
Oficialismo se agita ante crisis que se desata en el Socialismo Democrático y el FA
La gran diferencia de votos en favor de la abanderada comunista respecto de Carolina Tohá provocó un duro remezón al interior del Socialismo Democrático y dejó en una débil posición los esfuerzos del sector por fortalecer el proyecto político de la centroizquierda. Aunque los partidos ratificaron que apoyarán a Jara, algunos dirigentes ya hablaban del inicio del desbande oficialista.

“Con el triunfo de Jara vendrá el desbande”, afirmaban el domingo en la noche dirigentes del PPD que aún no terminaban de digerir la contundente derrota que sufrió la abanderada del Socialismo Democrático, Carolina Tohá, en las primarias del oficialismo frente a la exministra del Trabajo, la comunista Jeannette Jara, quien se convirtió así en la candidata del oficialismo con miras a las presidenciales de noviembre próximo.
Con el 99,63 por ciento de las mesas escrutadas, Jara obtenía 825.048 votos, equivalentes al 60,17% de los sufragios válidamente emitidos, muy por encima de sus contendores. Y más que la votación que obtuvo el exalcalde de Recoleta Daniel Jadue en la primaria de 2021 frente al actual Presidente Gabriel Boric (692.862 votos). En segundo lugar con el 28,07% de los sufragios (384.840 votos) quedó Tohá, quien contaba con el respaldo de los cuatro partidos del Socialismo Democrático y de los adherentes de la DC. Mucho más atrás, con el 9,02% (123.671 votos) quedó el diputado frenteamplista Gonzalo Winter y último resultó el también diputado Jaime Mulet, abanderado del Federación Regionalista Verde Social, con 2,74% de las preferencias.
Anoche, en una primera lectura de estos resultados, la desazón cundió en las sedes de los partidos del Socialismo Democrático y algunos levantaban pesimistas escenarios sobre el futuro de un proyecto socialdemócrata para Chile, pero también anticipaban las dificultades que la carta del PC tendrá para consolidar una coalición progresista, dada la escasa convocatoria que tuvo la primaria oficialista a la que asistieron solo 1.418.868 personas, una cifra menor, incluso, a la de la primaria de julio de 2021, en la que no intervinieron los partidos de una coalición completa, como es el Socialismo Democrático.
“Va a haber gente de centroizquierda y de centro que se va a ir con otros candidatos. En ese escenario, el mundo de izquierda se va atomizar”, afirmaban miembros de la mesa directiva del PPD.
“Tras el triunfo de Jara, a los partidos del Socialismo Democrático no le queda otra opción que cumplir su palabra y apoyar su opción presidencial. Existe un compromiso en eso y no me cabe duda de que a nivel de estructuras partidarias va a ser así. Otra cosa es el debate que se va a abrir al interior del Socialismo Democrático sobre cuál será su contribución como proyecto político y sobre cuál será su derrotero”, señaló el senador PPD Ricardo Lagos Weber.
En la directiva del PS, en tanto, algunos de sus integrantes especulaban sobre la magnitud que podría tener la crisis que se abre con esta derrota. En privado, uno de los vicepresidentes socialistas señalaba que el triunfo de Jara iba a genera una “implosión de su sector”.
“Se va a producir una doble diáspora en el mundo del Socialismo Democrático. Va a haber un sector que va a pugnar por acercarse al PC, pensando que ahí están los votos, mientras que otro sector va a presionar en la interna, acusando que la política táctica del Partido Socialista ha sido un error al aliarse con la izquierda más dura y que es el momento de separar aguas para concentrarse solo en el fortalecimiento del socialismo democrático”, dijo uno de los miembros de la mesa del PS.
Y, aunque los resultados de las primarias legales son vinculantes y obligan a los partidos a respaldar al candidato que ganó en la jornada electoral de ayer, en el PS y el PPD están conscientes de que habrá personeros cercanos a los partidos e incluso militantes que van a salir a decir que no votarán por Jara en noviembre próximo o que llamen a respaldar a una nueva carta presidencial más próxima al centro político.
“En el PS no acostumbramos a llevar ese tipo de situaciones al tribunal de disciplina ni iniciar cazas de brujas. No lo hemos hecho en el pasado y no debiéramos hacerlo ahora”, aseveró el diputado y vicepresidente del PS Arturo Barrios recordando lo que se vivió el 2021 con los militantes del PS que formaron parte del grupo “Socialistas por Jadue” y con aquellos militantes como Maya Fernández y Manuel Monsalve, entre otros miembros de la llamada disidencia socialista, que respaldaban la opción de Paula Narváez y que, tras la derrota de su abanderada en una primaria no legal frente a la carta DC Yasna Provoste, corrieron el cerco y anunciaron su apoyo en primera vuelta a Boric.
En el PS y el PPD el golpe fue profundo. El domingo pasado, tras varios días de desamparo ante el crecimiento sostenido de Jara en las encuestas, algunos habían vuelto a tener alguna esperanza de que Tohá lograra un triunfo estrecho sobre su contendora del PC. Algunos, incluso, llegaron a decir que habían notado un cambio de ánimo en el electorado que favorecía a Tohá. Nada comparado, eso sí, con el optimismo desatado de los primeros días de marzo, cuando tras salir del gabinete para lanzar su precandidatura presidencial y disputar las primarias oficialistas, en el entorno de Tohá confiaban en que la carrera estaba prácticamente ganada y que solo era un trámite necesario para consolidar el respaldo unitario de los bloques del oficialismo en torno a la figura de la exministra del Interior.
Porque un escenario como el antes mencionado les aseguraba a los partidos del Socialismo Democrático recuperar la hegemonía de la alianza oficialista tras seis años de predominio del bloque conformado por el PC y el FA.
Tensión oficialista
Los análisis preliminares que hacían anoche en las sedes del PS, el PPD, el Partido Radical y el Partido Liberal con los resultados aún en caliente, responsabilizaban de la derrota a la estrategia desplegada por el comando de Tohá. Lo culpaban de haber encapsulado a la candidata, alejándola de los partidos debido a un mal diagnóstico inicial de que la carrera electoral estaba ganada.
Recién hace tres semanas, cuando los números en favor de Jara ya eran evidentes, el comando y la candidata accedieron a hacer un giro en la estrategia para salir a golpear a la abanderada del PC.
Las críticas desde los partidos del Socialismo Democrático también alcanzaban a los personeros del Frente Amplio. “No hay dudas que en la campaña se resquebró la confianza que se había logrado construir en estos años de gobierno con el Frente Amplio”, dijo un miembro de la directiva del PS, a la controversia que se produjo por la franja televisiva de la candidatura de Gonzalo Winter que reinstaló cuestionamientos a la Concertación.
Una controversia que llevó incluso a Tohá a interpelar a Winter. “Hay grupos que están muy atrapados en una caricatura y en una manera de mirar que yo pensaba que estaba superada y lo considero lamentable”, dijo el 13 de julio la entonces abanderada del Socialismo Democrático, dando cuenta de la molestia que se reinstaló entre los mundos de la ex-Concertación y el Frente Amplio.
Al interior del Frente Amplio los resultados de la jornada de ayer también fueron más que desalentadores. Más allá de sus dudas iniciales, de si asumir o no la candidatura presidencial, el diputado Gonzalo Winter y su comando siempre apostaron a capitalizar el respaldo duro al gobierno, cuyo piso ha oscilado en torno al 30%. Por lo mismo, desde el inicio de la campaña fue el único que aspiró a mostrarse como el candidato de la continuidad.
El magro 9,02% obtenido ayer por el diputado provocó un fuerte remezón interno en las filas del FA. Algunos dirigentes frenteamplistas pedían la cabeza de la directiva, encabezada por Contanza Martínez, a quienes responsabilizaban de no haber puesto al mando de la campaña a los equipos más experimentados y que ya habían trabajado en las campañas de Boric del 2021.
Cercanos a Winter han señalado que el abanderado del FA no era partidario de reflotar la retórica anticoncertacionista en la campaña. Por lo mismo, afirman, buscará ahora, al igual que la directiva del FA, salir rápidamente a cuadrarse con la candidata ganadora para fortalecer un discurso unitario, mientras que el debate interno sobre el rol del partido hacia delante será a puertas cerradas.
“Lo que viene ahora es un largo proceso de reflexión al interior de los partidos”, señalan dirigentes del oficialismo. Y es que son varios los factores que van a tensionar las relaciones entre los bloques que dan sustento al gobierno.
Uno de esos factores es la baja participación en la jornada de ayer. El oficialismo inicialmente apostaba a movilizar cerca de dos millones de personas, superando de esta forma los 1.750.889 electores que votaron en las primarias de julio de 2021 entre Gabriel Boric y Daniel Jadue.
Lo que estaba en juego, señalaban fuentes del oficialismo, era demostrar cohesión y capacidad de movilización electoral para enfrentar en mejor pie a los abanderados de las oposiciones, quienes desde meses están encabezando los sondeos de opinión pública.
Y aunque con el transcurso de los días las expectativas sobre participación fueron a la baja, el hecho de que haya votado ayer apenas el 9,12% de las personas habilitadas para sufragar en esta elección, fue otro duro golpe para los comandos y partidos de la centroizquierda e izquierda con miras a las elecciones de noviembre próximo, y abrirá un flanco de discusión de las razones por las que no fueron capaces de atraer y movilizar a un mayor porcentaje de la ciudadanía, pese a que había una coalición completa –el Socialismo Democrático y los adherentes de la DC– que esta vez sí podían votar.
Debates que impactarán sin duda en las negociaciones parlamentarias que están en curso y en las que varios representantes de partidos ya hablan de que será muy difícil lograr concordar un alista unitaria –como lo ha pedido La Moneda– para asegurar una mayor elegibilidad de los candidatos oficialistas.
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