A casi dos décadas de su desaparición, el caso de Madeleine McCann volvió a ocupar los titulares. Esta semana, las policías de Alemania y Portugal reanudaron las búsquedas en el sur de este último país, en los alrededores de Praia da Luz, en la región del Algarve, donde la niña británica fue vista por última vez el 3 de mayo de 2007, cuando tenía solo tres años.

Las autoridades lusas informaron que la operación, que se extenderá hasta el viernes 6 de junio, responde a una Decisión Europea de Investigación (DEI) emitida por la fiscalía de Braunschweig, Alemania.

Según la Policía Judicial de Portugal, se trata de un “amplio conjunto de diligencias”, que incluyen registros en el municipio de Lagos, al que pertenece Praia da Luz, con el objetivo de encontrar pruebas que puedan esclarecer lo ocurrido.

El principal sospechoso del caso McCann

Los operativos están centrados cerca de Atalaia, un barrio de Lagos, donde la policía utiliza georradar y otros equipos técnicos. La zona se encuentra a menos de un kilómetro de la playa y cerca de una propiedad vinculada a Christian Brückner, principal sospechoso del caso, quien en 2020 fue identificado por la fiscalía alemana como el presunto autor del secuestro y asesinato de Madeleine.

Brückner, de 48 años, cumple actualmente condena en Alemania por violar a una mujer de 72 años en el sur de Portugal. Sin embargo, podría quedar en libertad en septiembre, ya que fue absuelto de otros cargos de abuso sexual y no se han presentado aún cargos formales en su contra por el caso McCann.

Un testigo declaró que Brückner habría confesado el crimen, sin embargo, las pruebas han sido insuficientes para procesarlo.

18 años del caso McCann

Madeleine desapareció de la habitación del apartamento turístico donde dormía junto a sus dos hermanos gemelos, mientras sus padres, Kate y Gerry McCann, cenaban con amigos en un restaurante dentro del mismo complejo vacacional en Praia da Luz.

La desaparición, ocurrida la noche del 3 de mayo de 2007, desató una cobertura mediática sin precedentes y capturó la atención internacional durante años. La imagen de la niña de ojos grandes y cabello rubio se volvió un símbolo global de los casos de menores desaparecidos.

En los primeros meses, la investigación estuvo a cargo de la policía portuguesa, que llegó a nombrar como sospechosos formales a los propios padres de Madeleine, así como a otros individuos que se encontraban en la zona. Sin embargo, nunca se hallaron pruebas concluyentes y, en 2008, el caso fue archivado por falta de avances.

Recién en 2020, una nueva pista en Alemania reactivó el caso: los fiscales de Braunschweig identificaron al ciudadano alemán Christian Brückner como principal sospechoso, basándose en su historial de delitos sexuales y su presencia en la zona al momento de la desaparición, confirmada por el rastreo de su celular.

En 2022, Brückner fue formalmente declarado “arguido” (sospechoso formal con derechos procesales) por la justicia portuguesa, lo que permitió mantener abierta la investigación sin que prescribiera el delito.

El pasado 3 de mayo, con motivo del aniversario número 18 del caso, la familia McCann compartió un mensaje en redes sociales. “Mientras no tengamos noticias significativas, nuestra determinación por no dejar piedra sin remover sigue siendo inquebrantable”, escribieron.

También recordaron que mayo es el mes del cumpleaños de Madeleine, quien habría cumplido 22 años. “No importa lo cerca o lejos que esté, sigue aquí con nosotros, todos los días, pero especialmente en su día especial. Seguimos celebrándola como la persona tan hermosa y única que es. La extrañamos”, finalizó el comunicado.