Las acciones de Tesla subían un 5,37% este viernes, cotizando en US$ 299,98 cerca del mediodía en Wall Street, luego que ayer las amenazas e insultos entre el director ejecutivo Elon Musk y el presidente Donald Trump impulsaran una caída de US$ 152 mil millones en la capitalización de mercado de la compañía.

El jueves el derrumbre fue colosal. Las acciones de Tesla sufrieron un duro golpe, cayendo un 14%. Pero se recuperaron un poco esta mañana en los primeros minutos de negociación, mientras los inversores intentaban evaluar lo que la pelea podría significar para el fabricante de automóviles eléctricos, señaló la agencia Reuters.

Las acciones de Tesla son conocidas por su volatilidad. A largo plazo, las acciones han subido más del 60% en los últimos 12 meses, recuerda la BBC.

Los analistas citaron un informe de Politico que indicaba que Trump había programado una llamada el viernes con Musk para negociar una tregua.

Sin embargo, un alto funcionario de la Casa Blanca le dijo a NBC News el viernes que Trump “no está interesado” en una llamada con Musk.

Además, Trump está pensando en vender su auto Tesla en medio de su disputa pública con el jefe de la compañía, según informó CBS News, socio estadounidense de la BBC.

“Musk necesita a Trump y Trump necesita a Musk por muchas razones, y que estos dos vuelvan a ser amigos será un gran alivio para las acciones de Tesla”, escribió el analista de Wedbush Securities, Dan Ives, en una nota el viernes por la mañana. “Seguiremos de cerca la situación hoy, pero creemos que las acciones de Tesla están muy sobrevendidas tras esta noticia”, añadió.

Elon Musk “perdió la cabeza”

Según dijeron analistas a Reuters, la disputa podría ayudar a distanciar a la marca de Trump, permitiéndole recuperar compradores que podrían haberse sentido desanimados por la política de Musk. Pero también significa serios problemas para las políticas gubernamentales que habían apoyado a la empresa, como los incentivos fiscales ofrecidos a los compradores de automóviles eléctricos, que ahora están siendo eliminados.

También podría exponerla a problemas regulatorios, si la Casa Blanca retrasara temas como la conducción autónoma, que había sido una prioridad para la empresa.

Las empresas de Musk, incluidas Tesla, SpaceX y Starlink, tienen contratos directos con el gobierno de Estados Unidos.

Musk, este jueves, se retractó de una amenaza anterior de desmantelar una nave espacial crucial de SpaceX utilizada por astronautas estadounidenses.

Y Trump, hablando este viernes con varios medios de comunicación estadounidenses, describió a Musk como “el hombre que ha perdido la cabeza”. Así se refirió a su antiguo aliado, a quien los medios estadounidenses han catalogado de broma como el romance de Trump. “El romance entre Trump y Musk se convierte en una ruptura pública caótica”, titulaba Politico este viernes.

La guerra de palabras entre Musk y Trump partió este jueves cuando Trump abordó directamente las críticas de Musk. Musk había pasado varios días atacando el proyecto de ley de impuestos y gastos del presidente, calificándolo de “abominación repugnante”, después de que el mandato del jefe de Tesla como jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental de EE. UU. llegara a su fin la semana pasada.

Pero la ruptura estalló abiertamente en las redes sociales cuando Trump dijo que estaba “decepcionado” con las críticas de Musk a su proyecto de ley de gastos. Musk luego acusó a Trump de “ingratitud” y agregó: “Sin mí, Trump habría perdido las elecciones”.