En la comisión de Familia de la Cámara de Diputados se realizó la presentación de las modificaciones introducidas en el Senado al proyecto de ley de reforma integral al sistema de adopción en Chile, en donde se informó que son 15.000 niños que se encuentran separados de sus familias.

Fue la ministra de Desarrollo Social, Javiera Toro, quien se encargó de realizar la exposición en la instancia. En donde al ser consultada por los diputados, aclaró que actualmente 250 niños, niñas y adolescentes que son suceptibles a la adopción.

En esa línea, señaló que existen entre 400 a 450 parejas que están inscritas en el proceso. Mientras que, son 14.750 NNA que están separados de sus familias sin posibilidad de adopción, sin embargo, la ministra apuntó que de ser aprobada la reforma “durante la implementación de esto se va a tener que ir evaluando”.

La secretaria de Estado enfatizó que su “primera apuesta” es un trabajo de revinculación con la familia para que niños, niñas y adolescentes puedan volver con ellos.

Aunque, aclaró que “otra buena parte también eventualmente va a ser declarado adoptable y que en el escenario actual ni siquiera se llega a discutir la adoptabilidad, por lo tanto, con un procedimiento que ponga plazos claros y que obligue a tomar esta decisión, eventualmente sí va a haber más niños declarados adoptables”.

El tiempo en cuidado alternativo

Uno de los puntos consultados fue sobre el tiempo en que los NNA estarían en un hogar temporal, parlamentarios señalaron con preocupación que 12 meses o hasta 18, que es la propuesta de la reforma, podría ser "muy largos“.

“Se determinó 12 meses, esto tiene razones técnicas que tiene que ver con la consideración que se tuvo de que no judicial y no una negociación, sino en términos de que se considera que es el plazo que es necesario para revisar la situación de los niños, niñas y adolescentes en cuidado alternativo para desarrollar en términos profesionales el acompañamiento terapéutico, psicosocial, la revinculación de la familia”, explicó la ministra Toro.

“Yo sé que este es un equilibrio difícil porque no queremos que se prolongue demasiado la situación de un niño, niña que está separado de su familia, pero tampoco queremos una definición como esta, juzgarla de manera muy anticipada sin haber puesto todo nuestro esfuerzo en tratar de resolverla”, añadió.