Por Alejandro JofréEstos son los memes de 2025, según Google
El gran hermano de Internet acaba de publicar “El año en búsquedas”, su reporte anual con las tendencias de búsquedas más populares. Junto al experto Ignacio Molina revisamos y explicamos los 10 memes más buscados del año.

El oráculo de Google ha hablado. Este año los chilenos no buscamos respuestas, sino vernos reflejados en la ironía pixelada de una pantalla, los memes.
En su tradicional informe “El año en búsquedas”, la firma de Mountain View entrega un recuento de los 10 memes más buscados en Chile, tras filtrar millones de consultas a lo largo del año, marcando de manera solapada hitos y personajes.
Aquí están, diseccionados con la precisión de un forense digital, los memes que mejor resumen el año que se va.
Los memes más buscados en 2025, según Google
Ignacio Molina, periodista y autor de Ver, guardar, enviar: los memes en la era del algoritmo (2025, Alquimia), comenta y analiza los memes que más buscaron los chilenos en Google.
Este es el listado y su explicación.
1- “6-7”

“6-7 surge a partir de la canción Doot Doot (6 7) del rapero Skrilla, publicada en febrero de 2025”, detalla Molina. “La frase ‘six-seven’ se repite sin explicación y sin un significado fijo. Desde ahí pasó a TikTok y a Instagram, donde se volvió un código que funciona como reacción automática, no como concepto. Dictionary.com la eligió como ‘palabra del año’ aun reconociendo que no significa nada concreto. Esa falta de sentido es parte del atractivo”, añade.
El autor de Ver, guardar, enviar dice que a la canción se sumaron otros rastros que reforzaron el fenómeno. “El jugador universitario de básquetbol Taylen Kinney usó ‘six-seven’ como respuesta improvisada en entrevistas, incluso cuando le preguntaron por un café. Y el llamado ‘niño del 6-7’ gritó la frase frente a una cámara durante un partido de básquetbol juvenil. Ninguna escena entrega un significado claro, pero todas consolidan el mismo gesto: decir ‘six-seven’ para todo y para nada. En algunos colegios de Estados Unidos ya lo prohibieron porque interrumpe clases. Esa prohibición solo amplificó su alcance”, explica.
“Este meme no importa por lo que significa, sino por la velocidad con que circula. Encaja en una cultura que funciona a ritmo de fast fashion, fast food, noticias descuidadas que priorizan ser las primeras, remixes que sustituyen canciones antes de que se instalen, palabras de moda que duran un día, miedo a sonar boomer y miedo a quedar fuera del concierto del momento. ‘67’ no pretende profundidad; pretende ritmo. La Generación Alpha reconoce ese ritmo y lo comparte sin necesidad de contexto. Su destino es predecible: agotarse rápido y, quizá, volver como un eco de sí mismo, como esos memes que regresan solo para recordarnos que ya pasaron”, dice.
El contexto: es el brainrot del año de la Generación Alpha. Nació de una canción de rap, pero se transformó en una “contraseña” generacional que no significa nada en específico, solo pura energía y absurdismo. Si lo entiendes, eres joven; si no, eres “unc”.
2- “No acepto”

El contexto: ocurrió en febrero. Justo cuando el cura pregunta, la novia (Elena Barrantes) dice la frase icónica: “Perdónenme todos, no acepto” y sale corriendo. Se viralizó por el drama (supuesta infidelidad descubierta), convirtiéndose en el GIF definitivo para rechazar planes o responsabilidades este año.
3- “Vístima”

El contexto: es un meme de 2019 que se resignificó este año. Lamentablemente, la protagonista (Elizabeth Ogaz) falleció en abril de 2025. El meme resurgió no como burla, sino como un homenaje masivo en redes sociales (“El cielo ganó una vístima”), cerrando un ciclo histórico del Internet chileno.
4- “Jerry”

“El meme del ratón Jerry -en la versión donde sonríe y apunta- funciona como un ‘mira a este tipo’. Se usa cuando alguien queda en evidencia, cuando una frase ridícula se muestra sola o cuando un gesto revela más de lo que pretende”, explica Molina. “No opera desde la rabia ni desde la burla directa; opera desde la constatación. Jerry apunta, y el mundo digital completa la frase sin necesidad de texto”, añade.
Luego, sigue: “En Chile, ese gesto adquirió una lectura política inevitable. En 2025, los casos de militares y funcionarios de la FACH sorprendidos con cargamentos de cocaína y ketamina, dejaron al país en un estado permanente de señalamiento. Frente a esa repetición, la frase de Jorge González mantiene su filo: ‘En Chile mandan los mismos de siempre’. Jerry se viraliza porque confirma esa sospecha de fondo: los escándalos cambian, pero el patrón no”.
“El meme funciona como comentario crítico sin editorial ni discurso. Solo apunta. Ese gesto sencillo revela un cansancio mayor: la sensación de que la política y las instituciones producen escenas que ya no necesitan interpretación, porque se explican solas. Jerry no acusa; muestra. Y esa simple mostración -ese ‘mira a este tipo’- dice más que cualquier vocería”, comenta.
El contexto: aunque es eterno, este año explotó por dos razones: la celebración de los 85 años de Tom & Jerry (y unos juguetes de Cajita Feliz que salieron “deformes” y se hicieron virales) y su uso para reaccionar a la inflación o noticias malas con ironía.
5- “Mish”

Dice Molina: “‘Mish’ reaparece como un chilenismo que Internet tomó de la conversación cotidiana y devolvió al centro del habla popular. Funciona como un ‘mira tú’ abreviado que expresa sorpresa, aprobación o ironía según el tono. Su poder no reside en el significado, sino en la forma: breve, adaptable, directo”.
Según el periodista, “ese renacer ilumina un fenómeno mayor: existe un lenguaje vivo que surge en TikTok, Instagram o en memes puntuales y que después se filtra en la conversación diaria. Frases como ‘+10000 aura’, ‘tai seguro, watón??’, ‘literal yo’ o ‘sisoi’ entran al habla sin mediación. La realidad empieza a organizarse como una secuencia de referencias, no como descripciones”.
“Lo que antes se conoció como giro lingüístico adopta ahora una variante acelerada. Podríamos hablar de un giro memético: la lengua se reorganiza según plantillas, sonidos y patrones virales que atraviesan el habla y moldean incluso la percepción de lo cotidiano. Ya no describimos el mundo; lo citamos”.
“En ese escenario, ‘Mish’ destaca porque rescata un gesto local. Devuelve ritmo chileno a una cultura dominada por referencias globales que se agotan en días. Es una excepción: un meme que devuelve identidad en lugar de diluirla”, agrega el autor de Ver, guardar, enviar.
El contexto: la expresión “Mish” se consolidó este año ante las sorpresas políticas, donde fue usada irónicamente.
6- “Ibai”

El contexto: en febrero, el popular streamer español se afeitó por completo, quedando irreconocible. La imagen fue plantada en miles de situaciones absurdas. También hubo memes exagerando su delgadez tras su anunciado cambio físico.
7- “Balatro”

El contexto: Balatro fue el videojuego indie del año. El meme consiste en ver patrones de póker en la vida real (“efecto Tetris”) o la obsesión por optimizar puntajes (“numeritos suben”).
8- “Plankton”

“‘Cursed Plankton’ surge de una captura alterada de Plankton, personaje de Bob Esponja, deformado hasta volverse casi irreconocible. La imagen circula como símbolo de desajuste y agotamiento, un estado que gran parte de Internet reconoce sin necesidad de explicaciones”, explica Molina.
Luego, sigue: “El meme se multiplica por sus variaciones. Algunas versiones estiran el cuerpo; otras lo pixelan; otras lo hacen mutar hasta el borde de lo grotesco. La deformidad encaja con frases de resignación o ironía. La exageración funciona porque revela algo simple: un cuerpo que ya no sostiene su propia forma representa mejor que un párrafo entero la experiencia de vivir bajo un ritmo que no afloja”.
“La imagen toca lo que Julia Kristeva llama ‘lo abyecto’: aquello que incomoda, pero atrae. Cursed Plankton habita ese territorio. No repele; genera complicidad. Captura la verdad emocional de una época saturada de información y autoexigencia. Una época que normalizó el agotamiento y lo convirtió en estética”, dice.
El contexto: el auge de la IA generativa de audio. Internet se llenó de covers hechos con IA donde Plankton canta canciones de Adele, Luis Miguel o pop actual. La voz desgarrada de Plankton cantando baladas románticas fue el peak de la comedia artificial este año, según Google.
9- “No se peleen (remix)”

El clásico video del niño chileno diciendo “No se peleen”, fue actualizado y editado sobre imágenes de peleas actuales.
El contexto: resurgió con fuerza en julio durante el Superclásico (Colo-Colo vs U. de Chile), donde hubo una trifulca en cancha (con Marcelo Díaz expulsado). La ironía de poner al niño pacifista sobre los jugadores peleando fue tendencia nacional.
10- “George Harris”

El comediante venezolano George Harris en el escenario de la Quinta Vergara, con cara de nerviosismo o sudando, fue otro de los memes más buscados por los chilenos, según el informe de Google.
El contexto: su paso por el Festival de Viña 2025 en febrero. Fue “devorado” por el Monstruo tras interactuar mal con el público. La frase “Pa’ juera” o sus gestos de incomodidad se usaron todo el año para describir situaciones donde uno fracasa públicamente o es rechazado.
Bonus track: “Aura Farming”

Aunque no aparece en el listado chileno de Google, Aura Farming merece mención “porque se esparció por todas las plataformas durante 2025 y marcó una forma nueva de leer la presencia digital”, advierte Molina. “Define una práctica simple: capturar o producir momentos donde alguien irradia presencia. Se trata de reconocer gestos o actitudes que proyectan seguridad, estilo o magnetismo. El término surge en TikTok y se expande en comunidades de animé y cultura pop, donde personajes como Piccolo inspiran memes que hablan de ‘spawnear aura’ o de ‘farmear aura’. El énfasis está en la escena: un instante donde alguien entra en una sala y parece dominarla sin hablar”, comenta.
Según Molina, “esa lógica sirve para leer los debates presidenciales en Chile. Los candidatos suelen perder su aura en el primer minuto porque quedan expuestos sin guion. Y aparece algo que el país reconoce al instante: la desconexión profunda entre la política y la vida cotidiana. Las frases hechas, la evasión sistemática de preguntas, la distancia casi física entre quienes aspiran al cargo y la ciudadanía que los observa. En un clima de crisis de representatividad, esa pérdida de aura se vuelve inevitable. Y visible”.
Molina dice que Walter Benjamin describió el aura como la presencia única de una obra, su “aquí y ahora”, una distancia que otorga sentido. “En política ocurre lo contrario -asegura-. La exposición constante elimina esa distancia y revela un vacío: no hay singularidad, solo repetición. En un país cansado, esa pérdida de aura transforma a los candidatos en símbolos involuntarios de una crisis mayor. Dejan de sostener la solemnidad que intentan proyectar y pasan a ocupar un territorio donde la política se vuelve meme”.
Luego, cierra: “Aura Farming, en ese contexto, deja de ser un juego digital y se vuelve metáfora del momento. El país queda con una impresión incómoda: la política intenta proyectar presencia, pero muchas veces solo expone su distancia”.
“Muchas veces el país discute un meme antes de leer la noticia que lo originó”
Ante la pregunta sobre ¿de qué manera los memes influyen en la viralización de noticias y cómo afecta esto a la calidad de la información?, Molina dice a La Tercera desde Cataluña, donde cursa un posgrado en Periodismo Literario en la Universidad Autónoma de Barcelona, que “los memes aceleran la circulación informativa y fijan lecturas antes de que aparezca el contexto”.

“El sicoanalista Manuel Ugalde señala en el libro que gran parte del consumo digital ocurre dentro de echo chambers, cámaras de eco donde cada usuario recibe sobre todo contenidos que confirman lo que ya piensa. Esa estructura no corrige las creencias; las multiplica. Un estímulo emocional se convierte en certeza inmediata. Y ahí se resiente la calidad de la información: la interpretación llega antes que el dato. Muchas veces el tono se instala antes de que el hecho se entienda del todo”, explica.
Luego, sigue: “Desde esa lógica, cobra sentido la observación que aparece en el libro en un capítulo dedicado a la circulación política de las imágenes. El administrador de la cuenta @albertomayolnesa lo resume así: ‘No hay ninguna noticia que no pueda ser memeable, por más terrible que esta sea’. La memeabilidad deja de depender de la gravedad del hecho y pasa a depender de su capacidad para transformarse en una imagen que refuerza lo que cada grupo ya cree. En Chile, un meme fija el sentido de un conflicto con más fuerza que el titular que lo presenta. A veces basta un fotograma para que el país adopte una lectura común”.
Según analiza el autor de Ver, guardar, enviar, ese mecanismo se vio con nitidez en el debate presidencial con el meme del “Danke schön”.
“El saludo en alemán entre Johannes Kaiser y Evelyn Matthei abrió una lectura que ningún análisis previo instaló con tanta rapidez: dos candidatos que hablan en un código ajeno al país. Para muchos, la escena se sintió como un cumpleaños al que Chile nunca estuvo invitado. El meme captó esa distancia antes que cualquier editorial”, asegura.

¿Se puede considerar al meme como un nuevo género periodístico?
El meme no alcanza la condición de género periodístico. Actúa como un dispositivo comunicativo que dialoga con el periodismo sin replicar su estructura. Comparte tres rasgos esenciales: síntesis, mirada y contacto directo con la contingencia.
La escritora Catalina Infante señala que los memes funcionan como una forma de comunicación rápida y visual, pensada para la velocidad de las redes. El semiólogo François Jost plantea que entregan a sus creadores “el poder de comentar la actualidad desplazando a los profesionales del periodismo y la política”. Interpreta ese desplazamiento como un gesto democrático donde la voz pública gana autonomía.
Valoro esa lectura, aunque no la comparto por completo. Me interesa la utopía que sugiere: la idea de que una imagen pueda disputar credibilidad con un medio. Pero esa utopía choca con un país donde el dato llega tarde y la sospecha llega temprano. La realidad viene después de la verdad; todo empieza en la verdad, menos la verdad, que empieza en el poder.
¿Qué elementos hacen que un meme tenga impacto y relevancia en la sociedad?
Un meme impacta porque ofrece una lectura inmediata de un hecho que la sociedad aún procesa. Su fuerza no depende de la complejidad del mensaje, sino de su oportunidad. Destaca cuando combina claridad visual, simpleza conceptual, actualidad y proximidad emocional. Esa mezcla permite que circule sin fricción y que defina una escena antes de que exista contexto.
Esa velocidad crea una ilusión de consenso. Quien comparte un meme toma posición sin declararla. En Chile, eso ocurre cada vez que las instituciones dejan zonas grises. El meme ordena la conversación porque ofrece una imagen reconocible, algo rápido de entender. A veces demasiado rápido, pero efectivo.

¿Hasta qué punto un meme puede contribuir a la formación de opinión pública?
El meme influye en la opinión pública porque llega primero. Un meme viraliza una sospecha en segundos, mientras una investigación tarda semanas en corregirla. Esa diferencia crea un cortocircuito entre emoción y dato. El público recibe la emoción como verdad inicial y filtra todo lo demás desde ese marco.
El meme también crea identidad. Funciona como gesto político incluso cuando la política evita definiciones. Esa tensión se vio con claridad en campaña con el meme de ‘El Larry’. La expresión alude a quien se hace el desentendido. Y el caso de José Antonio Kast lo dejó en evidencia: evitó responder preguntas directas y repitió su muletilla ‘depende’ ante cuestiones que exigían claridad. El meme instaló la respuesta que el candidato no dio. Cuando la política no responde, el meme responde por ella. En esa suplencia está su poder. Un meme puede definir el clima de una semana antes de que la prensa alcance a describirlo.
En el libro analiza cómo las plataformas amplifican memes virales. ¿Cuál es el papel de los algoritmos en la viralidad?
Los algoritmos deciden qué ve el público y qué desaparece sin rastro. Esa mediación no actúa como un filtro neutral. Favorece lo que provoca reacción inmediata y penaliza lo que exige pausa. La filtro burbuja descrita por Eli Pariser explica esa lógica: el algoritmo no amplía el horizonte, lo reduce. En ese escenario, el meme entra con ventaja. La plataforma impulsa lo que ofrece claridad, brevedad, actualidad y proximidad emocional. El diseño privilegia la imagen por sobre el análisis y la rapidez por sobre la verificación. Y ahí aparece el problema: la interpretación llega antes que la información. Muchas veces el país discute un meme antes de leer la noticia que lo originó.
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