A inicios de este año se aprobó la mayor reforma de pensiones desde que en 1981 se creó en Chile el sistema de capitalización individual. Antes de ese hito, el país discutió por más de una década los cambios que, según distintos puntos de vista, eran necesarios.

Durante todo ese tiempo, la reforma fue el principal foco de la Asociación de AFP, integrada por seis de las siete administradoras: Habitat, Provida, Cuprum, Capital, Planvital y Modelo. Solo Uno no forma parte del grupo. El gremio analizó las propuestas, formuló sugerencias, hizo ver sus posiciones a los actores involucrados y, cada tanto, salió a dar su opinión pública sobre algunos temas.

Pero el foco será ahora otro. Como ya no habrá cada año una magna reforma previsional siendo discutida en el Congreso ni será éste uno de los temas centrales de los programas presidenciales, las AFP repensaron el rol del gremio.

La presidenta de la Asociación de AFP, Paulina Yazigi, dice que seguirán aportando en la discusión de políticas públicas, pero que ahora sumarán a su trabajo diario la implementación de la reforma previsional.

“Muchos nos preguntan: ¿están más relajados? Y no, la verdad es que hay mucho trabajo, porque desde la asociación hay cosas que se siguen haciendo como siempre, y en las AFP hay trabajo del día a día. Entonces, hay ciertas cosas que no cambian, pero además, hay que hacer la implementación de la reforma", comenta.

“En el caso de nosotros como asociación, en la parte más del debate público, claramente ahora cambia el eje, en el sentido de que es menos mediático, hay menos presión pública. Pero hay un trabajo silencioso de las AFP y de la asociación que no se ve en esta etapa”, agrega.

Yazigi cuenta que decidieron crear más de diez mesas de trabajo sobre distintos temas, de cara a la implementación de la reforma. De ellas, ya hay seis mesas trabajando. En algunas hay asesores contratados, sobre todo en temas legales, pero fundamentalmente están formadas por los mismos equipos de las AFP y el gremio. Además, cada AFP tiene sus propios equipos trabajando internamente.

“Esta debe ser sin duda la reforma más importante de pensiones desde que se crea el sistema. Entonces, son muchas dimensiones que hay que abordar. El rol de la asociación es tener esta mirada transversal que una todos los puntos, porque se puede estar discutiendo algo en la mesa de recaudación y acreditación, que tenga incidencia en las otras mesas, y hay que ir a unirlo. Por eso tenemos personas, incluyéndome a mí, que intentamos estar presentes en todas las mesas. La idea es tener una mirada operativa, tecnológica, legal y comunicacional”, afirma.

La presidenta de la Asociación de AFP cuenta que el mandato que tiene sigue siendo el mismo, esto es, “que siempre todo tiene que quedar lo mejor posible para el afiliado. Entonces, la idea de estos últimos dos años de discusión de reforma era qué tipo de propuestas podemos hacer para que de verdad suban las pensiones. Y ahora es: qué tipo de trabajo podemos tener para que de verdad suban las pensiones, pero ya implementando esta reforma”.

No solo pondrán foco en la implementación y en analizar los proyectos de ley que quedaron comprometidos con la reforma previsional (los cambios al Seguro de Invalidez y Sobrevivencia, el proyecto de ley de independientes y los fondos soberanos), sino que, además, Yazigi asegura que seguirán haciendo propuestas en temas que quedaron pendientes, o que están ausentes, ya que no fueron abordados en la reforma.

Además, afirma que insistirán para que se hagan modificaciones en asuntos que no quedaron bien redactados en la ley o propuestas que podrían mejorarse.

Los temas ausentes

Paulina Yazigi sostiene que hay varios temas que están ausentes y que quieren impulsar. “Nosotros tenemos que, como asociación, si estamos aportando a la política pública, revivirlos. Se discutió sobre revisar el APV (Aporte Previsional Voluntario), por ejemplo, cómo incentivar a hacer más ahorro voluntario. Se dejó de lado, algunas cosas positivamente, porque no se eliminaron algunas formas de ahorro que son supervaliosas. Pero la idea es ver cómo lo fomentamos más”, comenta.

Añade otros temas que, a su juicio, están ausentes y en los que insistirán, como subir la edad de jubilación, abordar la informalidad laboral y definir mecanismos de reajustes de la Pensión Garantizada Universal (PGU), porque “desde un punto de vista de pensiones, mientras más PGU, mejor, pero también hay restricciones como país y hay que ser responsables de no prometer beneficios que después no se puedan pagar”.

Otro asunto al que apunta Yazigi es “la institucionalidad de la Superintendencia de Pensiones, que tenía ya muchas atribuciones y se les dan muchas más. Hay algunos economistas, abogados, que han planteado distintos esquemas que podrían pensarse, una estructura más como órgano colegiado, para que haya más transversalidad en las opiniones y no se le carguen todas las responsabilidades a una sola persona”.

Los temas modificables

Además de los ausentes, Yazigi apunta a que hay asuntos modificables en la reforma previsional. “Hay ciertas cosas que uno podría pensar, revisar, aunque estén en la ley. Porque muchas veces se dice: ‘No, ya está en la ley, no hay posibilidad de cambiarlo’. Uno puede pensarlo en el futuro”, afirma.

Y lo ejemplifica con lo que ocurrió esta semana en Colombia, donde “se acaba de anunciar que la reforma de pensiones se pone completamente en pausa, que vuelve de vuelta al Congreso, porque hay asuntos que quedaron incoherentes, plazos que quedaron apretados, cosas que no hacen sentido. Probablemente, algunos financiamientos de pensiones que son insostenibles. Entonces, vuelve la reforma de pensiones a fojas cero”.

Igualmente aclara: “No estoy diciendo que sea el mismo caso para Chile. Pero sí plantearse que si hay cosas que se legislaron, que quizá quedaron abiertas, o con riesgo, o que finalmente en la práctica nos vamos dando cuenta como país que no son tan positivas, o que tienen riesgo, plantearse revisarlas en el futuro. Uno tiene que siempre estar buscando lo mejor”.

En ese sentido, sostiene que “hay ciertas cosas” en las mesas de trabajo que han formado “que van saliendo. Lógicamente, lo primero es la implementación y toda la normativa, cómo la vamos abordando. Pero también dejar nota de los temas que quizá no quedaron tan bien legislados y que tampoco se pueden arreglar en la regulación, y que hay que plantearse en el futuro de, ¿por qué no?, modificarlos”.

¿Qué cosas? Yazigi apunta a algunos plazos que “quedaron muy apretados. Hay ciertas cosas que hay que pensar bien cómo van a quedar establecidas. El régimen de inversiones, por ejemplo, que queda por escribirse. Está todo el tema de la regulación en torno a la licitación de afiliados antiguos, en que todavía hay mucha nebulosa (...) Cuando uno mira los plazos que están en la ley, quedaron muy apretados en la licitación de afiliados antiguos con los fondos generacionales”.

Acá se refiere a que los fondos generacionales “nacen en abril de 2027, y se terminan los multifondos, y a los pocos meses empieza el proceso de licitación” de afiliados antiguos de las AFP. “Por lo tanto, tener una transición hacia fondos generacionales, y además tener una licitación en que tengas que cambiar portafolios de una AFP a otra, creo que va a ser un desafío país importante, y para el regulador también lo va a ser”.

A juicio de Yazigi, se va a topar el plazo para transitar desde multifondos a fondos generacionales con la licitación del stock de afiliados. Pero además afirma que en la subasta las dificultades también son a futuro: “No solamente los primeros plazos quedan acotados, sino que todos los de después también. Los plazos en cada licitación quedan muy acotados para mover los afiliados de una AFP a otra”, afirma.

Más allá de los plazos, Yazigi enfatiza que “la licitación de afiliados antiguos propiamente tal, como siempre lo hemos dicho, y lo han dicho también otros técnicos, atenta contra una buena construcción de portafolios, que es la idea de los fondos generacionales”.

Las mesas de trabajo

Todas las mesas que ya están trabajando en la asociación “tienen caras operativas y tecnológicas, una cara más comunicacional, una cara más institucional, hay distintas facetas en cada mesa”, explica Yazigi.

También comenta que “hay temas de libre competencia que están muy bien resguardados y hay ciertos temas que no se tocan y otros que sí, y se tocan transparentemente frente a la Superintendencia”.

Las mesas de trabajo son variadas. Una de las que ya está funcionando es sobre recaudación y acreditación; otra versa sobre el Seguro Social, porque si bien su funcionamiento tiene más bien relación con organismos estatales, como el IPS y el Fondo Autónomo de Protección Previsional (FAPP) que creó la reforma, igualmente hay temas que atañen a las AFP.

“Hay todo un tema en torno al Seguro Social que tiene que ver con la recaudación y la acreditación de los puntos de cotización que van a ir incrementándose, con el préstamo que se va a hacer al FAPP, con lo que va a aparecer en la cartola reflejado para el afiliado, con cómo se va a pagar y cómo se van a calcular los beneficios”, explica.

También hay mesas de trabajo sobre PGU; cobranza; el SIS; y la creación de los fondos generacionales. Si bien todos los asuntos los mantienen ocupados y preocupados, este último es el que más preocupa.

“Hay una mesa de inversiones, nos hemos reunido varias veces con la Superintendencia para ir a explicarle cuáles son las principales preocupaciones y aristas que nosotros como AFP tenemos muy a la vista, que no tienen solamente una cara operativa, sino que tienen una cara del diseño más teórico de los fondos generacionales”, añade.

Yazigi recuerda que, según cómo quedó redactado el proyecto, el régimen de inversiones lo establece el regulador, “y eso es muy distinto a cómo quedó en todos los otros países. Entonces, claramente hay una preocupación de poder aportar, que las AFP siempre tengan una voz para poder decir mira, así más o menos debería ser. Hay mucha experiencia de las AFP en otros países”.

Afirma que este tema “es importante porque dependiendo de cómo quede el régimen de inversiones, al final puede quedar un perfil de inversiones peor que los multifondos, y puede perjudicar a los afiliados. Si queda mejor, beneficia a los afiliados, y el beneficio es muy tangible. El cambio puede ser muy significativo. No olvidemos que un punto más de retorno significa un 20% o un 25% más de pensión”.

La idea es que estas mesas funcionen durante toda la transición. “Cuando uno ve los plazos, uno habla de que tenemos 36 meses para implementar esto, pero la verdad es que lo más grueso es este año. Este año tiene que estar muy enfocado en la implementación. El próximo año van a quedar algunas cosas pendientes, como el régimen de inversiones, y ya en tres años más esto va a estar prácticamente asentado. Entonces, la verdad es que hay poco tiempo, no hay tres años”.

El fin de Mis Beneficios

El gremio decidió cortar el programa que ofrecía descuentos a afiliados y pensionados en distintos comercios, llamado Mis Beneficios AFP. Eso ya se hizo realidad.

“Mis Beneficios se acabó. La verdad es que toda la organización debe preguntarse, ¿qué necesitamos ahora, qué es lo mejor que puedo ofrecer a los afiliados? Y si bien los beneficios eran muy valorados, hoy había que abocarse completamente a educación previsional, comunicación, explicar, implementar, todavía hay muchas cosas por hacer", argumenta Paulina Yazigi.

El equipo de Vinculación, que es el encargado también de Previsionarios AFP, era el que manejaba Mis Beneficios. Pero “hay tantas cosas por hacer que la verdad es que, como cualquier organización, hay que replantearse dónde está el foco. Además, yo lo pienso más como ponerlo en pausa: cómo podemos rediseñarlo en el futuro, usando toda la tecnología que hay, para volver a retomar el esquema. Yo creo que eso es fácilmente retomable, creo que no es algo que se elimina, es algo que se pausa”.

¿En términos de los recursos que destinaban las AFP a la asociación, siguen siendo los mismos, pero ahora se reenfoca todo para la implementación?

La Asociación de AFP, como todas las organizaciones, ha tenido que ir adaptándose, ha pasado por distintos periodos, periodos de calma, periodos de retiros, periodos de discusión de reforma, ahora implementación de reforma, también estuvo la PGU, o sea, cada tiempo ha ido implicando distintos focos, distintos ritmos, distintas formas de organizarse, pero en general, el rol que cumple el gremio en cualquier situación es justamente eso, de poder coordinar, apoyar, y que sea lo mejor para los afiliados.

En cuanto a campañas comunicacionales que habían venido haciendo en los últimos años, ahora ya no se escuchan. ¿Eso va a seguir así este año, o podría venir alguna?

Es que siempre tenemos distintas formas de comunicar, y tenemos distintos tipos de campañas. Hay campañas que educan, campañas que alertan, dependiendo de la situación de la discusión país, o discusión de pensiones, uno les pone un cierto tipo de mensaje, o las pasa por distintos medios, hoy nuestra campaña es Previsionarios AFP, porque tenemos que estar educando y explicando en qué va la implementación de la reforma, pero también hay distintos aspectos que vamos a estar levantando.

Hay mucho trabajo en términos de informalidad laboral, y eso también uno lo une con implementación de la reforma, porque esta ley de independientes que viene de aquí a marzo tiene que ver con informalidad justamente, entonces, cómo nuestra agenda de informalidad, que ya lleva más de dos años, que toma el equipo de Vinculación, cómo lo unimos a esta necesidad de que haya un buen proyecto de ley de independientes. Entonces, esto sigue.