Empujado por su vasta industria de energías renovables, especialmente la solar, Chile se convirtió en uno de los países donde más crece el negocio de las baterías de almacenamiento a gran escala (BESS).

Según la consultora Rho Motion, una división de Benchmark Mineral Intelligence, el país se encuentra en un “umbral de crecimiento significativo en el sector de sistemas de almacenamiento de energía en baterías (BESS), impulsado por el rápido despliegue de energía solar fotovoltaica”.

La semana pasada, Rho Motion sostuvo que Chile junto a China y Australia habían liderado los despliegues globales de esta tecnología durante abril, días después de que un informe de la misma entidad colocara a Chile como uno de los mercados de almacenamiento de energía más interesantes para 2025.

“China representa aproximadamente dos tercios de la capacidad instalada de BESS a escala de red en todo el mundo. Le sigue Estados Unidos, que representa alrededor del 25% del mercado total instalado. Dentro de Europa, el Reino Unido tiene con diferencia la mayor capacidad instalada, con 7,5 GWh. Otros mercados notables incluyen Australia y Chile, que en los últimos años han desarrollado una importante capacidad… Algunos mercados clave a tener en cuenta en 2025 son Australia, Arabia Saudita, Europa Central y Oriental, Canadá y Chile”, sostuvo la firma en su reporte “Top 20 Countries by Battery Storage Capacity”.

Acorde los datos del Ministerio de Energía, al cierre de enero pasado había en Chile 21 proyectos de baterías funcionando, la mayoría en la Región de Antofagasta. Y hasta el cierre de esta edición otros 10 figuran registrados en el Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), solo este año. Se trata de proyectos de baterías stand-alone y/o asociados a plantas fotovoltaicas o eólicas.

Riesgo de sobreoferta

En Rho Motion descartan un riesgo de sobreoferta, a corto plazo, debido a la necesidad de almacenamiento de la energía solar. “Chile está en el inicio de su camino en el almacenamiento de energía (BESS). Actualmente, la penetración de mercado es baja en comparación con el desarrollo de la energía solar”, respondió la compañía a Pulso.

Acorde a la entidad, el rápido desarrollo de la energía solar fotovoltaica en el país, que en menos de cinco años pasó de aportar del 7% al 37% de la matriz energética, ha creado un importante mercado para el almacenamiento de energía, por lo que por ahora existe poco riesgo de sobreoferta desde el punto de vista de los BESS. “Esto se debe principalmente a las menores restricciones y a la capitalización de las oportunidades de arbitraje de energía. Sin embargo, a medida que el mercado eléctrico madure, y como hemos visto en otros mercados menos incipientes, pueden surgir posibles fuentes de ingresos para los operadores de baterías chilenos a través de varios mercados de servicios complementarios, si los reguladores permiten que los BESS participen o sean una tecnología preferida”, especificó la consultora.

Rho Motion sostiene que la normativa chilena permite a los inversionistas una mayor visibilidad de los ingresos, “lo que a su vez hace que los proyectos sean más financiables”.

Respaldo en apagón

Según la base de datos mensual de almacenamiento estacionario de energía en baterías de Rho Motion, el mundo sumó un 13% más de capacidad durante el primer trimestre del año. Sus proyecciones indican que el negocio seguirá creciendo en todo el planeta a medida que se desarrollen nuevos parques de energía renovable y el mundo avance en sus planes de descarbonización.

La firma destaca la capacidad de las baterías para respaldar el sistema y su inercia, especialmente en caso de apagón. “Chile, particularmente en el norte, enfrenta una congestión significativa de la red y una restricción de energías renovables, debido al rápido despliegue de energía solar y eólica sin la capacidad de transmisión correspondiente. Las baterías ofrecen una solución, pero solo si están ubicadas estratégicamente para aliviar la congestión y almacenar el exceso de generación”, sostuvo. Ello, a raíz de la característica de sistema interconectado que tiene el país.

La firma advirtió que un despliegue descoordinado de BESS corre el riesgo de colocar las baterías en ubicaciones donde no pueden ofrecer mayor valor al sistema. “Las baterías pueden aliviar la carga en la red de transmisión en momentos de alta generación cuando estas líneas de capacidad limitada corren peligro de sobrecalentamiento. Esto mantiene la confiabilidad del sistema al tiempo que limita el alcance de la restricción de energía renovable costosa e ineficiente”, explicitó.

Los BESS pueden almacenar energía durante periodos de alta generación y reinyectarla cuando la demanda lo exija, lo que ayuda a evitar apagones y a mejorar la confiabilidad del suministro. Cuando todo era producido por combustibles fósiles, turbinas o generadores diésel entraban rápidamente al sistema para enfrentar las caídas de frecuencia y mantener la estabilidad de la red. Hoy esta tarea recae cada vez más en las baterías.

De hecho, el ministro de Energía, Diego Pardow, destacó a mediados de abril durante la inauguración del proyecto “BESS del Desierto” de Atlas Renewable Energy su aporte a la estabilidad del sistema eléctrico nacional. Emplazado en terrenos fiscales de la comuna de María Elena, Región de Antofagasta, BESS del Desierto es el primer parque de baterías con el sistema stand-alone a gran escala que se construye en Chile y Latinoamérica.

Durante su inauguración a fines de abril, el secretario de Estado se subió al boom del sector anunciando que ya hay “en operación 950 MW (en Chile) y, con BESS del Desierto, vamos a superar ese umbral. A enero de 2026, habremos alcanzado una meta que inicialmente estaba proyectada para dentro de cinco años”, apostó.