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La cuenta a pagar en Chile y el mundo por la guerra arancelaria de Trump

Durante las últimas semanas el líder republicano ha inyectado mayor incertidumbre a la economía mundial con nuevos anuncios de alzas arancelarias. Los expertos creen que este escenario de tensión se mantendrá en los próximos años y anticipan un mundo más cerrado al libre comercio. Para Chile anticipan efectos a partir del año 2026.

Donald Trump JIM WATSON

Cuando Richard Nixon en los años ‘70 usaba como arma negociadora de la política exterior de Estados Unidos un comportamiento irracional e impredecible, pocos lo entendieron inmediatamente como una estrategia clave para enfrentar las tratativas con el bloque comunista de la época. Que el Presidente de Estados Unidos se mostrarse como un “loco” dispuesto a todo, podía obligar a ceder hasta el más duro rival. 50 años después, el líder republicano Donald Trump utiliza la misma estrategia, la llamada doctrina de lo impredecible o la “teoría del loco”, para sacar ventajas de la guerra arancelaria que hoy tiene en alerta a todos los socios comerciales del país norteamericano.

Sin entregar detalles, como es su costumbre, y bajo un relato lleno de amenazas que van más allá de lo económico, Trump volvió a sembrar la incertidumbre estas últimas semanas. A la aplicación de un 10% de aranceles parejo para sus socios comerciales como parte de su estrategia de “reciprocidad comercial”, anunciado el 2 de abril pasado en el llamado Día de la Liberación, esta vez el líder republicano dejó en ascuas a un grupo de naciones asiáticas que tenían la esperanza de evitar incrementos mayores de las tarifas aduaneras. La Casa Blanca publicó el 7 de julio pasado 14 cartas dirigidas a países como Indonesia, Tailandia, Corea del Sur, Myanmar, Laos y Japón, donde se informaba de tarifas aduaneras que fluctúan entre 25% y 40% a partir del 1 de agosto. Además del arancel de más de 50% que afectará a China y que se iniciará en dos semanas más, Trump anunció una tarifa aduanera de 50% para Brasil como represalia política.

La serie de anuncios de las últimas dos semanas también afectaron a la Unión Europea, México y Canadá, con tarifas de entre 35% para el bloque y del 30% para las naciones norteamericanas. Sin embargo, Trump fue más allá la semana pasada y -sin entregar detalles oficiales sobre qué tipo de metal gravaría- anunció una tarifa de 50% (a partir del 1 de agosto) para el principal producto de exportación de Chile, el cobre. Esto, mientras avanza la investigación del gobierno de Estados Unidos sobre las tarifas a imponer a las importaciones de madera y derivados forestales, otro producto que nuestro país exporta a esa nación.

Foto: REUTERS.

En medio de estas nuevas trabas al libre comercio mundial e intensas señales de incertidumbre para los mercados, los expertos comienzan a debatir sobre cuándo las economías del mundo y Chile “deberían pagar la cuenta” de la guerra arancelaria. “Los anuncios más recientes de Trump, reconocen el riesgo de que la guerra comercial se agudice. Por lo pronto, el mercado lo ve más bien como una estrategia de negociación, dados los movimientos que han registrado las bolsas, así como los indicadores de volatilidad. Si bien se apuesta porque los aranceles sean más bajos, se instalan barreras que llevarán a un menor comercio internacional y, por tanto, a un menor impulso externo”, afirma Sergio Lehmann, economista jefe de BCI.

Los bemoles

Esta semana siguieron los primeros indicios de que la guerra arancelaria de Trump comienza a calar en la economía norteamericana. La inflación se aceleró en junio a un 2,7% respecto al año anterior, el ritmo más rápido desde febrero y una cifra ligeramente superior a la esperada. “Algunos de estos costos arancelarios se están trasladando al consumidor”, dijo a New York Times Stephen Juneau, economista del Bank of America.

Sin embargo, para el grueso de los economistas locales, el efecto de las restricciones al comercio mundial se hará sentir en el resto de las economías, incluido Chile, a partir de fines de este año y, con mayor fuerza, desde 2026 en adelante. Para el socio de Gemines, Alejandro Fernández, el impacto de la guerra arancelaria aún no es visible para la economía mundial y Chile, ya que muchos importadores están anticipando compras como estrategia para eludir el alza de aranceles que viene para diversos productos.

Alejandro Fernández Andres Perez

“Lo natural sería que haya consecuencias negativas importantes para Estados Unidos y para el mundo a partir de fines de año o durante el año que viene. A partir de eso nos va a pegar como economía chilena”, afirma el economista, quien cree que el impacto para Chile el próximo año podría traducirse en un medio punto o un punto menos de crecimiento. “Es decir, un crecimiento de 2% o algo más podría verse reducido a entre 1% y un 1,5%”, complementa Fernández, quien llama a dilatar cualquier acuerdo entre Chile y Estados Unidos en materia arancelaria a la espera de los veredictos sobre la legalidad de la medida de Trump que entreguen los tribunales norteamericanos.

La aplicación de aranceles por orden ejecutiva y utilizando la legislación de emergencia es probablemente ilegal y está siendo desafiada en las cortes americanas (…) esto puede ser un freno importante a la política de Trump en la medida que pase el tiempo”, sostiene.

Chile tendrá una nueva ronda de negociaciones por el alza de aranceles con su par de Estados Unidos del 28 al 31 de julio próximo. “Los temas del diálogo técnico se basan en estas cinco grandes categorías. Una tiene que ver con barreras arancelarias y cuotas. Otra que tiene que ver con barreras no arancelarias y asuntos relacionados con el comercio, como asuntos regulatorios. La tercera tiene que ver con comercio digital y tecnología. La cuarta sobre temas de seguridad económica y la quinta son consideraciones comerciales”, explicó esta semana la subsecretaria de Relaciones Económicas Internacionales (Subrei), Claudia Sanhueza.

Los efectos

“Esperamos que el próximo año sea peor que este en términos de crecimiento global. Esperamos un crecimiento mundial de menos de 2% el próximo año, gracias a que la contracción del comercio exterior global afectaría a la economía de Asia emergente (…) Tenemos un escenario de que Chile crecerá 0% el próximo año”, dijo el director de Estudios de LarrainVial, Leonardo Suárez en una reciente entrevista con Pulso.

Felipe Lopeandía, gerente senior de Tax & Legal en Deloitte, también cree que los efectos de la guerra comercial en Estados Unidos y el mundo no se sentirán inmediatamente. “Mi impresión es que las consecuencias de esto son más de largo plazo, se van a dejar sentir más adelante. Nunca el proteccionismo ha sido algo que ha beneficiado a la economía global. Tenemos una globalización muy instalada actualmente. Los ciudadanos desarrollan su vida sobre la base de lo que entrega la globalización, de lo que entregan los intercambios comerciales. Conducir a una economía como la estadounidense a una suerte de autarquía o a una suerte de aislamiento, no debiera conducir a buenos resultados a la larga”, reflexiona el exdirector de Asuntos Económicos Bilaterales de la Subrei.

Felipe Lopeandía

El experto de Deloitte también cree que la incertidumbre que ha generado Trump con sus medidas a la economía mundial seguirá presente durante este año. Sin embargo, estima que una vez que el efecto de la guerra comercial se instale en la economía norteamericana y las elecciones de mitad del mandato en Estados Unidos el próximo año se acerquen, Trump podría mostrarse más cauteloso con sus medidas.

“Este año vamos a seguir navegando en este mismo mar. No veo un cambio muy importante respecto de lo que ha venido haciendo hasta ahora mientras no haya un cambio político que provenga de lo que vayan mostrando las cifras económicas en Estados Unidos y de lo que se vaya anticipando en términos de los resultados de las elecciones del próximo año... y si hay señales de que los demócratas están ganando terreno en recuperar alguna cámara del Congreso”, explica Felipe Lopeandía.

“Vamos a seguir esta suerte a veces de montaña rusa en que nos coloca Trump. Puede haber matices y de repente podría anunciar algún acuerdo con la India en las próximas semanas, con la Unión Europea, pero en lo central esto se va a mantener por un buen tiempo”, complementa el experto de Deloitte.

Andres Pérez, economista del Banco Itau. Andres Perez

En la misma línea, Andrés Pérez, economista jefe para Latam de Itaú, dice que todo lo sucedido con los anuncios de Trump durante las últimas semanas reafirma un mundo con mayores cortapisas al libre comercio. Esto confirma un escenario de que vamos a transitar a un mundo con mayores aranceles, independiente de que pueda haber negociaciones. Más allá de este interés en negociar, transitaremos a un mundo donde en Estados Unidos va a ser una economía más cerrada, lo que es una mala noticia para economías abiertas y pequeñas”, afirma.

“Es parte del nuevo mundo con mayores niveles de incertidumbre con el que vamos a tener que aprender a relacionarlos. Quizás el tema de fondo que más preocupa al mundo macro es que, independiente de los diferentes tipos de negociación que hay, pareciera que los mayores niveles de aranceles llegaron para quedarse”, complementa el economista de Itaú, quien estima que los efectos futuros para el país podrían venir por el lado financiero, dado el efecto en las tasas largas de la debilidad fiscal de Estados Unidos.

Si bien reconoce que los pronósticos iniciales que apuntaban a un deterioro más rápido de la economía estadounidense producto de la guerra arancelaria no se han cumplido, prevé que los efectos en la actividad y en la inflación se van a instalar en algún momento.

“Los efectos en la actividad económica en Estados Unidos y también en la inflación se van a ver en el tiempo. No los hemos visto a la fecha con tanta fuerza, pero van a llegar. Para Chile lo más probable es que nos vaya a moderar el muy favorable impulso externo que tenemos hoy día. Es muy probable que tengamos viento de cola para la actividad económica en Chile este año, pero también es muy probable que se vaya perdiendo fuerza hacia el próximo (…) Para el 2026 tenemos proyección de crecimiento en torno a 2% y eso no es por una pérdida del dinamismo interno, sino más bien por una moderación del escenario externo. Nuestros principales socios comerciales debiesen de seguir perdiendo fuerza a partir del próximo año”, proyecta Andrés Pérez, quien anticipa que también algún deterioro del comercio exterior se podría ver en el segundo semestre de este año.

Sergio Lehmann, economista jefe de BCI Reinaldo Ubilla

Sergio Lehmann de BCI coincide en que este escenario de incertidumbre y de medidas restrictivas para el libre comercio se van a mantener durante todo el gobierno de Trump. “Por lo menos durante los tres o cuatro años próximos este escenario se mantendrá así, algo incierto, algo ruidoso”, anticipa.

“Lo que vamos a ver hacia adelante son crecimientos de tendencia, potenciales, algo más bajos, justamente porque ese impulso que viene a través del comercio global no va a estar o no va a ser de la misma magnitud de lo que ha sido en los últimos años. Por lo tanto, esa cuenta se va a pagar”, concluye Lehmann.

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