La reciente ofensiva aérea estadounidense sobre tres sitios nucleares clave de Irán -Fordow, Natanz e Isfahán- ha provocado una fuerte reacción en los mercados energéticos globales, con operadores anticipando una posible alza del precio del petróleo en medio de la creciente incertidumbre geopolítica.

Según consigna el medio Bloomberg, desde que Israel lanzó su ataque contra Irán, el petróleo Brent ha subido un 11%, aunque con variaciones diarias marcadas.

Se espera que tras la confirmación del bombardeo ordenado por el presidente Donald Trump, la cotización del crudo retome su camino alcista el lunes, en una región que representa aproximadamente un tercio de la producción mundial de petróleo.

“Mucho dependerá de cómo reaccione Irán en las próximas horas o días. Si responde como ha amenazado antes, podríamos estar en camino hacia un petróleo a US$100”, advirtió a Bloomberg Saul Kavonic, analista energético de MST Marquee.

Puntos críticos bajo amenaza

El riesgo más inmediato para los mercados es una eventual respuesta iraní contra infraestructura petrolera en Irak, el Golfo Pérsico o mediante la interrupción del tráfico marítimo en el Estrecho de Ormuz, un paso crucial por donde transita cerca del 20% del petróleo mundial.

La plataforma internacional reporta además que aunque por ahora no se ha detectado una interrupción significativa del flujo de crudo, los seguros marítimos, los fletes de transporte y las primas por riesgo se han disparado.

En este sentido, el costo de arrendar un barco para transportar crudo desde Medio Oriente a China habría aumentado cerca de un 90%, y casi mil barcos al día estarían enfrentando interferencias en sus señales GPS, según el centro francés MICA.

“El mercado quiere certidumbre. Esto empuja firmemente a EE.UU. dentro del teatro de conflicto en Medio Oriente”, dijo Joe DeLaura, estratega energético global de Rabobank.

Reacciones en cadena

Los contratos de futuros y las opciones también han mostrado una intensa volatilidad. Los traders han estado liquidando posiciones a un ritmo récord, y se han registrado volúmenes históricos de opciones alcistas desde que comenzaron los ataques, como forma de protegerse ante una eventual alza de precios.

El presidente Trump afirmó que la ofensiva “eliminó totalmente” los objetivos nucleares iraníes y advirtió que habrá más acciones militares si Teherán no accede a una paz con Israel.

En paralelo, Irán ha amenazado con ajustar su programa de enriquecimiento de uranio, lo que también ha impactado en los precios del crudo.

Analistas advierten que el mercado podría experimentar un “retroceso” de precios si se vislumbra una solución diplomática o si Irán no responde militarmente de forma significativa. Sin embargo, si la escalada continúa o se producen ataques a instalaciones energéticas, el precio del barril podría superar los US$90 o incluso US$100, con efectos directos sobre la inflación global y los costos de combustibles.

“Este es el gran evento”, dijo a Bloomberg John Kilduff, socio de Again Capital. “El precio base del mercado ante este escenario es al alza. Qué tan alto suba dependerá de la respuesta de Irán, si es que llega”.

Por ahora, los mercados y gobiernos observan de cerca si el conflicto se expande o si aún hay espacio para una desescalada que evite un nuevo shock energético mundial.