A una semana de las primarias, el oficialismo está en modo de colisión. Dado el duelo que se ha instalado entre la carta del Socialismo Democrático, Carolina Tohá, y la del PC, Jeannette Jara, las tensiones se han centrado en la estrategia de la exministra del Interior que ha exacerbado la “carta anticomunista” para desestimar la competitividad de su otrora compañera de gabinete de cara a una primera vuelta presidencial. Invisibilizado en ese escenario, el candidato del Frente Amplio, Gonzalo Winter, también ha hecho de Jara el principal blanco de sus críticas. Lo que es certero es que la exministra del Trabajo ha puesto una nota de incertidumbre en el desenlace de la contienda oficialista que mantiene en ascuas a todo el sector y a La Moneda.

Algo parecido se configura en la derecha, donde la abanderada de Chile Vamos y Amarillos, Evelyn Matthei, se ha visto forzada a hacer cambios en su estrategia de campaña, la que además debió lamentar la salida de su Directora de comunicaciones, Carla Munizaga, por un asunto personal. La arremetida de José Antonio Kast no da tregua a Matthei y el líder republicano vive uno de los momentos más virtuosos de su carrera a La Moneda.

El escándalo de las licencias médicas revelado por la Contraloría cobró una nueva víctima: la Superintendenta de Seguridad Social, Pamela Gana. La ingeniera comercial no pudo ante la avalancha de irregularidades en el uso de los permisos que expuso las falencias de fiscalización en el sistema.

Una mejor perspectiva económica en materia de crecimiento presentó esta semana el Banco Central al publicar su Informe de Política Monetaria (Ipom) de junio, el segundo del año. Por lo pronto, elevó la proyección de economía para este año aunque también advirtió del incremento de la incertidumbre a nivel global.

Los bombardeos cruzados entre Israel e Irán encienden -literalmente- el Medio Oriente. La incertidumbre apunta a la decisión del Presidente Donald Trump sobre la participación de Estados Unidos en el conflicto. Varios países -incluidos Chile- han suspendido las operaciones de sus embajadas en Teherán ante el riesgo de ataques y ordenan a sus funcionarios a salir del país. Nadie sabe si Trump irá a la guerra con Irán, pero lo que sí se puede prever es que esa decisión impondrá otro rumbo a la guerra desatada desde el ataque de Hamás a Israel en 2023.