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El mayor desempleo estructural que acecha a la economía chilena

La tasa de desempleo completó 28 meses en 8% o más, generando preocupación entre los expertos que siguen el mercado laboral. Acusan falta de una agenda proempleo y que las leyes como salario mínimo y 40 horas, están generando un mayor costo para las empresas. Desde el gobierno responden que están avanzando en medidas como el proyecto que unificará los subsidios y el de sala cuna.

¿Cómo retirar los fondos de la Administradora de Fondos de Cesantía (AFC)? Foto: Aton.

Fue un dato que generó preocupación entre los economistas. La tasa de desempleo en el trimestre febrero-abril subió por primera vez en 14 meses en su medición anual y se ubicó en 8,8%. Pero la cifra no solo sirvió para que los expertos prendieran la luz de alerta, sino que también para explicar lo que está pasando en el mercado laboral, que durante los últimos meses ha ido perdiendo dinamismo.

Un ejemplo de aquello es que si hace un año se creaban más de 300 mil puestos de trabajo, en el trimestre enero-marzo fueron 80 mil, y ahora en el trimestre febrero-abril se generaron solo 20 mil nuevos puestos de trabajo, siendo la cifra más baja desde febrero-abril del 2021, en plena pandemia.

Además, la tasa de desempleo se ha mantenido en 8% o más por 28 meses, la tasa de ocupación bajó a 56,6% desde 57,1% de hace un año y la tasa de participación se ha mantenido estancada en 62,2%.

Una de las explicaciones es que la fuerza de trabajo, es decir, las personas que están buscando trabajo son mayores a los empleos que la economía está generando. En el trimestre febrero-abril, la fuerza de trabajo creció 0,6%, mayor a la presentada por las personas ocupadas (0,2%), lo que presionó al alza la tasa de desempleo.

En el lado “menos malo”, la creación de empleo informal se ido desacelerando durante los últimos seis meses. En este trimestre terminado en abril hubo una baja de 216.807 puestos de trabajo completando seis meses de caídas en la informalidad. Además, la tasa de ocupación llegó a 25,8%, la más baja del actual gobierno.

Otro de los datos que preocupa a los analistas es que las personas desocupadas aumentaron 4,3% en el último trimestre informado por INE. Esa alza estuvo incidida por quienes se encontraban cesantes (4,1%) y aquellas que buscan trabajo por primera vez (5,9%).

De esta manera, la población desocupada llegó a las 907.718, un 4,3% más alto que hace un año y en número es el mayor desde febrero-abril del 2021 cuando hubo 924.974.

Durante este gobierno, de acuerdo a las cifras del INE, se han creado 590 mil puestos de trabajo.

Expertos sostienen que para eludir el desempleo estructural urgen por medidas que impulsen la reactivación del mercado laboral. Foto: AtonChile. MARCELO HERNANDEZ/ATON CHILE

¿Desempleo estructural?

Para los economistas que siguen de cerca el mercado laboral, el hecho de que la tasa de desempleo se mantenga sobre 8% por 28 meses podría estar generando un cambio de nivel estructural del desempleo, es decir, este sería el nivel más permanente que podría estar la tasa de desempleo dada las condiciones macroeconómicas del país.

Pero esta situación para los expertos no es algo normal ni a lo que el país se tenga que acostumbrar, sino que todo lo contrario. Por ello, urgen por medidas que impulsen la reactivación del mercado laboral.

Entre 2010 y 2019, la tasa de desempleo promedió 6,9% siendo la mejor época desde que hay cifras comprables. Luego en 2020 llegó la pandemia que generó diversos efectos en la economía. En un primero momento, es decir, durante 2020, la tasa subió fuertemente y ese año promedio 10,9%, pero estuvo acompaña de un aumento de personas que tuvieron que salir de la fuerza laboral debido a las restricciones que hubo en ese momento. Por ello, los inactivos potencialmente activos superaron por varios meses el millón de personas.

En 2021, ya comenzó levemente a recuperar terreno el empleo y disminuir la tasa de desempleo. Ese año promedió 8,9%.

Luego en 2022, se comenzó a recuperar el empleo y el desempleo se redujo a una tasa promedio de 7,9%. Al año siguiente, el escenario comenzó a cambiar, la tasa de desempleo subió en el trimestre diciembre 2022-febrero del 2023 a 8,4% y en el trimestre enero-marzo a 8,8%. Desde fines del 2022, cuando la tasa de desempleo volvió al 8% y hasta la última cifra informada por el INE, la tasa de desempleo promedia un 8,6%.

Economista de Rojas y Asociados.

Patricio Rojas, economista de Rojas y Asociados, afirma que el país tiene “un problema de desempleo estructural. La tasa de desempleo en Chile está estabilizada en un nivel sobre 8% y lamentablemente no se ven señales que la puedan hacer disminuir, sino más bien con tendencia a seguir elevándose. Hoy estamos en 8,8%, en un mes donde no hay estacionalidad, por lo que se espera que no sea el más alto del año. Es probable que en julio-agosto la tasa podría superar el 9%”.

Alejandro Fernández, economista de Gemines, menciona que “si estamos en un problema estructural del desempleo, pero lo importante es que este desempleo estructural ha subido respecto del existente antes de la pandemia. La situación es particularmente grave porque la tasa de participación sigue siendo inferior a la normal antes de la pandemia, lo que indica que, a pesar que hay menos personas participando en el mercado laboral, la tasa de desempleo es persistentemente más alta que la que había antes de 2020”.

Otra mirada entrega la economista de Clapes, Carmen Cifuentes: “Lo que estamos observando es una señal clara de un problema estructural: la economía no está generando suficientes empleos formales de calidad ni logra absorber de manera adecuada a la fuerza laboral disponible”.

Una mirada más crítica a la respuesta que ha tenido el gobierno la entrega el director del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la UC, David Bravo, quien afirma que hay dos indicadores relevantes que están marcando “claramente la fiebre” en el mercado laboral. El primero, según menciona Bravo es la tasa de ocupación de 56,7% que “sigue bajo la tasa prepandemia de 58,2%, faltando aún 242 mil empleos para volver a dicho nivel. Incluso, si se saca a los jóvenes, el déficit de empleos considerando a las personas de 25 o más años, es de 215 mil. La tasa de ocupación actual es equivalente a la que teníamos en 2010, un retroceso de 15 años”.

El segundo indicador que releva el economista es la tasa de desocupación, que lleva 28 meses por sobre el 8%. “Nuevamente, en el periodo prepandemia debemos retroceder a 2010 saliendo de la crisis subprime y el terremoto, para encontrar tasas de 8%. Nuevamente, un retroceso de 15 años en el mercado laboral”.

Directora de la Escuela de Gobierno de UC. Foto: Pedro Rodríguez PEDRO RODRIGUEZ

Otro punto de vista entrega la directora de la Escuela de Gobierno de UC, Andrea Repetto, quien señala que “la composición etaria de la participación laboral también ha cambiado, con menos relevancia de personas en edad de estudiar y de trabajadores mayores. Ello puede ser estructural si las personas más jóvenes están accediendo a mejores oportunidades de estudio y los mayores a los beneficios que significa la PGU. Si este es el caso, entonces estos aspectos no son una mala noticia”.

Desde el gobierno, Nicolás Ratto, jefe de la División de Políticas de Empleo del Ministerio del Trabajo y Previsión Social, comenta que “sin estar satisfechos, el mercado laboral ha mostrado capacidad para crear puestos de trabajo, aun cuando sigue sin poder absorber todo lo que se le requiere por parte de los buscadores de empleo”.

En ese punto entrega un par de cifras: “La participación laboral ha aumentado en casi tres puntos desde inicios del gobierno, lo que se traduce en que más de 700 mil personas han ingresado al mercado laboral. De estos nuevos participantes, tres cuartos han encontrado trabajo y 160 mil lamentablemente no han podido. Ese es el desafío, poder generar las condiciones para que el mercado laboral produzca esos puestos de trabajo”.

Bajo crecimiento y ausencia de medida proempleo

En la argumentación, los expertos señalan que el escenario actual se debe principalmente al bajo crecimiento económico, la ausencia de medidas proempleo y a las leyes que se han impulsado bajo esta administración, como el alza del salario mínimo que llegará a enero a $539 mil y la reducción de la jornada laboral a 40 horas, lo que han elevado los costos de las empresas.

Bravo define esta situación como “crisis laboral” y afirma que se debe “al bajo crecimiento de la economía y a la falta de medidas especiales, como habría sido el caso si se evaluaba que nos encontrábamos en una situación de emergencia”.

Director del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la UC.

No obstante, critica el hecho de que se haya preferido generar un “entorno antiempleo, desde la incertidumbre política del primer proyecto constitucional hasta las medidas adoptadas que han incrementado costos en el mercado laboral como salario mínimo, 40 horas y el anuncio del proyecto de negociación por rama”.

Cifuentes subraya que “esto responde no solo a un bajo dinamismo económico, sino también a la ausencia de una agenda proempleo capaz de adaptarse a los profundos cambios que ha experimentado el mercado laboral, especialmente aquellos derivados de la transformación tecnológica”.

Y Repetto ve como factores el crecimiento de la economía que, si bien “ha estado creciendo algo por sobre a su potencial, que no es alto, lo que impacta la creación de empleo”. También dice que hay rezagos en algunos que son intensivos en la mano de obra. “Mientras la minería se ha recuperado, la construcción sigue rezagada. Ello tiene impacto en el empleo y desempleo, el cual persiste en una tasa bastante más alta que la que había en 2019 y años previos”.

Y también suma como un elemento a considerar “algunas regulaciones que pueden haber tenido efecto, como el mayor salario mínimo y la reducción gradual de la jornada laboral. A ello se va a sumar prontamente la mayor cotización previsional, que se irá elevando con gradualidad”.

Ratto dice que “con o sin desempleo estructural”, el gobierno está avanzando en medidas para el mercado laboral importantes y que por lo mismo esperan que cuenten con apoyo transversal. Ahí menciona el proyecto de ley de Subsidio Unificado de Empleo, “que devuelve la potencia y suma nuevas poblaciones beneficiarias a las herramientas de subsidio ya existentes”. Y el de sala cuna, que es una “herramienta esencial para potenciar el empleo femenino formal”.

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