
La primera C: comprensión

Una forma simple de entender en qué consiste una estrategia de desarrollo son las “4C”: comprensión, contribución, compensación y concesión. Las próximas tres columnas explicaran en qué consisten las otras “C”. Hoy partimos con la primera.
La primera “C” es la “comprensión”, esto es, cómo la ciudadanía de un país entiende a rasgos gruesos la estrategia económica que propone y pretende su clase política y empresarial. Puede que no la comparta o le guste, puede que la encuentren insuficiente o, al revés, excesiva y voluntarista, pero lo primero es que la entienda. Una prueba relativamente simple de si existe una estrategia de desarrollo “comprensible” es si es posible explicarla en términos gruesos en un párrafo breve.
Por ejemplo, en tiempos de la Concertación, la estrategia consistía de: primero, una agresiva política de fomento exportador sustentada en convertir a Chile en un líder en la firma de tratados de libre comercio (TLC); segundo, la aceleración de la inversión en infraestructura basada en el mecanismo de las concesiones; y tercero, una paulatina y ordenada reconstrucción del sistema de protección social bajo un régimen de sustentabilidad y responsabilidad fiscal. A mí, personalmente, siempre me faltó, en esa estrategia, una agresiva modernización del sistema educativo… pero igual entendía de qué trataba la estrategia.
Si usted tiene la edad para rememorar esa época, recordará que el símbolo de esa estrategia eran los “packing” agroindustriales y las carreteras concesionadas. Los ”packing" representaban el auge exportador, y las carreteras, el impulso de infraestructura. Uno podía, de hecho, pasar un viaje de taxi completo alabando o quejándose sobre estas dos cosas con el chofer. Incluso la gente que no estaba de acuerdo con la estrategia de la época… está bien, no estaba de acuerdo, pero la entendía.
Hace rato que no sabemos cuál es la estrategia de desarrollo de Chile. Es más, hace bastante tiempo que ni siquiera las autoridades la pueden formular. ¿Sabe por qué? Bueno, es fácil, no la pueden formular porque no existe. Se refugian, cuando pueden en platitudes sobre la transición energética y el último producto fetiche que escucharon (litio, hidrógeno verde), pero estrategia para una transformación productiva no tienen realmente.
El último gobierno que, por último, tuvo una narrativa central en torno al crecimiento económico fue Piñera I. Pero si usted se pregunta: ¿cuáles fueron las grandes reformas procrecimiento de esa administración que son comparables en escala, ambición e impacto a los TLC y las concesiones de la Concertación?... le va a costar llegar a una respuesta. ¿Sabe por qué? Porque no hubo tales reformas.
La realidad es que el crecimiento económico de esa época se explica, centralmente, por las fuertes fluctuaciones de los precios de los commodities, por el proceso de recuperación económica posterior a la crisis subprime del 2008 y por el proceso de reconstrucción posterior al terremoto del 2010. Todo esto fue impulsado por una aceleración muy marcada en el gasto fiscal implementada por el Ministerio de Hacienda desde antes de que asumiera Piñera, pero que esa administración sostuvo y por una política monetaria agresiva y decididamente expansiva implementada por el Banco Central. Yo estoy, por si acaso, básicamente de acuerdo con ambas. Fueron políticas anticíclicas bien concebidas y operativamente factibles debido al acervo de instituciones y capacidades macroeconómicas que se construyó durante 20 años en nuestro país. Era lo que había que hacer en ese momento, de acuerdo, pero eso no significa que eso sea una estrategia de desarrollo. Tal como ocurre hoy, una recuperación de una crisis no es una estrategia de desarrollo. La prueba de ello es que una vez implementada la recuperación frente a esas crisis volvimos a la tendencia estructural de desaceleración.
Chile tuvo una estrategia de desarrollo durante la dictadura, a usted le puede gustar o no, puede pesar más en la balanza sus virtudes o defectos, sus ganadores o perdedores, sus beneficiarios o víctimas… cada uno tiene su hachita que afilar, de acuerdo, pero le aseguro que, independientemente de su opinión respecto de ella, usted me la puede describir en un párrafo corto, así como yo le acabo de describir la de la Concertación más arriba. No creo que usted pueda describir la estrategia de desarrollo de los gobiernos de la época post Concertación.
Cualquiera que haya tenido un cargo de liderazgo frente a un grupo humano sabe que la primera condición de éxito para esa gestión es que ese grupo humano entienda qué está haciendo. Ese es el primer paso.
En la charla técnica previa a cualquier partido de fútbol, lo primero que hace un técnico competente es asegurarse que el equipo entienda qué es lo que van a hacer. ¿Van a defender y contragolpear o atacar desde el minuto uno? ¿Van a formar con línea tres o de cuatro? ¿Van a marcar al hombre, en zona o una mezcla? Es lo primero, porque, sin eso, es muy difícil explicar a los jugadores qué es lo que les toca hacer.
Hasta el momento, en la campaña presidencial no se observan realmente propuestas de estrategia de desarrollo “comprensibles”. Para ser justo, es evidente que para un subconjunto de los candidatos esto de hacer un programa de gobierno es un ejercicio tedioso que solo importa a lateros como el profesor Landerretche que no entienden la política de hoy y sus códigos de farándula. Tan es así que muchos de ellos o no se leen sus propias propuestas, o no las recuerdan o no saben explicar mínimamente su implementación y se confunden con la aritmética básica en vivo frente a todo el país. Concedo que este nivel de frivolidad parece no importar demasiado al electorado, pero eso no significa que me parezca bien. Es cierto que se observan otros candidatos que presentan listados enciclopédicos de medidas; pero una formulación simple, clara y distintiva de algo implementable y comprensible, que se pueda discutir en el taxi... eso no aparece aún.
Quedan un par de meses. Quizás se empiecen a perfilar propuestas para la primera “C”. Ojalá. Yo que usted, espero sentadito.
COMENTARIOS
Para comentar este artículo debes ser suscriptor.
Lo Último
Lo más leído
3.
Promoción 75 aniversario: suscríbete hasta el 2 de octubre y participa del sorteo por 2 pasajes a B.Aires ✈️
Plan digital + LT Beneficios$1.300/mes SUSCRÍBETE