Nació en una base militar estadounidense y fue deportado a Jamaica, un país donde nunca ha estado
Jermaine Thomas, hijo de un veterano del ejército de EEUU, fue expulsado a Kingston tras una condena menor, pese a haber vivido casi toda su vida en Texas. Hoy es considerado apátrida y permanece varado en un país donde no tiene vínculos.

Jermaine Thomas nació en 1986 en un hospital militar estadounidense en Frankfurt, Alemania. Su madre es keniana, su padre –ya fallecido– era ciudadano estadounidense y sirvió por más de una década en el Ejército.
Por eso, durante gran parte de su vida, Thomas creyó que él también era estadounidense.
Pero el mes pasado, esposado y encadenado, fue obligado a abordar un avión rumbo a Jamaica, el país natal de su padre, y en el que nunca había estado.

En febrero de este año, Thomas fue arrestado por ingreso ilícito a una propiedad privada y fue transferido a la custodia de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por sus siglas en inglés).
“Es muy difícil expresarlo con palabras”, señaló Thomas a CNN, medio que cubrió su historia. “Simplemente pienso: esto no puede estar pasando”.
Legalmente, Jermaine Thomas es apátrida: no tiene ciudadanía ni de EEUU, ni de Alemania, ni de Jamaica, ni de Kenia, de donde es originaria su madre.
El resto de su familia también vive en Estados Unidos, sin embargo, no quieren visitar a Jermaine por miedo a no poder volver y ser deportados.
La vida de Thomas en Estados Unidos
La familia regresó a EEUU en 1989 y Thomas fue inscrito como residente permanente legal, aunque en un formulario migratorio fue registrado como jamaiquino –pese a no tener la nacionalidad–, algo que su familia asegura desconocer.
Creció en Florida y Virginia, y pasó su adultez en Texas, donde vivió en la calle, trabajó en construcción, limpieza y lavado de autos.
Sin embargo, no tuvo una conducta irreprochable en su estadía en el país estadounidense. Acumuló una serie de condenas en prisión por posesión de drogas, robo y otros delitos.
Entre 2020 y 2023 también tuvo cargos por conducir ebrio y por acoso a un servidor público.
La subsecretaria del Departamento de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin, describió a Thomas como “un extranjero ilegal, violento y delincuente procedente de Jamaica”.
“Los extranjeros delincuentes peligrosos como el Sr. Thomas no tienen cabida en las comunidades estadounidenses”, afirmó en un comunicado compartido a CNN.
El protagonista de esta historia reconoció los delitos, y declaró haber estado “envuelto en situaciones en la vida donde, ya sabes, te ves obligado a sobrevivir de una forma u otra”, comentó.
Thomas padece de un trastorno esquizoafectivo bipolar. Sus familiares creen que sus problemas de salud mental lo han llevado a tomar malas decisiones, sin embargo, señalan que no es violento.
Trasladado a un centro de inmigrantes
En febrero de este año, Thomas fue desalojado de su vivienda que compartía con amigos en Killeen, Texas. Al regresar al día siguiente para revisar sus pertenencias y recoger al perro de su hija adoptiva, fue arrestado por ingreso ilícito a propiedad privada.
Lo condenaron a 30 días de cárcel y tras cumplir su pena, fue retenido por agentes migratorios y trasladado a un centro de detención del ICE.
“Me dijeron que me trasladarían a otro centro”, contó. Pero en el vehículo de transporte, se enteró de que algunos serían deportados a Nicaragua y otros a Jamaica.

Thomas protestó, insistiendo en que no era jamaiquino. Aun así, fue embarcado en un vuelo rumbo a Kingston el 28 de mayo, escoltado por 10 alguaciles. Viajaba solo con la ropa puesta.
Legalmente apátrida
Su situación legal es confusa. La ley estadounidense no considera que haber nacido en una base militar en el extranjero otorga la ciudadanía.
Sus abogados han argumentado durante años que, como hijo de un ciudadano estadounidense nacido en una instalación militar de ese mismo país, Thomas debía ser reconocido como ciudadano bajo la 14ª Enmienda.
Sin embargo, un fallo judicial de 2015 determinó lo contrario, y la Corte Suprema se negó a revisar su caso en 2016.
Desde entonces, se encuentra en un limbo legal donde ningún país reconoce su nacionalidad, aunque podría solicitar la de Jamaica.
Actualmente no puede ejercer un trabajo legal en Kingston, ya que no es extranjero ni jamaiquino. No habla el idioma de allá, que es una mezcla de inglés con otros pueblos originarios, y tampoco conoce a nadie.
Thomas extraña “la sensación de libertad y de ser libre de ser yo mismo” en Estados Unidos.
“Sólo quiero saber cuándo volveré a casa”, mencionó al medio estadounidense.
COMENTARIOS
Para comentar este artículo debes ser suscriptor.
Lo Último
Lo más leído
1.
3.
4.