La directiva nacional del Partido Radical de Chile anunció este lunes el inicio del cierre definitivo del proceso de normalización administrativa y financiera de la colectividad, luego de que el Servicio Electoral (Servel) aprobara el balance del año 2022, un paso clave tras la crisis institucional que estalló a mediados de ese mismo año.

En una declaración pública emitida tras una reunión oficial, la mesa directiva calificó la aprobación del balance como un “hito significativo” que marca el término de un periodo crítico para el partido.

Según señalaron, la colectividad debió enfrentar una situación “desastrosa” a fines de julio de 2022, cuando se detectaron graves irregularidades financieras y administrativas atribuidas a la gestión que dirigió el partido entre 2020 y 2022, período que tuvo como presidente a Carlos Maldonado, hasta su renuncia a fines de noviembre de 2021, y a Alberto Robles, hasta julio del año siguiente como interino.

Como consecuencia de esos hechos, los radicales se vieron obligados a reintegrar al Fisco cerca de 100 millones de pesos por gastos que el Servel consideró no acreditados, injustificados o ajenos al giro partidario.

Además, la colectividad ha debido enfrentar sanciones económicas adicionales, actualmente en proceso de pago, lo que ha requerido reorganizar su cartera de activos fijos para hacer frente a estas obligaciones.

“Se hace presente que ninguna de estas acciones son consecuencias de la actual gestión del Partido Radical de Chile”, precisó enfáticamente la declaración de la directiva, que encabeza el presidente nacional Leonardo Cubillos.

Presentarán querellas

Con los perjuicios ya determinados, la tienda anunció que reconvertirá las denuncias interpuestas por estas irregularidades en querellas formales ante la justicia. También iniciará acciones civiles con el objetivo de restituir los daños financieros ocasionados, “en contra de todos los que resulten responsables”.

Del mismo modo, se indicó que un abogado ya trabaja en la preparación de las acciones legales, que deberían presentarse “en el corto plazo”.

La directiva aseguró además que ha implementado una serie de medidas de control interno para evitar que hechos similares vuelvan a repetirse, reconociendo que la crisis anterior puso incluso en riesgo la existencia del partido.

“Hemos realizado todas las acciones de control interno que han sido necesarias para que estos actos no se vuelvan a repetir”, sostuvo la directiva.

En esa línea, la mesa enfatizó que el respaldo obtenido por el PR en las recientes elecciones municipales es una señal de recuperación del vínculo con la ciudadanía. “La confianza se recobra mostrando un partido limpio, probo y transparente”, aseguró la colectividad.

Finalmente, los radicales reafirmaron su voluntad de avanzar hacia una colectividad “abierta a la participación, lo colectivo y la descentralización”, como parte de su hoja de ruta programática en la nueva etapa que ahora busca consolidar.