La administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está redirigiendo la tecnología antidrones destinada a Ucrania a las fuerzas del país norteamericano.

Según informaciones reunidas por el Wall Street Journal, la semana pasada el Pentágono notificó discretamente al Congreso que las espoletas especiales para cohetes que las tropas ucranianas utilizan para derribar drones de Rusia se están asignando ahora a unidades de la Fuerza Aérea estadounidense en Medio Oriente.

La medida se posiciona luego de que Trump afirmara este miércoles 4 de junio que el mandatario ruso, Vladimir Putin, le comunicó en una llamada telefónica que responderán con contundencia a los recientes ataques militares de Ucrania.

El escenario ha reducido aún más las posibilidades de que Kiev y Moscú puedan llegar a un eventual alto al fuego en la guerra, que estalló cuando Rusia inició su invasión a gran escala en el territorio ucraniano el 24 de febrero de 2022.

El pasado domingo 1 de junio, las fuerzas ucranianas realizaron uno de sus operativos más sofisticados y significativos en estos tres años de conflicto, al desplegar más de 100 drones para impactar a 41 aviones militares rusos estacionados en bases aéreas.

La llamada “Operación Telaraña” atacó aeródromos ubicados a miles de kilómetros de distancia del frente de combate y fue planeada por más de un año y medio, según afirmó el presidente ucraniano Volodimir Zelenski.

Los drones fueron introducidos de contrabando en Rusia dentro de cabinas de madera montadas en la parte trasera de camiones. Luego, fueron controlados por pilotos a la distancia para llevarlos hacia sus objetivos.

Dicha ofensiva ocurrió un día antes de que representantes de Kiev y Moscú se reunieran en Estambul para una nueva ronda de negociaciones para alcanzar un alto al fuego.

Sin embargo, las conversaciones no han conseguido acercarse a un eventual fin del conflicto.

Desde el Kremlin han impuesto una serie de condiciones que Kiev considera inaceptables.

Y Zelenski ha acusado repetidamente a Putin de no tener intenciones reales de detener la guerra.

Dos días después de la ofensiva con drones contra bases aéreas, las fuerzas ucranianas utilizaron explosivos submarinos para atacar el puente que une a Rusia con la Península de Crimea, que fue anexada ilegalmente por las tropas rusas en 2014.

Aunque los recientes ataques han tomado por sorpresa a Rusia, la medida tomada por la administración Trump subraya el debilitamiento de su compromiso con la ayuda militar a Ucrania.

Por qué la administración Trump está redirigiendo las defensas antidrones destinadas a Ucrania a las fuerzas de EEUU

El secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, se ausentó el miércoles a una reunión en la sede de la OTAN con ministros de defensa europeos, en la que se iba a coordinar ayuda militar para Ucrania.

Hegseth advirtió a los titulares que deben proporcionar la mayor parte de la futura asistencia militar a Kiev y manifestó que considera el Pacífico occidental como el “teatro prioritario” del Pentágono, según rescata el Journal.

El mes pasado, en un memorando interno, el secretario autorizó a la Célula Conjunta de Adquisición Rápida (JAC, por sus siglas en inglés) proporcionar las espoletas a la Fuerza Aérea estadounidense, pese a que inicialmente se compraron para Ucrania.

La JAC es una oficina del Pentágono dedicada a garantizar que se satisfagan las necesidades de armamento de los comandantes.

El Pentágono informó al Comité de las Fuerzas Armadas del Senado que la necesidad de las espoletas por parte de las tropas estadounidenses era un “Asunto Urgente Identificado por el Secretario de Defensa”.

Cuando el citado periódico consultó sobre esta situación a la sede del departamento liderado por Hegseth, declinaron hacer comentarios.

Rusia ha intensificado sus ataques contra ciudades ucranianas durante los últimos meses, mientras que las recientes amenazas de Putin reveladas por Trump tras su conversación telefónica han obligado a que Ucrania se esté preparando para más ataques con drones y misiles.

En medio de este escenario, las defensas antidrones son significativamente relevantes para que Ucrania pueda resguardar el territorio.

Por otro lado, las unidades de la Fuerza Aérea estadounidense en Medio Oriente se preparan para un posible conflicto con Irán o la reanudación de los enfrentamientos con los hutíes en Yemen.

Quienes apoyan la medida de la administración Trump sostienen que el Pentágono puede tomar esta decisión en virtud del proyecto de ley de emergencia sobre gastos militares que fue aprobado en 2024.

No obstante, los partidarios de Ucrania en el Congreso acusan que el Pentágono no ha explicado qué consecuencias tendría en las defensas ucranianas ni ha justificado si la necesidad de la Fuerza Aérea en Medio Oriente es de urgencia.

La exfuncionaria del Departamento de Defensa durante el gobierno del expresidente Joe Biden, Celeste Wallander, afirmó al Journal que “esta capacidad es urgente y vital para la defensa aérea multicapa de Ucrania contra los ataques rusos”.

Sin embargo, agregó, “también existe una necesidad urgente de proteger al personal y las bases estadounidenses en Medio Oriente contra los ataques hutíes y, potencialmente, los drones iraníes”.

Un asesor demócrata del Congreso criticó duramente la decisión y manifestó que “negarle a Ucrania armas que necesita desesperadamente en este momento crítico de la guerra es impensable”.

“No explicar la necesidad de esta medida sugiere que podría ser punitiva”, agregó.

La administración Biden —que estaba en el poder cuando Rusia inició la invasión a gran escala en 2022— permitió el envío de las espoletas y numerosos otros sistemas de armas en el marco de la Iniciativa de Asistencia para la Seguridad de Ucrania.

Esta autorizó el gasto de miles de millones de dólares de fondos gubernamentales para comprar armamento y componentes a empresas de defensa estadounidenses.

A pesar de que los fondos de dicho programa ya se gastaron, se tiene previsto que nuevas entregas lleguen a Ucrania este año y el próximo, a menos de que el gobierno de Trump redirija más sistemas hacia las fuerzas de su país.

La administración del abanderado republicano heredó la autoridad para enviar a Ucrania hasta 3.850 millones de dólares en armas de las existencias del Pentágono.

No obstante, Trump se abstuvo de hacerlo y no ha solicitado más financiación para el programa destinado a reforzar la seguridad de Ucrania.

Cómo son las espoleta destinadas a Ucrania que Trump está redirigiendo a las fuerzas de EEUU

Las espoletas destinadas inicialmente a Ucrania que se están redirigiendo a las tropas estadounidenses pueden ser utilizadas en el Advanced Precision Kill Weapon System, un sistema avanzado de armas de precisión.

Estados Unidos ha proporcionado esta tecnología a Ucrania durante un par de años, mientras que las fuerzas dirigidas por Kiev la han utilizado en un sistema de cohetes tierra-aire para defenderse de los drones rusos.

Desde el Pentágono han afirmado que las “espoletas de proximidad” detonan explosivos cuando el cohete se acerca a un dron.

Según rescata el Journal, la Fuerza Aérea estadounidense ha adaptado cohetes con esta tecnología para que puedan ser disparados por aviones F-16 y F-15E contra drones.

Se trata de un sistema más económico que los misiles aire-aire Sidewinder y AMRAAM.