
Ignacio Briones: pensar en recortar “el empleo público a la mitad y todas esas cosas que uno escucha, eso es basura”
El exministro de Hacienda, Ignacio Briones, y el exvicepresidente dele Banco Central, Pablo García, participaron en el seminario “Es el momento de hablar de Chile”, organizado por Santander.

La necesidad de establecer una mirada a largo plazo para subsanar el déficit fiscal y proyectar un crecimiento de tendencia superior al actual, fueron los aspectos que el exministro de Hacienda, Ignacio Briones, y el exvicepresidente del Banco Central, Pablo García, abordaron en el marco del seminario “Es el momento de hablar de Chile”, organizado por banco Santander.
Respecto a la posibilidad de alcanzar un crecimiento del PIB de 4%, García, economista que apoya a la candidata presidencial Carolina Tohá, señaló que “tenemos algunas ventajas: somos un país chico y poco diversificado, por lo que identificar las ventajas comparativas es bastante fácil”.
“Sabemos dónde están los sectores que pueden empujar esta ola de crecimiento hacia adelante: ahí están las energías renovables; la virtud de un mercado de capitales relativamente amplio, pero que requiere ciertas cosas que hay que ir mejorando, por ejemplo lograr que las empresas medianas crezcan más. Tenemos un cariño por las pymes, pero debemos tratar de que crezcan. Y tenemos que lograr que el Estado sea un poco socio de todo esto, y no sólo un espectador, o peor aún, una traba”, manifestó.
Al respecto, según Briones, quien participa en el equipo programático de la candidata Evelyn Matthei, en una política de crecimiento a largo plazo “el Estado juega un rol clave, porque genera los incentivos para crecer. El crecimiento nunca va a ser producto de la buena voluntad ni va a caer de Marte, esto pasa por la política pública, (el Estado) tiene un rol fundamental en poner el marco”.
Adicionalmente, señaló que en la comisión Marfan “una de las primeras medidas que propusimos es modificar el sistema político, porque si está bloqueado y fragmentado es difícil”.
Además, indicó que elevar el crecimiento tendencial no es tarea que afecte a un solo gobierno, pues “requiere afectar variables reales que afectan innovación, capital humano, productividad, son palancas estructurales”.
Sostenibilidad fiscal
Respecto de la sostenibilidad de las cuentas fiscales, Pablo García sostuvo que la meta de una deuda prudente de 45% del PIB “creo que es razonable, hay que mantenerla; la idea de una consolidación del desbalance estructural de aquí hacia fines de la década es algo que uno tiene que perseguir, pero la conclusión es que el crecimiento del gasto público durante los próximos años no da más que 1%-1,5% real, y eso con la estructura tributaria actual. Pensar que uno puede reducir los impuestos y cumplir con estas metas, no cuadra, porque hay que suponer que la economía crecerá al 2,5% en los próximos años”.

Indicó que también “hay que ser realistas sobre dónde están los espacios para recortar gastos. Hay veces donde la gente muy de izquierda cree que las empresas están paradas en un pozo de dinero y que basta con cobrar impuestos, y hay veces que gente muy de derecha cree que el gobierno está lleno de grasa y basta con cortarla, pero la realidad en Chile es que ninguna de las dos cosas es cierta”.
“El Estado no es disfuncional y sobredimensionado, no hay tanto espacio para llegar y recortar para que tenga efectos macroeconómicos relevantes.”, enfatizó, y agregó que la PGU “es una política que, en lo grueso, no tiene financiamiento. Eso es un problema, tenemos una brecha de financiamiento para una provisión con la que todo el mundo está de acuerdo, que hay que pensar”.
Por su parte, Briones aseguró que “si uno se lo quiere tomar en serio, tiene que salir de las caricaturas y de que hay balas de plata”, y que pensar en recortar “el empleo público a la mitad y todas esas cosas que uno escucha, eso es basura. Eso es no tomarse en serio la discusión. Tenemos un ejemplo en el país más desarrollado del mundo: DOGE fue un fracaso completo, y recuerdo la cantidad de personas bien pensantes que estaban enamoradas de ese programa. Esto es difícil”.

En esa línea, detalló que “el déficit estructural de Chile es sistemático desde 2012-2013. El promedio del 2012 hasta antes de la pandemia era 1%, en este gobierno sin crisis será 2% del PIB. Pero es un problema que atraviesa todos los gobiernos, y el problema es que comprometemos gastos contra ingresos que soñamos que tendremos”.
“Acá hay que hacer el ajuste y eso no es popular, pero hay que decirlo”, sostuvo. Así, explicó que si bien se pueden recortar horas extras y viáticos, “el típico cuento del cierre de programas es más difícil, porque la mayoría de los programas mal evaluados son chicos, de los 700, 60%, es decir unos 400, son de cerca de US$5 millones. Si se cerraran los 400, estamos hablando de un ahorro de US$600 millones. Es importante, pero no mueve la aguja”.
“En todos los países los recursos de verdad están en las áreas de seguridad social, salud, vivienda, educación y pensiones. Tocar ese dinero es difícil. Lo que uno debiera es fijar una trayectoria de reajuste de aumentos que sea mucho más lenta de lo que hemos tenido. No es bajar, es definir un mecanismo de indexación”, señaló.
Según Briones, Evelyn Matthei ha dicho, “y la han criticado injustamente a mi juicio, que recortará US$6.000 millones en los cuatro años. Siempre le digo que se queda corta, eso equivale a US$1.500 millones por año, 0,4% del PIB. Pero el desafío que tenemos, con un déficit estructural que estará en torno al 2%, si quisiera llevar al 1% al final de los cuatro años, es de US$9.000 millones”.
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