
“Los estadounidenses van a morir”: la experta en vacunas que renunció por los ataques del gobierno de Trump
Las medidas del secretario de Salud estadounidense Robert F. Kennedy Jr., generaron una crisis podría poner en riesgo la salud pública y aumentar muertes prevenibles en Estados Unidos, explicó una doctora experta en vacunas.

En riesgo. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) han sido clave para la salud pública en Estados Unidos. Vigilan, investigan y controlan enfermedades infecciosas, hacen recomendaciones de salud a la población y responden a emergencias sanitarias.
Sin embargo, una serie de ataques de parte de Robert F. Kennedy Jr., el actual secretario de Salud estadounidense y parte de la administración de Donald Trump, han “corrompido” los procesos de la CDC, denunciaron algunos de sus funcionarios.
Así lo aseguró también la Dra. Fiona Havers, experta que trabajó por 13 años en la institución y que decidió renunciar, no sin antes advertir que “los estadounidenses van a morir”. Y es que tanto Kennedy Jr. como su equipo están en contra de las vacunas, y sus decisiones “podrían costarle la vida a millones”.
En paralelo, la autoridad sanitaria decidió despedir a 17 miembros del Comité Asesor de Vacunas y nombró a ocho miembros que, en general, comparten con él la idea de en anular las vacunas.

La crisis sanitaria que podría enfrentar EEUU, según una experta
La Dra. Havers tiene 49 años. Y en su más de una década en el CDC, aportó para enfrentar el virus Zika, los brotes de gripe aviar y el ébola.
Ahora, en conversación con el New York Times, explicó que detrás de su renuncia a la institución de salud pública está una fuerte convicción de que Kennedy podría matar a millones de estadounidenses con sus medidas.
Hace algunas semanas, el secretario de salud anunció que ya no recomendaría las vacunas contra Covid-19 para niños sanos ni embarazadas y despidió a varios funcionarios porque, sin pruebas, aseguró que los investigadores tenían “conflictos de intereses” y “no podía confiar en ellos”.
El problema principal, dijo la Dra. Havers, es que lo que la institución diga o haga tiene grandes implicaciones en la salud de los estadounidenses.
Por eso, el pasado lunes, 16 de junio, la experta presentó su renuncia y declaró que no podía continuar trabajando mientras el secretario de salud “desmantelara los procesos” que determinan los estándares de vacunación en EE.UU.

“Si no se detiene, y parte de esto no se revierte, de inmediato, muchos estadounidenses morirán como resultado de enfermedades prevenibles con vacunas”.
Cuando Kennedy restringió las vacunas del Covid-19, la doctora “mantuvo la esperanza”, pues los padres informados todavía podían vacunar a sus hijos sanos en consultas médicas.
No obstante, “la destitución de todo el comité asesor de vacunas fue demasiado para soportar”.
“Tengo el máximo respeto por mis colegas del CDC, quienes se quedan y siguen intentando limitar los daños desde dentro. Lo que ocurrió la semana pasada fue la gota que colmó el vaso”.
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