Cómo es el cable submarino de Google que unirá Chile con Oceanía
El proyecto, impulsado junto al Estado de Chile, busca diversificar las rutas digitales del continente. Se extenderá por casi 15 mil kilómetros y entraría en operación en 2027.

Chile se prepara para convertirse en un punto estratégico de la conectividad global con el Cable Humboldt, un cable submarino de fibra óptica que unirá directamente a Sudamérica y Oceanía.
Se trata del primer proyecto de este tipo en la región, impulsado por una alianza entre Google y el Estado chileno, a través de Desarrollo País.
El cable conectará Valparaíso con Sídney, en Australia, pasando por la Polinesia Francesa, y tendrá una extensión de 14.800 kilómetros. La obra busca ofrecer una alternativa a las actuales rutas digitales, que hoy dependen exclusivamente de conexiones hacia el hemisferio norte, principalmente Estados Unidos.

“Este proyecto representa una expresión concreta del lugar de Chile en el siglo XXI: como un país abierto, confiable y plenamente comprometido con una inserción internacional activa, con vocación de ser el puente entre América del Sur, Asia-Pacífico y Oceanía”, señaló el canciller Alberto van Klaveren, en la ceremonia de firma del acuerdo junto a representantes de Google.
Asimismo, el ministro de Relaciones Exteriores señaló que esta infraestructura tiene el potencial de beneficiar a países vecinos como Argentina, Paraguay, Brasil y otros, “facilitando su acceso a rutas digitales más diversificadas, seguras y eficientes”, agregó.
Para operar esta infraestructura se creó Humboldt Connect, la empresa conjunta entre Google y el Estado chileno. Con una participación igualitaria del 50% entre ambas partes, la firma será responsable de gestionar y comercializar la capacidad del cable, incluyendo de uno a dos pares de fibra óptica submarina oscura, que serán activados mediante operadores especializados.

Aunque el gigante tecnológico no ha revelado la inversión total, en un principio se estimó que el proyecto podría costar entre US$ 300 millones y US$ 550 millones, donde el Estado chileno aportará cerca de US$ 25 millones.
El proceso ha recorrido varias etapas desde 2019, incluyendo estudios de factibilidad técnica, económica y geopolítica, una licitación internacional y la reciente prospección del fondo marino, que permitió definir la ruta. El despliegue comenzará en 2025, y se proyecta que la operación comercial se inicie en 2027.
“Chile es un país que está a la vanguardia tecnológica en la región”, dijo el ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Juan Carlos Muñoz. “Humboldt Connect es mucho más que un proyecto tecnológico: es una señal concreta de cómo podemos liderar el desarrollo de infraestructura digital desde el sur del mundo”.
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