Por Alexis Paiva MackQué se sabe de la Causa Cuadernos, el mayor juicio por corrupción en Argentina que implica a Cristina Kirchner
La Fiscalía acusa que la expresidenta y su esposo Néstor Kirchner, quien falleció en 2010, organizaron entre 2003 y 2015 “un sistema de recaudación de fondos para recibir dinero ilícito con el fin de enriquecerse ilegalmente”. Estas son las claves del caso.

La mañana de este jueves 6 de noviembre comenzó el juicio oral por la llamada Causa Cuadernos, el mayor juicio por corrupción en la historia de Argentina que implica a la expresidenta Cristina Kirchner.
En la instancia judicial se presenta a la exmandataria como la presunta jefa de una asociación ilícita de recaudación de sobornos, por la que también deberán responder 19 exaltos cargos kirchneristas y 65 empresarios, entre otros acusados.
A principios de junio, la expresidenta, quien hoy tiene 72 años, recibió una condena de 6 años de prisión en otra causa por corrupción. Por este motivo, se encuentra con arresto domiciliario.
En este nuevo juicio, enfrenta posibles penas de entre 5 y 10 años.
El abogado de Kirchner, Gregorio Dalbón, ha declarado que “la sentencia ya está escrita” y ha acusado que existe “una persecución” y una intención de “venganza” contra la exmandataria.
Estos son los puntos esenciales que debes conocer sobre la Causa Cuadernos.

Qué se sabe de la Causa Cuadernos, el mayor juicio por corrupción en Argentina
El caso estalló a partir de una serie de cuadernos en los que Oscar Centeno, chofer de alto cargo en los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, registró viajes en los que trasladó bolsos con dinero, proveniente de presuntos sobornos.
Según se acusa, ese dinero venía de empresas constructoras que buscaban contratos con el Estado.
Centeno documentó en los cuadernos los horarios y las rutas de los viajes, así como nombres e, incluso, el peso de algunos de los bolsos, según rescata El País.
Aquellos registros se dieron a lo largo de casi 12 años.
La Fiscalía acusa que la expresidenta y su esposo, quien falleció en 2010, organizaron entre 2003 y 2015 “un sistema de recaudación de fondos para recibir dinero ilícito con el fin de enriquecerse ilegalmente”.
Según la acusación, establecieron “acuerdos con importantes empresarios de compañías nacionales e internacionales, por medio de los cuales obtenían beneficios recíprocos”.
“Los líderes y organizadores de esa estructura paraestatal diagramaron un circuito de recaudación de dinero centrado, principalmente, en el otorgamiento y adjudicación de obras públicas y/o servicios, y otros beneficios vinculados”.
Las imputaciones por la Causa Cuadernos no solo consideran a la expresidenta, sino que también a exministros, secretarios, subsecretarios y directores de Estado, así como a Centeno, a otro exchofer y a ejecutivos del área de la construcción, la energía y el transporte.
Los registros documentados por Centeno se dieron a conocer a mediados de 2018, a partir de una investigación del periodista Diego Cabot para el periódico argentino La Nación.
En paralelo, el reportero entregó a la Justicia las fotocopias de los cuadernos que tenía a su disposición.

Semanas después de que se destapara el caso, algunos de los empresarios mencionados en los escritos confirmaron las operaciones y aceptaron declarar como arrepentidos, a cambio de beneficios judiciales.
Según rescata El País, la mayoría de ellos afirmó haber entregado dinero a funcionarios. No obstante, negó que fuese a cambio de conseguir contratos para obras públicas.
Algunos declararon que los fondos estaban destinados a financiar campañas electorales del oficialismo y que se trató de contribuciones forzosas, luego de haber sido extorsionados.
Otros acusados admitieron que se trató de pagos destinados a sobornos.
Con el paso de los años, a medida que avanzaban las investigaciones, algunos empresarios cambiaron su versión y pidieron la nulidad de la imputación. Argumentaron que confesaron el pago de coimas bajo coerción del juez Claudo Bonadio, quien falleció en 2020.
En septiembre de 2025, algunos de los empresarios imputados ofrecieron bienes materiales para evitar el juicio. Esto incluyó desde sumas de dinero por un total de hasta 15 millones de dólares hasta un departamento en Miami y un yate.
La fiscal Fabiana León rechazó esas propuestas y manifestó que “no hay precio que se pueda poner al daño institucional que se ha causado”.
Desde el tribunal también las denegaron y recalcaron que “los delitos de corrupción afectan bienes jurídicos supraindividuales que no pueden ser compensados solo con dinero”.
El juicio iniciado la mañana del 6 de noviembre se desarrolla mayormente de forma virtual, a través de videoconferencia.
De acuerdo a distintos medios argentinos, se presume que el proceso para la resolución del caso podría extenderse por años.
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