
El mea culpa del director de Fonasa ante senadores por fallida licitación de nueva modalidad: “Hemos aprendido”
“Sacamos como conclusión que esto es un proceso complejo, es la creación de un mercado nuevo, es un modelo que es utilizado muy poco a nivel internacional”, señaló el director de Fonasa, Camilo Cid, ante los senadores de la Comisión de Salud.
Ante la Comisión de Salud del Senado, este lunes el director del Fondo Nacional de Salud (Fonasa), Camilo Cid, acudió a dar explicaciones sobre la fallida licitación para crear la Modalidad de Cobertura Complementaria (MCC), luego de que la semana pasada se declaró desierta, pues ninguna compañía de seguros hizo ofertas.
“Sacamos como conclusión que esto es un proceso complejo, es la creación de un mercado nuevo, es un modelo que es utilizado muy poco a nivel internacional”, señaló Cid ante los senadores.
Continuó comentando: “Creo que hay muy pocos ejemplos que uno pueda decir que hay un seguro de salud público que tiene un complemento a través de una licitación, que va a tener una cobertura privada de segundo piso, y por lo tanto, en nuestra propia realidad esto es toda una novedad, y que requería de muchos ajustes, y esta posibilidad, de que la primera etapa se declarara desierta, era una posibilidad. Ha ocurrido así, hemos aprendido”, agregó.
A su juicio, ello “revela que la licitación tiene aspectos complejos que estamos abordando ahora en una segunda etapa, y que a la vez nos produce una cierta enseñanza para poder incorporarlas en las bases de licitación nuevas que estamos preparando”.
Ahora Fonasa tendrá un plazo máximo de tres meses para convocar a una nueva subasta. Pero Cid dijo que “pretendemos hacer la segunda licitación lo antes posible”.
El proceso de licitación
Sobre el proceso de licitación, Cid explicó que llegaron 564 preguntas de las compañías de seguros de vida. “En una licitación que tenemos mucha experiencia, de prestadores, como la licitación GES y no GES de lista de espera, nosotros recibimos 580 preguntas, o sea, esta cantidad de preguntas es más o menos lo normal, y demuestra el alto interés que había en la licitación”, aseguró.
Del total de preguntas, comentó que hubo 174 de ellas que se enfocaron en la presentación de ofertas y adjudicación. A partir de ello modificaron las bases de licitación en algunos temas específicos que les hicieron ver en las consultas, por ejemplo, simplificaron la evaluación económica y la asignación formal, se hicieron ajustes para la transición de una licitación a otra en caso de declararse desierta la subasta siguiente, entre otros.
Otras 114 preguntas que llegaron, eran sobre las coberturas de la MCC. Cid detalló que aquí se aclaró la vigencia de las pólizas y sus coberturas, cuestiones más bien administrativas sobre cuánto duran los contratos, y se hicieron cambios a la norma técnica de la MCC, modificando las reglas de adhesión de los prestadores de salud.
Explicó que también hubo preguntas sobre la operación y sobre algunas bases de datos que subieron al sistema.
“Las observaciones que nosotros hemos leído. Hemos leído que hay un problema de masividad, y ante eso nosotros hemos planteado que diversos estudios que hemos publicado (...) nos mostraban la disposición de ingreso a la modalidad. De hecho, nuestras propias estimaciones eran mas conservadoras de las que leímos en estudios de la Asociación de Aseguradores. Nosotros estimábamos 1,6 millones de personas disponibles para inscribirse en la MCC en régimen en la primera licitación”, mientras el gremio estimaba entre 4,1 a 2,1 millones, dependiendo del precio de la prima y los prestadores, puntualizó Cid.
“También escuchamos que faltaban prestadores. La verdad es que los prestadores son bastantes extensos, hay más de 490 prestadores, de los cuales, 39 son clínicas. Pero vamos a lo concreto, efectivamente tenemos una red muy completa en todo el país, y en Santiago, probablemente, y eso es lo que escuchamos, faltan algunos prestadores conocidos, que dicho sea de paso, no es que nosotros creamos que son los más complejos, ni los...pero son conocidos, es cierto”, afirmó.
“Tenemos prestadores complejos, por ejemplo, la red Bupa completa, la Achs, el Hospital del Trabajador, el Hospital Clínico de la Universidad de Chile, sin embargo, cuando se mencionan algunas redes conocidas, que tienen dos o tres clínicas en Santiago, no aparecen, y eso se menciona como una falta de prestadores”, sostuvo Cid.
Sobre la crítica de las aseguradoras sobre una posible selección adversa, Cid respondió que “este tema se discutió mucho”, esto es, cuando las personas presentan comportamientos oportunistas frente a un seguro. Pero el director de Fonasa dijo que igualmente existe selección de riesgo, que es cuando los seguros responden frente a ese comportamiento.
“Nosotros tenemos aquí en el diseño cuestiones que abordan ambos temas”, aseguró, y lo ejemplificó con una prima comunitaria para la contratación, que toda la familia de una persona cotizante pueda estar en el seguro, un periodo de adscripción que considera seis meses de cotizaciones anteriores, o doce meses cuando son independientes. También hay obligatoriedades y cortapisas, detalló, por ejemplo, para el abandono del seguro.
Por último, dijo que “hay cosas que Fonasa tiene, que son programas de la Modalidad de Atención Institucional (MAI), y que no deben ser incluidos en la evaluación de la MCC, porque son de atención institucional, me refiero, por ejemplo, al acceso de prestaciones que tienen que ver con los programas de GES, segundo prestador, incluso las listas de espera GES y no GES, las personas pueden atenderse en un prestador privado, nosotros los derivamos”.
La etapa previa a la subasta
Sobre el proceso previo a que se declarara desierta la licitación, Cid explicó que publicaron el arancel para los prestadores que quisieran adherir a la MCC, que incluye 2.394 prestaciones, que corresponden a las de la Modalidad de Libre Elección (MLE) más algunas que se daban en el mundo privado y q no estaban sus códigos aún.
Se definió que la MCC cubrirá para las personas el 70% de los valores que allí están determinados para atenciones hospitalarias, y 75% para ambulatorias. Según Cid, “este arancel reconoció costos superiores a los costos reconocidos en la MLE, de manera que se acercó a los costos promedios del sector privado, y a los costos promedios de las propias licitaciones de Fonasa con el sector privado de clínicas; y también consideramos algunas prestaciones, sobre todo las ambulatorias y los PAD, teniendo una relación más razonable con los costos que estaban en cuestión”.
Destacó, además, que en todo el ámbito hospitalario el arancel funciona utilizando Grupos Relacionados por el Diagnóstico (GRD), “lo cual es una novedad tremenda para el funcionamiento del sistema”.
Luego, explicó que durante el proceso fueron a buscar a una red de prestadores, para lo cual firmaron convenios de adhesión, similar a los que se firman con la MLE. Hasta ahora han firmado 493 convenios con prestadores institucionales. De ese total, 39 son clínicas. De ellas, 32 son clínicas que tienen capacidad hospitalaria, y las restantes siete tienen capacidad ambulatoria, pero igualmente tienen GRD.
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