Por Nicolás QuiñonesQuiebre de socialistas con Ossandón pone en riesgo sus chances de presidir el Senado en 2026
El senador RN contaba con respaldos transversales para continuar en el cargo. Sin embargo, dos episodios molestaron a sus pares socialistas, lo que puso una interrogante a su continuidad en el cargo el próximo año.

Un gran signo de interrogación se instaló en los últimos días en el Senado, respecto de quién será el encargado de presidir la Corporación a partir del 11 de marzo de 2026, cuando parta un nuevo periodo legislativo.
Hasta inicios de la semana pasada, la carta favorita y que contaba con más respaldos transversales, era el senador Manuel José Ossandón (RN), quien hoy preside la Cámara Alta, tras lograr un acuerdo entre un grupo de legisladores descolgados de derecha y el oficialismo. Ello le permitió alzarse como competencia y derribar, el 26 de marzo de 2025, a su par de Evópoli, Felipe Kast, -el entonces favorito para liderar el Senado, pues contaba, en teoría, con el apoyo de la UDI, RN, su partido y Demócratas.
La semana pasada, sin embargo, dos acciones de Ossandón dejaron en suspenso su continuidad, según fuentes del oficialismo y la oposición.
La primera es que -sin acuerdo de sus pares- intentó forzar el patrocinio del Ejecutivo para su emblemática reforma que busca reducir los llamados “supersueldos” del Congreso, pues algunos funcionarios ganan más que los senadores o el mismo Presidente de la República.
Otra acción que no cayó bien en los comités oficialistas fue que en la reunión de la Comisión de Régimen Interno -donde se resuelven asuntos administrativos del Senado- Ossandón sinceró su decisión de declarar desierto el concurso público para el jefe de Comunicaciones del Senado, proceso, realizado por una agencia externa y que estaba pendiente desde marzo de este año con una terna clara de ganadores.
Aunque Ossandón, en el Diario La Segunda, reveló que su decisión también afectaba a su jefa de comunicaciones, la periodista y exseremi Rosario Pérez (RN), quien había postulado al cargo, el hecho molestó a los socialistas -hoy sus principales aliados en el sustento de la actual mesa-, porque otro de los aspirantes que había quedado en la terna era el periodista Miguel Díaz (PS), antiguo jefe de prensa del expresidente del Senado y actual ministro del Interior, Álvaro Elizalde.
Uno de los argumentos del senador de RN para volver a congelar el concurso -iniciado durante la gestión de José García- era la alta remuneración que recibiría el jefe de comunicaciones, del orden de los 9 millones de pesos, lo que contradecía su plan de austeridad y su cruzada contra los “supersueldos”.
“Fue un proceso largo en el que participaron más de cien personas y se falta el respeto a todos quienes confiaron en el proceso... Anular ese concurso yo lo considero impropio y fuera de toda lógica”, dijo el senador Fidel Espinoza (PS) el martes pasado en la sala, ocasión en la que dijo que se equivocó en no haber apoyado a Felipe Kast (Evópoli) para la presidencia del Senado.
El jefe de bancada PS, senador Juan Luis Castro, sostuvo que “aquí hay una decisión arbitraria, porque no se puede dar de baja un concurso público que fue acordado conforme al régimen interno del Senado y luego resolverlo de manera unilateral... Las reglas no se cambian según la conveniencia del momento” y que el respeto a los procedimientos es clave para resguardar la institucionalidad y la transparencia del Congreso".
En los partidos de derecha y especialmente entre los senadores de Evópoli, que quedaron heridos con Ossandón por su descuelgue que perjudicó a Kast, tomaron nota de estos incidentes, por lo habría cierta tentación de tomar revancha con el senador de RN para bloquear su extensión en la presidencia del Senado.
En ese caso, las fuerzas de derecha podrían optar por darle el primer año de presidencia del Senado a la UDI, donde sus principales aspirantes son los senadores Javier Macaya e Iván Moreira. Incluso, no se descarta cederle el cupo a un senador del PPD o del PS para que le ponga la banda presidencial a Kast.
El nuevo reordenamiento de fuerzas
Una pieza clave en la anterior victoria de Ossandón fue el PS, en especial la senadora y presidenta de la colectividad, Paulina Vodanovic, quien logró convencer a sus pares del oficialismo de apoyar al exalcalde de Puente Alto con el fin de propinarle una derrota a la derecha con alguien de sus propias filas.
El hecho provocó un quiebre en Chile Vamos. Sin embargo, la tensión fue sepultada para no generarle un problema a la candidatura presidencial de Evelyn Matthei, quien coincidentemente en esa época también corría como favorita.
Gracias a ese acuerdo que permitió recuperar una cierta gobernabilidad en la Cámara Alta también fue elegido como vicepresidente el senador Ricardo Lagos Weber (PPD).
Prueba de ello, es que Ossandón generó una comunicación fluida con el Presidente Gabriel Boric, con quien no tenía una mayor relación.
Ese modelo colaborativo desde el Senado, también llamó la atención del presidente electo José Antonio Kast, quien ha hablado con Ossandón de la necesidad de mantener un buen clima político y de entendimiento entre el Ejecutivo y la principal rama del Congreso.
“En el gobierno del Presidente Boric nosotros hemos sido un factor de apoyo a las cosas buenas, hemos evitado las descalificaciones, las peleas y eso lo vamos a hacer también en el gobierno del Presidente Kast. Nosotros vamos a ser el estabilizador de la política chilena como lo demostramos”, dijo Ossandón, tras realizar la visita protocolar a Kast el lunes pasado.
Ese no era el único factor que le daba a Ossandón cierta ventaja para continuar a la cabeza de la Cámara Alta, al menos por un año más.
RN, su partido, si bien perdió algunos senadores, seguirá siendo la bancada más numerosa. Aunque la semana pasada sufrió su última baja, con la renuncia al comité de Alejandro Kusanovic (independiente ex-RN), al menos tiene ocho senadores y existe la posibilidad de que crezca con dos más (Rojo Edwards y Enrique Lee). Ese factor numérico le da una preferencia para que uno de los miembros de RN continúe encabezando la corporación entre marzo de 2026 y marzo de 2027, alargando a tres años la hegemonía de la colectividad. Esta preeminencia comenzó con la presidencia del senador García (RN) el 19 de marzo de 2024 y luego continuó con la elección de Ossandón.
Si bien en RN también es una carta fuerte la senadora Paulina Núñez, ella aún no se define si intentará competir por la presidencia de su partido, lo que sería difícil de compatibilizar con una postulación a la testera de la Cámara Alta. Aunque los dos cargos no son incompatibles legalmente, si la legisladora de Antofagasta llegara a ocupar simultáneamente ambas investiduras existe un riesgo de que en algún momento puedan cruzarse los intereses colectivos del Senado con los de RN, lo que generaría una encrucijada de índole ético, advierte fuentes consultadas al respecto.
COMENTARIOS
Para comentar este artículo debes ser suscriptor.
Lo Último
Lo más leído
3.
Plan digital + LT Beneficios por 3 meses
Navidad con buen periodismo, descuentos y experiencias🎄$3.990/mes SUSCRÍBETE

















