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Los estudiantes chilenos en Harvard, ayer y hoy

Más de mil profesionales chilenos han obtenido algún grado académico en la universidad más antigua de Estados Unidos, hoy bajo ataque de Donald Trump, quien busca prohibir estudiantes extranjeros. Hoy hay 30 chilenos que cursan allá. Varios connotados exalumnos -entre ellos varios exministros- expresan aquí su desazón y cuentan por qué llegaron a Harvard y lo que aprendieron allí.

Universidad de Harvard

“Miembros de la promoción 2025, de todo el país y de todo el mundo... como debe ser”. Con esa frase y un corto -y bien medido- silencio, sin siquiera mencionar el nombre de Donald Trump, el presidente de Harvard, Alan Garber, desató una ovación durante el acto de graduación de la histórica universidad estadounidense, este jueves al relevar el carácter global del icónico centro de estudios, cuna de 161 Premios Nobel.

Su discurso se hizo viral. Recién graduados, sus familiares, profesores, intelectuales locales y de diversos lugares compartieron las imágenes con sus palabras. “Damos la bienvenida a estudiantes de todo el mundo, y con razón”, enfatizó durante su alocución. Allí, Garber -médico, economista y presidente de Harvard también entre 2011 y 2024- resaltó la existencia de estudiantes de todo el mundo en sus campus, una característica que según exalumnos chilenos de esa institución y decanos de algunas facultades de negocios, es una de las principales razones tras la alta demanda que hay en Chile por estudiar allí.

Acorde a cifras del Club de Harvard Chile, una institución que vincula los exalumnos chilenos de esa entidad, son cerca de mil los connacionales que han salido con algún posgrado de la universidad más antigua de Estados Unidos. Alejandro Montt, presidente de la institución, dijo a Pulso que los estudiantes extranjeros van a Harvard por la excelencia de sus programas, el prestigio de sus académicos, las conexiones con líderes y emprendedores, “y el poder hacer comunidad con estudiantes talentosos de todos los rincones del mundo”.

Actualmente, hay más de 30 chilenos cursando sus estudios allá.

“En este último periodo académico que recién termina había 10 egresados nuestros y seis se graduaron esta semana recién pasada. Van a los programas del Harvard Business School, al Kennedy School de Políticas Públicas y también a programas de Educación y al doctorado en Economía”, detalló José Miguel Sánchez, decano de la Facultad de Economía y Administración de la UC.

El presidente de EE.UU. ha criticado con vigor a Harvard, y la universidad al defender su posición, ha dejado de percibir millonarios recursos del Estado.

Pelea sin precedentes

Desde el regreso de Trump a la Casa Blanca, Harvard y el gobierno estadounidense están enfrentados en una pelea sin precedentes. La universidad por la que pasaron 9 presidentes de ese país -entre ellos Franklin D. Roosevelt, John F. Kennedy, George W. Bush y Barack Obama- comenzó a ser blanco de hostilidades, apenas días después de la toma de posesión de Trump, quien firmó un decreto para combatir el antisemitismo, especialmente en los campus universitarios.

La casa de estudios decidió hacerle frente a Trump y hasta ahora ha sacrificado el ingreso de fondos federales -unos US$ 3.200 millones en subvenciones y contratos- para no ceder a las exigencias del gobierno, que van desde auditorías de programas hasta la eliminación de programas de diversidad.

La última ofensiva del gobierno de Estados Unidos puso contra las cuerdas a los estudiantes internacionales al paralizar la autorización a Harvard para matricular alumnos extranjeros: 6.800 jóvenes, el 27% de las matrículas de la institución.

¿A qué van los chilenos?

A Harvard, los chilenos asisten principalmente a la escuelas de Negocios (Harvard Business School), Gobierno (Harvard Kennedy School of Government) Derecho (Harvard Law School), el College, la Escuela de Educación (Harvard Graduate School of Education) y “otras 7 escuelas, en menor proporción”, detalla Montt.

Harvard es considerada más que una universidad, es un emblema del conocimiento, de la élite y también del activismo, una de las razones por las que Trump la persigue. Sus patios han sido escenarios de protestas contra todas las guerras, apoyo a los movimientos sociales, y, a petición de sus estudiantes, la universidad dejó en los 90 de invertir parte de su multimillonario fideicomiso -unos US$ 53 mil millones- en firmas de tabaco y combustibles fósiles. También en sus instalaciones Mark Zuckerberg creó Facemash, un sitio web que después se convertiría en Facebook y evolucionaría hasta ese gigante tecnológico que es Meta.

Los extitulares de Hacienda, Eduardo Aninat, Nicolás Eyzaguirre, Felipe Larraín y Andrés Velasco estudiaron en la Universidad de Harvard. Andres Perez

En los últimos cuatro gobiernos chilenos casi todos los ministros de Hacienda han pasado por Harvard: Eduardo Aninat, Nicolás Eyzaguirre y Felipe Larraín son doctores en economía de esa institución, mientras que Andrés Velasco hizo un posdoctorado allí, y también fue profesor full time de la Escuela de Gobierno.

Durante la administración del presidente Piñera, quien era doctor en Economía de Harvard, se llegó a hablar incluso del gobierno de los “Harvard Boys”, porque además de Felipe Larraín, de esa universidad provenían los ministros Felipe Bulnes (Justicia y Educación) y Felipe Kast (Planificación, hoy Desarrollo Social). También varios subsecretarios e Ignacio Rivadeneira, el influyente director de contenidos del ex primer mandatario.

Donde Larraín conoció a Sachs

“Fui alumno del gran economista Jeffrey Sachs y luego hice mi tesis con él, quien ha sido la persona que más ha influido en mi vida profesional. Ahora somos amigos y llevamos más de 40 años ininterrumpidamente trabajando juntos. Esas posibilidades que tiene Harvard hacen aún más penoso este episodio”, opina el director de Clapes UC, Felipe Larraín.

Doctor en Economía de Harvard, exministro de Hacienda durante el primer y segundo gobierno de Sebastián Piñera, Larraín llegó a esa universidad tras egresar de la Católica en Santiago. “Hace más de 40 años y economía estaba dentro de las top 3 del mundo”, recuerda.

Los economistas Jeffrey Sachs y Felipe Larraín, en un encuentro en Washington en 2019.

También pensó en Chicago, pero terminó de convencerse por Harvard, porque esta ofrecía además un programa que le permitía tomar cursos del Massachusetts Institute of Technology (MIT). “Yo lo hice con un curso que me interesó mucho de Economía Internacional, dado por el profesor Rudi Dornbusch, con quien fuimos cercanos y me ayudó en la etapa inicial de mi tesis”, explicita.

Larraín está preocupado por la prohibición. La califica de “injusta e incomprensible, porque daña no solamente a Harvard, sino también a Estados Unidos”. Y advierte: “Mucho talento se irá a universidades de otros países, como las europeas o chinas”.

Los Harvard Boys de Piñera

“Harvard representa excelencia académica en todos los sentidos. Grandes profesores, estudiantes destacados de todas partes del mundo, investigación de avanzada, distintos centros de pensamiento de alto nivel, etc. Asimismo, promueve un ambiente de deliberación que lleva a que la universidad de Harvard sea un actor relevante en la discusión política, cultural y científica tanto en EE.UU. como a nivel internacional”, desgrana Felipe Bulnes, abogado de la UC y Master of Laws (LL.M.) de esa casa de estudios.

El abogado y exministro de Estado hizo un magíster en ese plantel. PATRICIO FUENTES Y.

El también exagente del Estado de Chile ante la Corte Internacional de Justicia por la demanda marítima de Bolivia, advierte que, en todo caso, “el tema va más allá de Harvard, aún cuando parece ser la potencialmente más afectada hasta ahora, sino que alcanza a la generalidad de las universidades de EE.UU.”.

Bulnes pone el acento en que la incertidumbre siempre afecta las decisiones que suponen compromisos de plazo y costo relevante, como estudiar afuera: “Acabo de ver una medición que señala que la consulta por programas de doctorados (PHD’s) cayó en Estados Unidos y aumentó significativamente en Europa. Esta medición no se refiere a estudiantes chilenos en particular, solo registra cuántas consultas de estudiantes de todas partes del mundo están recibiendo las distintas universidades. Si bien no es un indicador preciso, algo dice de lo que está pasando, dado los recientes anuncios”.

El sello liberal

Otra de las razones tras el interés de estudiar en Havard es su condición de universidad “liberal”, característica que según exalumnos que hablaron con este diario fue otra de las razones por las que llegaron hasta la universidad, ubicada en Cambridge, Massachusetts, a orillas del río Charles.

“Mi elección fue justamente esa. Era todo lo contrario a lo que hoy refleja el EE.UU. de Donald Trump y de ahí el dolor. Era un lugar de acogida para gente de todo el mundo, realmente de todo el mundo. Tenía compañeros de Sudán, Kenya, Irán, Vietnam, China, pero también de Perú, Argentina y de países desarrollados como Alemania, Francia, Canadá, y entre medio chicos que venían de Chicago, Los Ángeles o Nueva York a estudiar economía, políticas públicas, gobierno, educación, etc.”, cuenta el economista Pablo Correa, quien estuvo en la Escuela de Gobierno.

El economista estuvo estudiando en la Escuela de Gobierno de Harvard.

El también exvicepresidente del Banco Estado añade que esa escuela “era un lugar especial, pero que al mismo tiempo refleja mucho lo que es la identidad de la Universidad. No es el MIT que su identidad es técnica u otras que tienen otras culturas. Harvard es liberal”, puntualiza.

El presidente ejecutivo de ChileTelcos y AccesoTV, Alfie Ulloa, resume así el sello de Harvard: “Profesores que están entre los mejores del mundo, muchos de ellos, la gran mayoría, extranjeros. Alumnos, uno se encuentra allí con personas de todo el mundo, lo que te entrega una visión muy amplia y una red de profesionales muy atractiva. Y, recursos para investigar y estudiar”.

Doctor (c) en Políticas Públicas con mención Desarrollo Económico, añade que si bien la universidad tiene un nivel de calidad y reputación que la ubica en el top de prácticamente cualquier disciplina, “otras universidades en EE.UU. son excelentes, y pueden ser alternativas igualmente atractivas”, añade.

Riesgo de deportación

Aunque el veto a los estudiantes extranjeros fue impugnado por Harvard y está detenido temporalmente por los tribunales, en las facultades de negocios de Chile temen que los alumnos -principalmente, aconsejados por sus familiares- empiecen a decantarse por programas de posgrado en Europa o algunos países de Asia para evitar riesgos como una deportación.

Cerca del 27% de las matrículas de la institución corresponde a alumnos extranjeros (unos 6.800 jóvenes).

Ello, luego de que en redes sociales numerosos estudiantes internacionales expresaran el temor a que la misma visa con la que llegaron para estudiar en Harvard (las F-1, M-1 y J-1) no les sirvan después para conseguir cupos en otras universidades, por lo que estarían en riesgo de ser deportados de Estados Unidos. También en redes sociales, estudiantes chilenos aseguran que la universidad se ha mantenido en contacto permanente con su comunidad internacional y les ha reiterado el compromiso de proteger sus derechos.

Esta semana, el embajador de Chile en Estados Unidos, Juan Gabriel Valdés, estuvo en Chile y entre los temas que trató estuvo el de los estudiantes chilenos, que le habían enviado una carta al ministro de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren, pidiendo su ayuda. Fuentes consultadas dijeron que es muy poco el margen que tiene Chile para poder interceder por estudiantes que voluntariamente postularon a estudiar en el exterior.

El refugio europeo

Y ahí es donde surge Europa. En su último informe, del 23 de mayo, el Consejo Europeo de Investigación sostuvo que el continente seguirá como “un espacio seguro para la educación superior y la investigación” y que tomarán medidas para recibir a los estudiantes internacionales afectados.

Este plantel británico es de los mejores del mundo, y siempre es opción y competencia para Harvard entre los estudiantes universitarios.

En las escuelas de Economía de las universidades chilenas ya se nota un interés de los estudiantes por mirar hacia otros lugares. “La gravedad de lo que está sucediendo excede al caso de Harvard, toda vez que el gobierno de EE.UU. ha instruido a sus embajadas a suspender las entrevistas para la obtención de visas para estudiar en ese país”, alerta José Miguel Sánchez, de la UC, quien no descarta que el talento opte por universidades en Europa, Asia “o incluso en América Latina”.

“Lo que está en juego es la apertura del sistema científico global”, avisa Mauricio Villena, decano de la Facultad de Administración y Economía de la UDP. Asegura que el “dolor” por lo que está pasando con Harvard se debe a que “se percibe, con razón, como una pérdida de un bien público global”. El académico coincide en que la inestabilidad migratoria puede hacer que algunas familias o postulantes reconsideren sus decisiones o exploren alternativas en Europa, Canadá y también, América Latina.

En la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de los Andes, su decano, Álvaro García, añade que “desde el punto de vista de algunos estudiantes, no poder acceder a esta universidad podría ser algo doloroso, pero siguen existiendo muy buenas opciones de nivel académico similar en Estados Unidos y Europa”.

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