Durante la madrugada del viernes 13 de junio, las fuerzas de Israel realizaron ataques contra instalaciones nucleares y de misiles de Irán, en una ofensiva que también alcanzó zonas residenciales y que generó la muerte de al menos dos altos mandos militares de Teherán.

Pero cuando los aviones de combate F-35 israelíes se desplegaron para atacar los objetivos iraníes, una amenaza de menor tecnología ya había cruzado la frontera y estaba en posición de facilitar los ataques.

La agencia de inteligencia israelí, el Mossad, había pasado meses contrabandeando piezas para cientos de drones cuadricópteros cargados con explosivos, así como municiones que podían dispararse desde estos dispositivos no tripulados.

Tales partes fueron introducidas en el territorio iraní a través de maletas, camiones y contenedores, según aseguraron fuentes familiarizadas con la operación al Wall Street Journal.

Los pequeños equipos, armados con el equipamiento, se instalaron en las cercanías de los emplazamientos de defensa aérea y las bases de lanzamiento de misiles de Irán, para así facilitar la ofensiva.

Cuando comenzó el ataque israelí, algunos de estos destruyeron las defensas aéreas, mientras que otros atacaron los lanzamisiles.

La operación ha puesto de relieve la forma en que los drones han transformado los combates y pueden significar nuevas amenazas para la seguridad de los países.

La ofensiva israelí se desencadenó unas semanas después de que Ucrania realizara un ataque similar, en el que utilizó más de un centenar de drones introducidos de contrabando en Rusia para atacar decenas de aviones militares estacionados en bases aéreas, ubicadas a miles de kilómetros del frente.

Las aeronaves destruidas o impactadas —un total de 41 según Kiev— eran utilizadas por las tropas rusas para bombardear ciudades ucranianas en el marco de su invasión a gran escala en Ucrania, iniciada el pasado 24 de febrero de 2022.

Cómo fue la operación del Mossad para atacar a Irán desde dentro con drones

La misión del Mossad con la que introdujeron drones en Irán tenía el objetivo de neutralizar las amenazas a los aviones de guerra israelíes y desmantelar misiles antes de que estos pudiesen ser lanzados contra ciudades, afirmaron las fuentes al citado periódico.

Los equipos desplegados se encargaron de derribar docenas de misiles en las primeras horas del ataque, para que no pudiesen ser disparados.

Aún así, Irán disparó alrededor de 200 misiles contra Israel en cuatro tandas entre el viernes y la noche del sábado, lo que dejó al menos tres muertos y daños en los alrededores de Tel Aviv.

Distintos analistas han afirmado que Teherán cuenta con recursos para poder hacer ataques más severos próximamente.

Sin embargo, los ataques de Israel a sus defensas aéreas contribuyeron a que sus aviones pudieran establecer rápidamente el dominio aéreo.

La portavoz militar israelí, Effie Defrin, declaró el sábado que Israel atacó durante la noche objetivos en Teherán con 70 aviones de combate, que permanecieron más de dos horas en el espacio aéreo de la capital iraní.

En sus palabras: “Esta es la mayor distancia que hemos operado hasta ahora en Irán. Hemos creado libertad de acción aérea”.

Al interior de Irán, el sábado, los servicios de inteligencia iraníes instaron a la población a estar alerta ante el uso de camionetas y camiones de carga para lanzar drones, ya que podían ser de agentes vinculados a Tel Aviv.

Una de las fuentes consultadas por el Journal aseguró que la campaña actual del Mossad al interior de Irán ha incluido la búsqueda de líderes objetivo en Teherán.

Según las personas con conocimiento del asunto, la agencia israelí comenzó a prepararse para esta operación con drones hace años.

De hecho, detallaron, sabían dónde Irán guardaba los misiles para estar listos para su lanzamiento, pero a raíz del tamaño del país y la distancia con Israel, determinaron que se requería atacar desde dentro.

Fue así como optaron por introducir los cuadricópteros a través de canales comerciales, en ocasiones con socios comerciales involuntarios.

Luego, agentes en terreno recogían las municiones y las distribuían a los equipos.

La investigadora del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional de Tel Aviv, Danny Citrinowicz, afirmó a AFP que la operación israelí “muestra la superioridad operativa y en términos de inteligencia de Israel sobre Irán”.

En julio del año pasado, el jefe político del grupo militante Hamas, Ismail Haniyeh, fue asesinado en Teherán mientras se alojaba en una casa de huéspedes de la Guardia Revolucionaria iraní.

Haniyeh, quien se encontraba en Irán para la toma de posesión del nuevo presidente, murió por una bomba que fue detonada en su misma habitación.

Bajo el análisis de Citrinowicz, desde ese entonces Irán “no ha sido capaz de cubrir las lagunas de su sistema”.

Según los medios israelíes, la preparación de la reciente operación israelí duró entre ocho meses y dos años. Pero se apoyó en una infiltración israelí en los entresijos del poder iraní, en pie desde hace tiempo.

“Hace más de 15 años que Israel sigue el programa nuclear (iraní)”, destacó Michael Horowitz, especialista estadounidense en geopolítica.

Los bombardeos constituyen “el resultado de años de recogida de datos de inteligencia y de penetración en la República Islámica”.

La lista de víctimas iraníes de primer orden incluye al líder de la Guardia Revolucionaria de Irán, el general Hossein Salami; el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas iraníes, el general Mohammad Bagheri; además de a otros altos mandos militares y científicos.