
Cómo los aviones de la OTAN derribaron los drones de Rusia que entraron en Polonia, según datos de las rutas de vuelo
La incursión de los vehículos aéreos no tripulados en el espacio aéreo polaco llevó a que la Alianza desplegara aviones de combate para enfrentar la situación. Días después, en la misma semana, un dron voló sin autorización sobre el territorio de Rumania.

A principios de septiembre, drones de las fuerzas de Rusia entraron en el espacio aéreo de dos países miembros de la OTAN, en dos ocasiones distintas en menos de una semana.
El primer episodio ocurrió la noche del martes 9 de septiembre, cuando los vehículos aéreos no tripulados entraron en Polonia.
Según las autoridades polacas, el incidente implicó 19 incursiones en su espacio aéreo, lo que llevó a que cerraran temporalmente importantes aeropuertos del país por primera vez desde que Rusia inició su invasión a gran escala en Ucrania el 24 de febrero de 2022.
La situación desencadenó que aviones de guerra de la Alianza fuesen desplegados para derribar al menos una parte de los drones rusos.
Se trató de la primera vez en la historia de la OTAN en que se derribaron drones enemigos sobre el territorio de un país miembro.
El primer ministro polaco, Donald Tusk, afirmó que entre tres y cuatro que representaban una amenaza directa fueron derribados por los aviones de combate F-35 de Países Bajos y F-16 de Polonia.
En un discurso realizado ese mismo día en el parlamento, declaró: “No tengo motivos para afirmar que estamos al borde de la guerra, pero se ha cruzado una línea y es incomparablemente más peligrosa que antes”.
“Esta situación nos acerca más que nunca a un conflicto abierto desde la Segunda Guerra Mundial”.
Por su parte, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, declaró al día siguiente: “Ya sea intencional o no, es absolutamente imprudente y peligroso”.
“Creo que anoche demostramos que somos capaces de defender cada centímetro del territorio de la OTAN, incluyendo, por supuesto, su espacio aéreo”.
Tras el incidente, desde el Kremlin enfatizaron que no tenían previsto atacar ningún objetivo en Polonia y argumentaron que sus drones se habían desviado de su trayectoria, luego de haber enfrentado interferencias en sus sistemas de navegación.
Menos de una semana después de aquel episodio, la tarde del sábado 13 de septiembre, Rumania reportó que un vehículo aéreo no tripulado de Rusia entró en su espacio aéreo.

Sin embargo, a diferencia de lo que ocurrió en Polonia unos días antes, en dicha oportunidad las aeronaves no atacaron al dron.
Las autoridades rumanas afirmaron que sus pilotos de F-16 mantuvieron contacto visual y de radar intermitente con el objetivo, mientras que también pudieron rastrearlo durante toda su trayectoria.
Pero aunque recibieron autorización para derribarlo, en los momentos en los que tuvieron contacto directo evaluaron los riesgos y decidieron no abrir fuego.
Luego de la denuncia de las autoridades rumanas, la jefa de política exterior de la Unión Europea (UE), Kaja Kallas, declaró que “la violación del espacio aéreo rumano por parte de drones rusos constituye otra violación inaceptable de la soberanía de un Estado miembro de la UE”.
“Esta continua e imprudente escalada amenaza la seguridad regional”, agregó.
De la misma manera, el Ministerio de Defensa Nacional de Rumania afirmó a través de un comunicado que “condena firmemente las acciones irresponsables de la Federación Rusa y enfatiza que representan un nuevo desafío para la seguridad y la estabilidad regional en la zona del Mar Negro”.
“Estos incidentes demuestran la falta de respeto de la Federación Rusa por las normas del derecho internacional y ponen en peligro no solo la seguridad de los ciudadanos rumanos, sino también la seguridad colectiva de la OTAN”.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rumania anunció que el embajador ruso fue citado para hablar sobre la incursión del dron en su espació aéreo.
No obstante, desde el Kremlin no emitieron declaraciones públicas inmediatas tras dicho episodio.
Las recientes incursiones de drones rusos denunciadas por Polonia y Rumania —ambos miembros de la OTAN— han incrementado las tensiones especialmente entre Europa y Moscú, en medio de un escenario en el que la guerra en Ucrania se ha extendido por más de tres años.

Qué dicen los datos de vuelo sobre la operación de los aviones de la OTAN para derribar los drones rusos que entraron en Polonia
Un análisis realizado por El País a partir de datos de Flightradar24, una plataforma que recopila información de rutas de vuelo de aviones de todo el mundo, reconstruye parte de cómo fue el operativo de los aviones de la OTAN para derribar a los drones rusos que entraron en espacio aéreo de Polonia.
De acuerdo a dicha revisión, a las 20:15 del martes 9 de septiembre un avión de vigilancia temprana polaco empezó a sobrevolar la zona entre el aeropuerto de Lublin y la frontera con Ucrania, ubicada unos 80 kilómetros más hacia el este.
Aquella aeronave había despegado una hora y media antes, desde una base ubicada en el norte del país.
A las 21:45, el aeropuerto de Lublin envió un aviso a todos los aviones, en el que informó que cerraría sus pistas a raíz de “actividad militar no planeada”. La acción respondió al protocolo establecido por la OTAN.
Al mismo tiempo, Polonia envió al menos cuatro helicópteros a sobrevolar la frontera, según la revisión de datos.
Una hora más tarde, un avión espía italiano salió de la base de Amari, en Estonia, en dirección a Polonia. Este último país se encuentra a unos 550 kilómetros de dicha ubicación.
La aeronave era una AWACS, la cual tiene la capacidad de identificar amenazas hasta a cientos de kilómetros de distancia. Vigiló el espacio aéreo bajo las directrices del Centro de Operaciones Aéreas Combinadas de la Alianza.
Unos 15 minutos después, las autoridades polacas cerraron los dos aeropuertos de Varsovia, Modlin y Chopin, y el de Rzeszow, el más cercano a la frontera con Ucrania.
En esta última ubicación figuraban efectivos alemanes de la OTAN equipados con sistemas de defensa aérea Patriot.
Según las informaciones reunidas por el citado periódico, fueron sus radares los que detectaron los drones rusos.
No obstante, de acuerdo a lo que explicaron las fuerzas militares al diario alemán Süddeutsche Zeitung, no intentaron derribar desde ahí a los vehículos aéreos no tripulados.
Lo anterior se debió a que un misil guiado Patriot tiene un valor de entre 300.000 y 3,5 millones de dólares, dependiendo del modelo. Junto con ello, tenían otras alternativas para enfrentar la amenaza.
A las 23:30 se registró la primera violación por parte de un dron ruso en el espacio aéreo de Polonia.

Apenas unos minutos antes, la mencionada plataforma había identificado el vuelo de un caza F-35 de Países Bajos, el cual luego apareció en una de las zonas en donde se encontraron restos de los drones la mañana siguiente del episodio, en las cercanías de los aeropuertos de Rzeszow y Lublin.
Dicha aeronave de combate dejó de emitir su posición menos de 15 minutos después, según rescata El País.
Aunque no es común que un avión de tales características lleve prendido su sistema de localización, expertos presumen que es probable que lo hiciera a raíz de que necesitaba acercarse a un avión cisterna, para así reabastecerse.
De acuerdo a los datos de vuelo, a las 23:30 se acopló a este último, un Airbus A330 al servicio de Países Bajos y de la OTAN en Eindhoven desde 2020.
La revisión detalla que la misión terminó al menos a las dos de la madrugada, luego de que se patrullara entre Mielec y Radom, una zona cercana a la frontera con Ucrania y Bielorrusia.
Según Tusk, el primer ministro polaco, algunos de los drones rusos entraron por este último país, lo cual no tenía precedentes.
Desde Bielorrusia afirmaron haber advertido a Polonia sobre la posibilidad de que drones rusos entraran en su territorio, como resultado de la guerra electrónica desplegada por Ucrania para contrarrestar la ofensiva rusa.
El jefe de las Fuerzas Armadas de dicho país, Pavel Muraveiko, dijo en declaraciones reunidas por el Wall Street Journal que aquello “ayudó a la parte polaca a reaccionar rápidamente ante la actividad de los drones”.
La autoridad militar agregó que Bielorrusia también había derribado drones que entraron en su espacio aéreo, debido a interferencias.
Al día siguiente de la incursión sobre el territorio polaco, sus autoridades informaron que, a través de los restos encontrados en distintas partes del país, se pudo determinar que eran drones Geran-2.
Se trata de vehículos aéreos no tripulados diseñados para misiones kamikaze, los cuales han sido utilizados por las tropas rusas en su invasión a gran escala en Ucrania.
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