
Alza de la demanda a nivel global mantendría el precio del cobre en torno a US$4 pese a eventual arancel de 50% de EE.UU.
Según Juan Carlos Guajardo, director ejecutivo de Plusmining, los mayores exportadores chilenos a EE.UU. son Codelco, El Abra, BHP y Antofagasta PLC.

El anuncio tomó por sorpresa a casi todos los actores del mundo del cobre. Al gobierno, a las empresas mineras y al mercado. Este martes el presidente Donald Trump planteó un arancel del 50% para las importaciones de cobre, tras lo cual el valor futuro del meta rojo en EE.UU. saltó 17%. Sin embargo, las aguas empiezan a calmarse.
“La primera impresión fue de sorpresa por el monto, el mercado estaba trabajando mayoritariamente con un arancel de 25%”, dice Juan Carlos Guajardo, director ejecutivo de Plusmining.
Este miércoles, el cobre Comex recortó las alzas de la jornada previa y bajó 2,52%, a US$5,5423 por libra - al cierre de esta edición-. Y en la bolsa de metales de Londres, donde el precio se cotiza de manera spot -mientras que en EE.UU. se transa el cobre a futuro- se replicó la baja: según la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), el cobre al contado cerró este miércoles en US$4,37 la libra, su menor nivel desde el 30 de mayo. En la jornada retrocedió 2,92%, con lo que registró su mayor caída diaria desde el 30 de abril (-2,99%).
En lo que va del año, el cobre al contado en la Bolsa de Metales de Londres acumula un alza del 10,67%, y promedia US$4,29 la libra, un 3,7% más que en el mismo periodo año anterior.
En este contexto, en Chile el dólar subió $7,56 respecto al cierre de martes en la Bolsa Electrónica de Chile, llegando a un valor de $950,91 la unidad.
Al retroceso del precio del cobre, se sumó el de las empresas mineras. La norteamericana Freeport-McMoran, que se había visto beneficiada tras el anuncio, perdió 1,47% en la jornada, mientras que en Londres Anglo American cayó 2,47%, Rio Tinto -0,81%, Glencore -2,68%, y la chilena Antofagasta PLC descendió 2,89%.
Sin embargo, Guajardo sostiene que las variaciones no son cifras que señalen que el mercado ha entrado en pánico, sino que apuntan a que la sobredemanda por cobre desde EE.UU. se frenaría con los aranceles, impactando en los precios. No obstante, plantea que el mercado también está “un poco más acostumbrado a la retórica de Donald Trump”, a lo que se suma " algo de escepticismo" sobre la medida.
EE.UU. es el segundo mayor socio comercial de Chile, sólo superado por China. El año pasado, las exportaciones al gigante del norte llegaron a US$ 15.528 millones, de los cuales US$ 5.884 millones correspondieron a cátodos de cobre refinados.
El director ejecutivo de Plusmining detalla que Chile exporta entre 700.000 y 800.000 toneladas de cobre a EE.UU., casi completamente en cátodos. Del total, Codelco “explica casi un tercio de las ventas entre enero y abril. Después viene la mina El Abra, que es un joint venture entre Freeport y Codelco, con un 12%”, dice Guajardo.
Detrás se ubica, detalla el ejecutivo, con un 11% cada una, las minas Spence y Escondida, ambas de BHP, y Antofagasta PLC, que a través de las minas Antucoya, Centinela y Zaldívar, vende un 17% en total. “Y después viene una minera mediana, Las Cenizas, que vende 5%, y el restante son porcentajes menores”, explica.
Pero de imponerse un arancel de 50% indiferenciado sobre las importaciones de cobre, advierte Guajardo, tiene implicancias relevantes para EE.UU..
“Si EE.UU. quiere generar las 800.000 toneladas o 700.000 toneladas que le faltan, se demorará en torno a 10 años, que es lo que implica el desarrollo de las minas y las fundiciones. Es un tremendo esfuerzo, y quienes pagarán más serán los consumidores de EE.UU., no los vendedores de Chile, de Canadá o Perú“.
Con este telón de fondo, asegura Guajardo, los precios del cobre tendrán fluctuaciones en la segunda mitad del año, pero no debiera promediar bajo los US$4 por libra.
A su juicio, “hemos aprovechado la sobredemanda de la primera mitad del año, donde EE.UU. está acumulando metal por sobre lo normal. Si se aplica el arancel, ese incentivo a acumular cobre va a desaparecer, y se utilizará el cobre que se acumuló. Según algunas estimaciones, el cobre que se acumuló en EE.UU. debería durar para unos seis a nueve meses. Durante ese periodo el precio debería debería corregirse, porque habrá un subdemanda”.
No obstante, estima que la caída no sería profunda, “como para preocuparse”, y que se debiera considerar un precio de “US$4 para el segundo semestre del año”.
Hacia largo plazo, apunta que el costo de producción ha ido subiendo con los años y que está en torno a los US$4, lo que incluye costos de permisología, plantas desalinizadoras, así como “el avance del ambientalismo que también ha sido complicado por las mayores barreras que tienen los proyectos, lo que los ha encarecido”.
“Hay otro elemento importante: la exploración minera ha venido entregando peores resultados de lo histórico, la tasa de descubrimiento de cobre ha caído, con lo cual la cantidad de proyectos disponibles no es suficiente, sobre todo cuando la demanda de cobre se ve con mayor optimismo que antes. Entonces, el gap que se produce es mayor”, manifiesta.
En ese contexto, Guajardo señala que la demanda históricamente ha crecido entorno a 2,8% anual, pero se ha producido un alza de algunas décimas por el aumento de las energías renovables, y se prevé que sea mayor al 3% por año.
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