilizar antiguas rigideces.

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