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Productividad no repunta en Chile: comité de expertos ve alzas anuales de solo 0,5% hasta 2030

El Comité Consultivo del PIB No Minero Tendencial 2025, convocado por el Ministerio de Hacienda, calculó que la variable no registraría mejoras en los próximos años. A la vez, la fuerza de trabajo tampoco se recupera.

14 Octubre 2022 Planta de produccion Cerveceria AbInbev, Corona, Budwaiser, Becker.Trabajadores, Trabajo, empleo, Industria,botellas, latas. Foto: Andres Perez Andres Perez

No es una novedad que la economía chilena no ha logrado recuperar dinamismo, con una expectativa de expansión del PIB de 2,5% para este año. Pero entre las causas que están detrás de este magro crecimiento está una productividad que sigue a paso cansino, lo que fue ratificado ahora hasta 2030 por estimaciones oficiales.

El Comité Consultivo del PIB No Minero Tendencial 2025, convocado por el Ministerio de Hacienda para fijar el crecimiento de mediano plazo, insumo clave para la elaboración del Presupuesto siguiendo la regla de balance estructural, entregó sus resultados el viernes pasado, los que arrojaron que la expansión de tendencia para 2026 sería de 2,6% y luego, desde 2027 hasta 2030, de 2%. Pero además, en las actas de este comité también se evidencian sus proyecciones sobre la Productividad Total de Factores (PTF), y los resultados no muestran mejoras.

Según el promedio de respuestas de los 20 expertos del grupo, y eliminando la más alta y más baja -en línea con la metodología de Hacienda-, el resultado para 2027 en adelante da cuenta de un crecimiento de la PTF de solo 0,5% por año.

Este dato está en línea con lo mostrado por la Comisión Nacional De evaluación y Productividad (CNEP), que en su último informe -de enero pasado- indicó que la variación de la PTF no minera fue de 0,5% por año entre 2021 y 2024, subiendo levemente desde el 0,4% de 2016-2020, pero muy lejos del 4,1% promedio anual de 1991-1995.

En 2021, la productividad creció 4,4%, un porcentaje mayor al experimentado previo a la pandemia, compensando el efecto de la caída en el factor de trabajo en el crecimiento económico. Sin embargo, dicha tendencia se revirtió rápidamente y, desde 2022, la productividad se encuentra estancada respecto del nivel prepandémico, indica el informe del CNEP. De hecho, en 2022 y 2023 hubo caídas de 2,2% y 0,6%, respectivamente.

El mismo informe señaló que en 2024 la productividad se encontraba por debajo de su nivel prepandemia (1,5% menor). Si bien el número de trabajadores era casi un 4,5% mayor y el stock neto de capital un 15,7% superior al observado en 2019, el nivel de producción (capturado por el PIB real) fue aproximadamente solo un 9% mayor al de 2019. Es decir, “el aumento en los factores productivos se vio contrarrestado por una caída en la eficiencia de su uso”, puntualizó.

La PTF es la parte del crecimiento que no puede ser explicada por la expansión del capital y del trabajo. Así, refleja una mejor utilización de ambos factores, ya sea porque se reasignan hacia usos más productivos o porque se combinan de una manera más eficaz. Por lo mismo, la PTF suele llamarse “eficiencia económica”, pues representa una medida de la eficiencia con la que se usan los recursos productivos disponibles.

Por su parte, el informe del Comité Consultivo del PIB No Minero Tendencial muestra además que la fuerza de trabajo anotará crecimientos del orden del 1% durante 2027 y 2028, y luego bajará a 0,9%. Esto además en un contexto en el que las horas trabajadas seguirán disminuyendo, arrastradas también por la ley de 40 horas, profundizando una tendencia de más largo plazo.

De acuerdo a los cálculos de los expertos, las horas trabajadas anotarán caídas anuales de 0,5% hasta 2028 y luego los retrocesos serán de 0,3%.

Con esto, la incidencia del factor trabajo sobre el PIB será del orden de 0,5 puntos porcentuales (pp.) hasta 2030, con lo que seguirá siendo superado por el factor capital (inversión), el que tendrá una incidencia de 0,9 pp. en todo el horizonte proyectado.

Visiones

Uno de los miembros del Comité Consultivo señala a Pulso que “coincido plenamente con una productividad total de factores del 0,5%, toda vez que las proyecciones se deben realizar en base al escenario actual, donde los costos laborales crecerán en los próximos años de manera considerable y el costo del capital está muy alto. Además, no existen hoy en día políticas publicas que tiendan a mejorarla en el largo plazo”.

Mientras, Nathan Pincheira, economista jefe de Fynsa y también parte del Comité, indica que “si el crecimiento de la PTF solo se mantiene, con una fuerza de trabajo creciendo a tasas decrecientes y una inversión que no repunta, no diría que la proyección es particularmente positiva para el crecimiento como un todo. Pero más que la macro, esto significa menor bienestar para todos, especialmente para los más vulnerables, lo que me parece una tragedia”.

Sobre el poco aporte además de la fuerza de trabajo al crecimiento, Pincheira dice que “no ha habido contrapesos frente a ese incremento de costos laborales. Pero también hay cosas más estructurales. La pandemia y los confinamientos causaron modificaciones en las operaciones de las empresas. Por ejemplo, la automatización en agricultura. Esos son empleos que no van a recuperarse, porque no es como que el agricultor diga ‘ah, ahora puedo volver a contar con todos los temporeros así que devolveré las máquinas’”.

Macarena García, economista de LyD y otra participante del Comité Consultivo, no coincide con el resultado promedio de la instancia. La experta señala que “la PTF no minera lleva ya una década desacelerándose en términos de crecimiento, hasta llegar a crecer solo 0,2% en el último quinquenio. En este sentido, esperar que el próximo quinquenio tenga un crecimiento promedio de 0,5% es muy exigente, ya que no se han implementado políticas estructurales que efectivamente hagan más eficiente la economía”.

“De hecho, justamente lo que buscan distintos estudios que se han presentado en el último tiempo, es aumentar el crecimiento de la PTF, dado lo estancada que está desde hace varios años”, puntualiza.

En una línea similar, Francisca Pérez, economista del BCI, manifiesta que “es difícil tratar de proyectar el aumento en la productividad, pero cuando uno trata de pensar en qué es lo que se viene hacia adelante, yo veo un número un poco más bajo. Porque no hay cambio en la educación, no hay cambio en la parte productiva. Todavía estamos bien atrasados en procesos tecnológicos”.

De todas formas, agrega que el 0,5% “es un número bien decepcionante. A uno le gustaría ver que esto fuera mucho más. Y eso parte también por la rigidez del mercado laboral, que no deja que los trabajadores se adapten rápido, también por la baja el rendimiento de las inversiones en capital, por los altos costos de mano de obra y por la permisología”.

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